Arxiu diari: 14 de setembre de 2020

RAFELBUNYOL: UNA APUESTA POR SUS LÍNEAS DE DEFENSA BÉLICO-HISTÓRICAS Y NATURALES

Cada municipio de l´Horta tiene unos atractivos, que van desde el tema patrimonial, turístico, asociativo, comercial, cultural o festivo. En este caso, Rafelbunyol ha apostado además por ir un poco más allá de sus propias fronteras, nunca mejor dicho.

Y es que desde hace más de tres años el consistorio se ha centrado en ensalzar uno de los patrimonios que destapa las raíces de una tierra, y descubre una historia que lo hace único. Desde entonces se ha intentado recuperar documentación histórica y que generaba interés para los historiadores.

Rafelbunyol elaboró para ello su catálogo patrimonial donde se recogieron los elementos de lo que hoy y siempre ha sido su línea de defensa inmediata que quedaba limitada desde el Puig hasta Ribarroja.

Justo en la partida de Rafelbunyol, en concreto, en la zona 1 o zona de conjunto de centros de Resistencia, Rafelbunyol (que comprendería los centros de resistencia La Pedrera, el Calvario, la Patá, el Cabeçonet, La Cartuja, els Germanells i el Cabeç Bord) cuenta con 8 fortificaciones (nidos de metralleta y trincheras).

Por el año 2016 Rafelbunyol se une a la Asociación de municipios de defensa línea inmediata con el objetivo de destacar, estudiar y dar valor a aquellos vestigios bélicos de la línea.

Posteriormente este pequeño municipio de l´Horta Nord decide comenzar antes los estudios necesarios para profundizar sobre lo que será parte de su historia. Es entonces cuando desde la concejalía de cultura se pone a trabajar sobre ello con el objetivo de poner en valor no solo el patrimonio bélico sino también el patrimonio natural de Rafelbunyol.

Según Alicia Piquer, concejala de cultura “este ha sido nuestro objetivo principal desde el inicio. Después vino la edición del libro que nos ayudó a profundizar más y conocer parte de nuestro entorno tanto natural como bélico dentro de su historia”.

El ayuntamiento ya ha repartido, desde hace tiempo, unos 300 ejemplares del libro y considera en un futuro editar muchos más para repartir entre la población. Piquer remarca que “queremos con todo ello crear poco a poco un recurso recreativo y natural vinculado a nuestra localidad y a la protección del patrimonio”.

A través del libro editado, Rafelbunyol ha conseguido tener en sus manos un estudio exhaustivo de gran parte de su historia. Este trabajo ha sido elaborado por el fotógrafo José Aleixandre y los historiadores JULIO BADENES (CRONISTA OFICIAL DE EL PUIG) y Esteban Clemente. Un libro de un total de 140 páginas con fotografías, planos y textos, y detalles históricos.

Después de dar los pasos pertinentes para que todo este estudio sea una realidad, el ayuntamiento de Rafelbunyol se centra ahora en ir paso a paso y poder disponer en un futuro de una zona recreativa y espacio natural y cultural para toda aquella persona que quiera conocer a través de rutas de proximidad el pequeño municipio de Rafelbunyol.

El ayuntamiento trabajará para conseguir ayudas a través de las líneas de financiamiento europeo. Toda una apuesta descubierta que hace más especial un paseo por esta amable localidad.

Fuente: https://www.elmeridiano.es

‘A LOS ACORDES DE ‘DON MATÍAS Y SUS MUCHACHOS’’, UN ARTÍCULO DE ALFONSO ROVIRA

ALFONSO ROVIRA, CRONISTA OFICIAL GRÁFICO D’ALZIRA

Matías Grau Aragó reconstruyó la banda Municipal de Alzira, estando una década al frente de la misma, falleciendo mientras dirigía un pasodoble.

La Banda Municipal de Alzira, que hasta 1944 había dirigido el gallego Carlos Cosme Bergantiños, quedó “huérfana” por el traslado del “mestre” a Alicante y, al deshacerse, los uniformes que vestían los músicos fueron destinados a agentes de la Policía Municipal.

