Arxiu diari: 29 de setembre de 2020

SAN RAFAEL VUELVE A SU HORNACINA DEL CASCO HISTÓRICO DE PETRER EL DÍA DE SU EFEMÉRIDE

Esta misma mañana, coincidiendo con el día de su efeméride, la talla de San Rafael ha vuelto a presidir la hornacina ubicada en la fachada de la vivienda del número 2 de la calle que lleva su nombre, en pleno corazón del casco histórico de Petrer, muy cerca de la plaça de Dalt.

Tras el desplome del techo de la vivienda que albergaba la hornacina de San Rafael y su posterior declaración en ruina el pasado año, la talla de San Rafael fue retirada para evitar daños y asegurar su conservación, mientras se llevó a cabo la demolición de la vivienda ante el peligro que suponía.

Una vez cerrado el solar con una tapia, se ha construido una nueva hornacina que desde esta mañana es presidida de nuevo por la talla del arcángel San Rafael, “algo muy demandado por los vecinos del casco histórico en este tiempo”, según ha indicado el concejal de Cultura y Patrimonio, Fernando Portillo.

Durante este tiempo, la imagen del santo, protector de caminantes y enfermos y que comparte efeméride con los arcángeles Gabriel y Miguel, hoy 29 de septiembre, día de los Santos Ángeles Custodios, se ha mantenido a buen recaudo en el Museo Dámaso Navarro.

Tal y como apunta la CRONISTA OFICIAL DE PETRER, M.ª CARMEN RICO, “esta calle se conoce desde tiempo inmemorial como San Rafael, tal como consta en documentos de 1819 y como se describe en un bello relato aparecido en el diario liberal de Alicante, El Día, que explica el origen del nombre de esta vía en una noticia publicada en 1920”.

RICO también añade que “en el número 2 de esta angosta calle, en el primer piso, a la altura media del balcón, se hallaba una imagen del santo en bulto redondo, en el interior de una hornacina excavada en la fachada de la casa, de forma rectangular, con una pequeña moldura de yeso en la parte superior, probablemente de finales del siglo XIX, cuando se construyó la casa, siendo varias las imágenes que se han sucedido hasta hoy, al ser propiedad de los dueños de la casa o de sus arrendatarios”.

Fuente: https://www.elperiodic.com

SIN ROMERÍA EN LLÍRIA

BALTASAR BUENO

“Este año sant Miquel no estará en las calles, pero estará en nuestros corazones. Él nos ayudará a superar estos momentos que nos ha tocado vivir”. De esta manera cierra la Hermandad de san Miguel el comunicado en el que anuncia que el Monasterio más famoso del santo en territorio valenciano, el de Llíria, permanecerá cerrado estos días con motivo de su popular fiesta el 29 de septiembre, “para evitar aglomeraciones”. Las solemnidades que se le tributan serán reemplazadas por Misas en las tres parroquias de la villa, en cuyo altar estará presente una imagen de san Miguel.

Todos los años, los días 28 y 29 de septiembre son miles los peregrinos los que suben hasta la cima del cerro donde se encuentra el histórico Monasterio de sant Miquel de Llíria a impetrar favores al santo arcángel o darle las gracias por los recibidos. Es un clásico su romería en el catolicismo popular valenciano, la que más peregrinos reúne. Suben y bajan no pocas veces de rodillas o descalzos.

Los hallazgos arqueológicos y los testimonios arquitectónicos existentes en Llíria nos hablan de que ésta fue una de las primeras comunidades cristianas en esta parte de la península, cristianismo que llegó a través de la romanización. Tanto de vestigios romanos como de ibéricos, Llíria anda más que sobrada.

Su nombre está datado desde muy antiguo. El geógrafo egipcio Ptolomeo llamó al lugar Leiria y Edeta mucho antes de nuestra Era. Edeta en origen fue el nombre que dieron como primer apellido a la Valentia romana, Valentia edetanorum, pues estaba cerca del pueblo importante militar y culturalmente, el de referencia, y había que distinguirla de otras Valentia fundadas por los romanos.

