¿HA LLEGADO LA PRIMAVERA?

ANTONIO LUIS GALIANO PÉREZ, CRONISTA OFICIAL DE ORIHUELA

Probablemente, muchas personas nos hagamos esta pregunta, tal como se está comportando el clima con tanta lluvia y descenso y ascenso de la temperatura. Aunque, hemos de reconocer que, viendo la situación positivamente, se han mejorado las reservas de agua. Y, negativamente, las pérdidas de vidas humanas y muchos daños materiales.

A pesar de ello, la duda se nos mantiene y persiste el interrogante que nos planteábamos. Pues no llegamos a discernir que, a partir del día 20 de marzo, el invierno debía de quedar atrás, y dar paso, bajo un prisma oficial, a la llegada de la siguiente estación del año. Y, reitero lo de oficial, ya que lo del día 20 de este mes lo anuncia el Observatorio Astronómico Nacional que, incluso, nos marca la hora de las 10.02 de ese día, eso sí, en la Península, no en Canarias. Anunciándonos también que la primavera vivirá durante 92 días y 18 horas.

Así que recordemos que teóricamente ya estamos en primavera y, según el refranero, «la sangre altera», debido a la astenia primaveral, la adaptación al nuevo horario y, por qué no decirlo, a que algunos se convierten en faunos perseguidores de ninfas por culpa del cóctel de hormonas de nuestro organismo que casi todas terminan en «cina». Agravándose días después por el dichoso cambio de hora, al tener que adelantar las manillas de reloj en la madrugada del sábado día 29 de marzo al domingo 30, por lo que se nos roban sesenta minutos menos de poder dormir plácidamente, generándonos alteraciones en el funcionamiento de nuestro cuerpo.

Ya sabemos que «la primavera la sangre altera» y, a pesar ello, ha sido protagonista en la pintura como para Botticelli; en el séptimo arte, en varias películas como en la española de 2022 «La consagración de la primavera», dirigida por Fernando Franco e interpretada por Valeria Sorolla, Telmo Irureta y Emma Suárez. La música no ha dejado en olvido a la primavera, teniendo un claro ejemplo en «Las Cuatro Estaciones» de Antonio Vivaldi, que nos descubre la luz pura y cálida de esta estación. Y mucho después con la música fusión house y pop, del grupo argentino The Sacados de los años noventa del pasado siglo, con su tema «La primavera la sangre altera» cuya letra encaja mejor en lo que decíamos de sátiros y ninfas.

Ahora bien, dejemos a un lado hormonas, astenia, lluvia, frío y demás cosas y vayamos a nuestra ciudad, para recordar a algunas personas y hechos que recibieron a la primavera de hace veinte años, o sea en 2005.

En este punto, en primer lugar, deberíamos recordar que se conmemoraba en ese año el ciento veinticinco aniversario del otorgamiento del título de Excelentísimo para nuestro Ayuntamiento, concedido por el Rey Alfonso XII. Lo que se llevó a efecto en uno de los primeros días del otoño, el 28 de septiembre, a tenor de «dar una prueba de Mi Real aprecio a la ciudad de Orihuela, provincia de Alicante, por su importancia agrícola e industrial y aumento de su población, así como por su constante adhesión a la Monarquía constitucional».

En el año 2005, la primavera era recibida en nuestro municipio de Orihuela por 75.009 personas de las que 38.098 eran varones y 36.911 mujeres. Lo que suponía 6.231 más con respecto a las que recibieron a esta estación el año anterior. Y de ellas, eran residentes en Orihuela Costa un total de 19.616, de las que aproximadamente el 88% eran extranjeros, siendo los más numerosos los de nacionalidad del Reino Unido de Gran Bretaña con 8.718.