Un año más tarde, a raíz de un concurso oposición a directores de banda, en el que participaron 18 maestros, obtuvo la plaza Matías Grau Aragó, tomando posesión el 31 de octubre de 1945. El nuevo director sólo contaba con la colaboración de unos músicos procedentes de la anterior banda, como fueron Sendra, Yudici, Simó -padre-, los hermanos Peris e Higinio León, entre otros, por lo que hubo que poner en marcha una escuela de educandos con jóvenes que tuvieran ilusión e interés por la música. Así, la banda, que tenía carácter municipal, se convirtió en una agrupación acogida al Frente de Juventudes, realizando los ensayos en el último piso de la delegación del “Carrer dels Negres”, hoy sede de la UGT.

El “mestre” Grau, antes de llegar a nuestra ciudad, había dirigido las bandas de Algemesí y Nules. Poco después de organizar la nueva banda, los alcireños la “bautizaron” con el cariñoso nombre de “Don Matías y sus Muchachos”, por la juventud que imperaba en la formación, que vestía el uniforme del Frente de Juventudes, pantalón y camisa azul.

Grau había nacido en Cullera en 1890, cursando estudios en el Conservatorio Superior de Música de Valencia; violín, armonía contrapunto y fuga y composición. Formó parte de la Orquesta Sinfónica Municipal de Valencia, donde interpretaba la viola.

Los comienzos de la banda del Frente de Juventudes fueron duros; había que partir de cero; enseñar solfeo a los alumnos y, tras su formación, la entrega de instrumentos. Entre ellos, a los hermano Roca, Arturo y Paco; Gregorio Canet,  los hermanos Pons, Ricardo y Paco; José Pellicer, Antonio Argente, Joaquín Mascarell, José Ramírez, Miguel Simó, los hermanos Celdrán; Bernardo y Pedro Pérez, Montoya y los hermanos Belda, Rafael y Vicente; Bernardo Sansaloni, Emilio Calalayud, Enrique Castillo, Bernardo Roig, Juan Marimón, Joaquín Sanchis Canals…

El “mestre” Grau fue un padre para sus alumnos. Al terminar los ensayos les acompañaba a sus domicilios, hablándoles de música, como continuación de la clase. En 1946, con motivo de la festividad de Santa Cecilia, patrona de la música, abrió una libreta de ahorro a cada alumno de la banda, en la entonces Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Valencia, ingresándoles de su bolsillo particular, dos pesetas, que para un niño en la época era una cantidad importante.

Aparte de los acompañamientos musicales en procesiones, amenizaban  los festivales y corridas de toros que se realizaban en ruedos portátiles que se instalaron en la partida de Tulell y en la barriada del Hospital de Santa Lucía, dentro de las fiestas de la calle Dos de Mayo que organizaba Nelo, un personaje popular, vecino de esta calle.

Al día siguiente, en el castilllo de Belmonte, en la provincia de Cuenca, donde les habían preparado un suculento cocido castellano, recibieron la visita del alcireño Eugenio Martí, delegado nacional de Juventudes, quien les obsequió con un duro a cada uno, por ser de su pueblo, como manifestaba a los chavales.

En otra ocasión se desplazaron al aeropuerto de Barajas para recibir a la imagen de la Virgen de Guadalupe, que procedía de la capital azteca, a la que acompañaron hasta el monasterio de la misma advocación en la provincia de Cáceres.

Estos muchachos alcireños amenizaron desfiles de formaciones juveniles en Zaragoza; viajaron a Logroño y Soria y en verano asistían a campamentos que el Frente de Juventudes tenía instalados en Gestalgar y Serra, en la provincia de Valencia.

Matías Grau, que estuvo casi una década con los alcireños, fallecíó al atardecer del 18 de septiembre de 1955, cuando terminaban de llegar del campamento y, al dar entrada a la banda para interpretar una pieza musical frente al antiguo Hotel Colón, un fallo cardíaco le dejó fulminado ante la sorpresa de sus alumnos.

La Corporación Municipal, al haber quedado vacante la plaza de director de la Banda de Música, acordó amortizar dicha plaza por haberse disuelto la banda, sin que fuera fácil ni probable la creación de otra con carácter municipal, por el elevado coste que suponía su sostenimiento. Los emolumentos que percibía el “mestre “ Grau, eran de 6.000 pesetas anuales.

Fuente: https://www.nuestrasbandasdemusica.com