Llíria hoy sigue siendo una colección interminable de hechos históricos y culturales, bajo su aspecto de pueblo como quien no quiere la cosa. Le sobra de todo: termas romanas, fuente de san Vicente, yacimientos arqueológicos, iglesia de la Sangre probablemente de las más primerísimas valencianas, una iglesia de la Asunción más que catedralicia, el almudín, el Museo Arqueológico…

De entre esta amplia variedad de puntos de especial interés está el Tossal de sant Miquel, solar de la antigua Edeta, Leiria, capital de Edetania, atalaya desde donde se controla toda la llanura que se despliega hasta Valencia y el mar. Un estratégico lugar habitado desde la Edad del Bronce y que dominaba el paso de norte a sur y viceversa por el territorio, zona valorada militarmente y enclave que se disputaron Pompeyo y Sertorio.

Beaterio desde el siglo XV

En esa zona cero y caliente de la historia se levantó un Beaterio de mujeres, el antiguo Beaterio de san Miguel, al que se sube por una empinada cuesta, en cuyo alto está el santuario y unas casas que habitaron las beatas que lo guardaban, llamadas beatas por no ser monjas, y que cuidaban el patrimonio religioso más preciado por los llirianos, sant Miquel, seña de identidad del pueblo. El beaterio estuvo protegido por el rey don Martín desde su fundación el 1 de julio de 1406.

La imagen de san Miguel de Llíria original fue labrada por el mismo escultor que hizo la de la Virgen de los Desamparados de Valencia, de la que también predica la leyenda que “la feren els angels”, al igual que la de la Virgen. Era una talla gótica, preciosa, enorme, majestuosa. Encargada para el Beaterio por el Padre Gilabert Jofré –su hermana Enrica Gilabert era la superiora de la comunidad- que aguantó todas las guerras y catástrofes menos la de la pasada guerra civil española. En 1936 la destrozaron los iconoclastas de la persecución religiosa. José María Ponsoda, en 1940, hizo otro san Miguel siguiendo la línea del anterior.

La imagen figura un joven ángel, con alas de oro, vestido de guerrero y armadura de plata. LLeva corona y banda militar con lazo, con manto rojo. Su lanza-cruz es sostenida por la mano derecha, en alto, contra el diablo. En la mano izquierda sostiene el escudo, con las iniciales Q.S.D. (Quis sicut Deus). Debajo del escudo cuelga su espada.

Guardián del cenobio y santo es AMADEO CIVERA (CRONISTA OFICIAL DE LLIRIA), lliriano de pro, quien ejerce voluntariamente la labor con esmero. De continuo está llamando la atención sobre la ruina en la que están entrando algunas dependencias del lugar, pero le contestan que no hay dinero para reparar y restaurarlas. Una verdadera lástima en enclave tan histórico.

Aunque no haya oficios religiosos en su santuario este año, hoy tendrá peregrinos san Miguel, aunque tengan que colarse por las escarpadas laderas, la gente siguiendo ancestral tradición querrá estar cerca de él, subir hasta su casa, saludarle, errarle, no va a consentir que el coronavirus les arrebate algo que en Llíria y otros pueblos valencianos le es tan entrañable.

Dentro de su santuario no, pero fuera así, más de uno seguro que sus Gozos cantarán: “Abogado y protector / de la Iglesia Militante/ cuidas siempre vigilante/ de dar auxilio y favor,/ y cuando el riesgo es mayor,/ tanto es mayor tus desvelos./ Dad a nuestros / corazones, /Miguel Arcángel, consuelo.”

El cierre del santuario de san Miguel y el apagón festivo hará que los numerosos peregrinos que todos los años concurren en romería no lleguen y también afecte a la vida turística, comercial y cultural de Llíria, que suele estar muy animada en estos días.

Fuente: https://www.levante-emv.com