La más que centenaria Excelentísima Corporación Municipal también recibía a la primavera, estando presidida por José Manuel Medina Cañizares como alcalde del Partido Popular, e integrada por los siguientes concejales/a de dicho partido, teniendo como tenientes de alcalde a Mónica Isabel Lorente Ramón (1º), Paz Chazarra Navarro (2º), Araceli Vilella Mínguez (3º), Manuel Hernández Terrés (4º), Antonio Franco Andréu (5º), Antonio Rodríguez Murcia (6º), Ginés Sánchez Larrosa (7º). Concejales: Antonio Rodríguez Barberá, que era secretario autonómico de la Conselleria de Agricultura, Antonio Lidón Gea, José Antonio Aniorte Grau, David Antonio Costa Botella, Mayte Valero Navarro, Eva Ortiz Vilella.

Partido Centro Liberal: Jesús Ferrández Peñalver, María Nieves Ezcurra Gilabert, José Esquiva Andrés, Esteban Ferrández García, José Francisco Meseguer Murcia, Enrique Lucas Tomás. Partido Socialista Obrero Español: Francisco García Ortuño, Virtudes Sanchís Sánchez, Isidro Hernández Lozano, Fuensanta Durante Martínez. Partido Izquierda-Los Verdes: Monserrate Guillén Sáez.

Lo que hace un total: PP (14), CL (6), PSOE (4), Izquierda-Los Verdes (1).

Aún en invierno, la Honorífica Orden de San Antón de la Ciudad de Orihuela, que estaba presidida por Joaquín Ezcurra Gilabert como maestre de Gobierno, no efectuó ningún nombramiento, suspendiéndose los actos a celebrar en solidaridad a los damnificados por «el tsunami» en Asia, destinándose a los mismos el presupuesto previsto para cubrir dichos actos.

Dos días antes de la Festividad de San Antón, el día 15 de enero, fallecía en Alicante a la edad de 85 años el canónigo de la Catedral de Orihuela, Manuel Cagigal Masiá, abogado de profesión, que cantó su primera misa a los 58 años, siendo nombrado canónigo el 8 de septiembre de 1990, habiendo desempeñado, entre otros, los cargos de párroco de la Iglesia de las Santas Justa y Rufina, secretario de la Cofradía de Nuestra Señora de Monserrate, asesor religioso de la Junta Mayor de Cofradías y Hermandades de la Semana Santa de Orihuela, hermano mayor de la Cofradía del Perdón y de la Hermandad de los Caballeros Cubiertos.

Encontrándonos a unos días de la llegada de la primavera, dentro de las distinciones anuales que otorgaba el Excelentísimo Ayuntamiento, se encontraba por cuarta vez la de «Mujer Oriolana» a través de su Concejalía de Mujer y Bienestar Social, regida por Araceli Vilella Mínguez. Fue distinguida Mercedes González Hernández, directora de la empresa de Jardinería y Floristería Ildo (Integración Laboral de Discapacitados de Orihuela) como Mujer Oriolana 2005. La distinción le fue entregada en un acto celebrado en el Teatro Circo el 7 de marzo, en el que intervino el alcalde, José Manuel Medina Cañizares.

En este año era obispo de la Diócesis Victorio Oliver Domingo que también recibía a la primavera, y que en otoño, el 26 de noviembre, el Papa Benedicto XVI le aceptaba la renuncia por razones de edad, pasando a ser administrador apostólico, hasta la llegada de su sucesor, Rafael Palmero Ramos, que fue nombrado en la misma fecha y tomó posesión el 21 de enero de 2006.

Y también fueron testigos desde sus conventos de la llegada de la primavera las ciento cuarenta y dos religiosas que moraban en Oleza a 23 de marzo, pertenecientes a las siguientes órdenes: Clarisas (Convento de San Juan de la Penitencia), 9 religiosas, en trabajos de formas, planchado y almidonado de ropa. Agustinas (Convento de San Sebastián): 9 religiosas, fabricación de ornamentos y bordados y esporádicamente a duces (pellas). Dominicas (Convento de la Trinidad): 10 religiosas de las que 2 eran novicias y una postulanta, elaboración de dulces (chatos, zamarras, tortadas, dulce de membrillo y de tomates y dulces navideños). Salesas (Monasterio de la Visitación): 11 religiosas, confección de dulces como obsequio en Navidad y bordados (escapularios). Hermanitas de los Ancianos Desamparados (Asilo): 8 religiosas dedicadas a la asistencia de ancianos. Jesús María (San Agustín, San Isidro y San Antón): 9 religiosas en enseñanza y asistencial. Hijas de la Caridad (Patronato San José Obrero): 8 religiosas, labor asistencial y educación de menores. Carmelitas (Casa Madre, Colegio del Carmen y Seminario): 74 religiosas (65, Casa Madre; Colegio del Carmen, 6; Seminario, 3), en la enseñanza y la acción social. Discípulas de Jesús: 4 religiosas, en enseñanza y a la acción social.

Así, estas personas aguardaban a la primavera de ese 20 de marzo de 2005, festividad entre otros de San Juan Nepomuceno. Por nuestra parte, después de 20 años, y al cuarto de día de la misma esperamos dejar el abrigo, la bufanda y el paraguas, y que en Semana Santa no llueva.

Fuente: https://www.informacion.es

FIESTAS Y CELEBRACIONES

HENRI BOUCHÉ, CRONISTA OFICIAL DE BORRIOL

En este mes de marzo hay fiestas y celebraciones que llenan el calendario. Ha comenzado la Cuaresma, pero también afectan, además, las celebraciones que conciernen más directamente a nuestra provincia y Comunitat: las de las Fallas y las de la Magdalena. En ese orden preceden las primeras en localidades de la provincia como Burriana, Benicarló, la Vall d’Uixó y Almenara. En total, 43. Todas, en este momento (miércoles), a la espera de la decisión climatológica, pues, como suele decirse, las señales de agua son. Ojalá nos equivoquemos.

Pero, aquí, además, estas fechas coinciden con la fiestas que Castelló y provincia dedican a Santa María Magdalena con multitud de actos previstos. Son las fiestas fundacionales de tanto arraigo en la ciudad y también en la provincia en la que la profusión de actos es manifiesta: Romeria de les canyes (día 22), Nit Màgica (con la colaboración de Xarxa Teatre), conciertos, actos religiosos (como la ofrenda a la Mare de Déu del Lledó), desfile y encesa de las gaiatas («un esclat de llum sense foc ni fum»), mascletaes, castillos de fuego, etc, etc. Y, como dice, el Pregó de Bernat Artola, «ja el dia és arribat». O, como añade el infantil de Vicent Pau Serra, «vol fer al poble saber… que s’ha complit la tradició». Y eso esperamos un año más. Todo del 22 al 30 de marzo actual.

Es una celebración emblemática que rinde tributo a los orígenes y tradiciones de Castelló con motivo del traslado en 1251 de la ciudad desde la colina de la Magdalena hasta el litoral en el tercer sábado de Cuaresma. Toda la semana, nueve días, las calles se llenarán de música, danza y fiesta para celebrar una de las fiestas más típicas y populares. ¡Magdalena, vítol!

Fuente: https://www.elperiodicomediterraneo.com

HOMENAJE A LA MEMORIA Y A LA PALABRA A TRAVÉS DE LA FIGURA DE VICENT BALAGUER

El cronista de la ciudad será recordado durante las V Jornadas de Memoria Democrática de Dénia.

KEVIN CARRIÓ

La ciudad de Dénia se prepara para rendir homenaje a uno de sus referentes culturales más estimados, el CRONISTA OFICIAL VICENT BALAGUER, en el marco de las V Jornadas de Memoria Democrática, organizadas por el Ayuntamiento. El evento central del tributo será la presentación de una edición revisada de su libro Xiquets dels anys difícils, de la república al franquisme, obra galardonada con el Premi Cultura Popular Marina Alta en 1977.

La cita tendrá lugar el 23 de abril, Día del Libro, a las 19.30 h en la Biblioteca municipal. La edición ha sido coordinada por Rosa Seser, archivera de Dénia, quien ha explicado que el volumen incorpora “una introducción, notas al pie y recursos didácticos” para enriquecer su lectura.

Fuente: https://marinaalta.es

CASTELLÓ, 1945: ASÍ FUERON (Y ASÍ LAS CONTAMOS) LAS PRIMERAS FIESTAS DE LA MAGDALENA

CRISTINA GARCIA

1945 es el año cero de las fiestas de la Magdalena en su formato actual. Es el año que se escribe con letras de oro en la historia de Castelló al ser el ‘padre’ de unas celebraciones que han llegado a sus 80 años en plenitud, señaladas en verde en el calendario de casi toda la ciudad (y casi toda la provincia, podría aventurarme), con ganas de fiesta, de mascletà, de collas, de calle, de tradición y de orgull de pertinença.

1945 marca el inicio de la Magdalena tal y como las conocemos y con unos actos principales, que bien nacieron con ella, o se han ido incorporando. El proyecto de las fiestas de la Magdalena, desarrollado por el alcalde Benjamín Fabregat en 1945, no hizo sino seguir una idea que ya intentaron Salvador Guinot en 1914 y Enrique Ribés en 1926, en el periodo de la dictadura primorriverista, pretendiendo convertirlas en fiestas mayores, según APUNTA EL CRONISTA DE LA CIUDAD DE CASTELLÓ, ANTONIO GASCÓ, y se ve en las páginas de ‘Mediterráneo’ de la época.

El proyecto festero

“Este proyecto despolitizaba el proyecto falangista y militar de que lo fueran las conocidas como de la liberación de Castellón del mes de junio y proscribiendo las centenarias de julio que el grupo republicano había hecho suyas encomiando el mito del Castelló liberal. Es lo que explica el hecho de que en la época se hubiera visto el obelisco del parque de Ribalta, como una especie de monumento republicano y, haciendo caso omiso de su verdadera identidad, se derruyera. Tampoco se estimó oportuno convertir en municipales las fiestas de la Mare de Déu del Lledó por ser de carácter exclusivamante sacro”, EXPLICA EL CRONISTA.

Fue en noviembre de 1944, cuando el consistorio que ancabezaba Benjamín Fabregat aprueba la creación de la Junta Central de Festejos de la Magdalena, presidida por el concejal José Miazza, a cuyo cargo estuvo el diseño un programa de actos para el año siguiente que conoció la aparición los sectores gaiateros, de las figuras de las reinas, damas y madrinas, del certamen literario y del Pregó, un desfile anunciador creado por Manuel Segarra, en el que el ideario histórico y sobre todo el de la potenciación decimonónica de la idea de la provincia, tenían un marcado peso en su desarrollo.

También el valenciano pudo emerger, tímidamente, en los actos públicos, bajo la estricta supervisión de la autoridad civil, a modo de complacencia folclórica, en particular, en el certamen literario. Los premios otorgados al poeta Bernat Artola en 1946 y 1947, el primero por unas canciones con música de Pepe Godes, y el segundo por su poemario La balada del cor distret, suponen un hito que permite que la lengua propia pueda ser usada en los trabajos presentados al concurso poético, en una de las pocas concesiones que permitió el riguroso centralismo de la dictadura, según CITA EL CRONISTA.

Carmencita Abriat, la primera reina

Un año en el que la reina fue Carmencita Abriat Puig, hija de Miguel Abriat, capitán general de la III Región Militar y después presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, que impulsó importantes ayudas y obras públicas en este territorio. Y como damas tuvo, en la gaiata 1 Plaza Alcázar de Toledo, a Amelín Gimeno Tomás; en la 2 Plaza de la Paz, a Carmencita Grande; a María de los Desamparados Segarra en la 3 Plaza Generalísimo; Elisenda Ribés Segarra en la 4 Calle Navarra; Paquita Martínez Navarro en la 5 Plaza Rey Don Jaime; en la 6 Plaza de la Independencia, Carmencita Jordán; María Luisa Dols Cosín en la 7 Plaza de la Iglesia; Pilarín Sanjuan en la 8 Solar de Santa Clara; Mariita Renau Bueso, de la 9 Plaza de Clavé; Emilieta Gascó Calduch en la 10 Plaza María Agustina; la 11 Plaza de San Roque tuvo a Elvira Sidro López; y Trini Oms Nebot en la 12 Caserío del Grao.

Los bocetos de las “gayatas” (con y) fueron de Vidal, Llopis, Colón, Avinent, Vidal (la 5 y la 8), Escoda, Guallart, Chillida, Sanmillán, Rubert y Artola.

Precisamente en el primer año de las nuevas fiestas, el Teatro Principal contrató cuatro días el espectáculo la famosa Celia Gámez que, por su patente vinculación con la Falange llegaba incluso a tener bula de la implacable censura, con el largo de las faldas a lucir.

Un 1945 que, según se puede ver en el llibret de las fiestas, estaban a punto de abrir los Almacenes Monfort «de paquetería, mercería y géneros de punto, al por mayor y detall» en la plaza del Caudillo (Puerta del Sol), se anunciaba el Hotel Balneario l’Avellà de aguas medicinales en Catí; el Anís Castalia, de las destilerías de Miguel Vidal; los Chocolates Peñagolosa con su dulce de membrillo, y la Librería Hijo de Plácido Gómez era a la vez comercio e imprenta.

Nueve días de fiestas

Las fiestas duraron nueve días, lo mismo que ahora, de sábado a domingo de la semana siguiente, con unos 40 actos frente a los 200 actuales. Cada sector hacía su fiesta, integrándose además al programa oficial, que comenzó con el disparo de carcasa en salva; y acabó con una traca final de fiestas en cada barrio. Vamos, un Inici y un final, que se mantiene desde los inicios de la festa plena, donde la pirotecnia ya tenía su protagonismo, eso sí, no diariamente.

La inauguración de varias exposiciones y la instalación de las gaiatas monumentales en sus emplazamientos marcan el primer día, con una Fiesta de la Caridad y, a las 17.30 horas, inicio de la Cabalgata del Pregón.

Ahí queda la Romería y «reparto de rollos a los romeros pobres» con más historia que nada en la fiesta, y que este año cumple 650 años desde la consueta; un concurso de carros y caballerías, Tornà, Procesión de Penitentes y Desfile de Gaiatas, que empezaba su camino al BIC que celebrará este 2025, 80 años después. Había concurso de escaparates, corrida de bueyes, xarlotada, carrera pedestre, feria de ganadería y festival pirotécnico, carreras de caballos, carrera ciclista, festival folclórico y certamen literario y «un gran partido de fútbol en Sequiol». Y una “extraordinaria corrida de ocho toros de la ganadería de Concha y Sierra para los diestros Pepe Bienvenida, Pepe Martín Vázquez, Vicente Barrera y Rafael Albaicín”.

La primera Junta Central de Fiestas

En esa primera Junta Central de Fiestas estaban, como presidente, José Miazza; José Simón en la vicepresidencia, Carlos Murria de secretario; y, como vocales “un representante de los Cuerpos de la Guarnición”, Salvador Monfort Delmás, José Antonio Pata Galante, Carlos González Espresati Sánchez, César Arredondo Bombón, José Folch Safont; Juan Traver Tomás, Domingo Traver Escrig, Francisco Ruiz Ribelles, Antonio Vié Aicart, Juan Fabregat Sales, José Segarra Enrich, Antonio Pascual Felip, Manuel Sanz Blanco, Luis Rodríguez Bajuelo, Ramón Ripoll Montañés, Eduardo Codina Armengot, Joaquín Fabregat Viciano y Juan Bautista Porcar, además del presidente de la Societat Castellonenca de Cultura. El director de Mediterráneo estaba en el Consejo de Honor.

Nace el ‘Rotllo i canya’

Fue el año, además, y como guinda, de tres de los clásicos musicales populares de las fiestas de la Magdalena. Y fue a raíz de dos concursos, tal y como explica Gascó. Uno, fallado en el certamen literario de la Magdalena de 1945, conoció la victoria de Matilde Salvador en la composición para clarines y timbales de la Marxa de la ciutat. El segundo, celebrado en febrero del año siguiente, fue el marco del que surgieron Rotllo i canya, de José García Gómez, y Castalia, de los hermanos Vicente y Arturo Terol.

La cinta verde vendría mucho después. Para atarlas a las cañas en la Romeria se usaron por primera vez el 16 de marzo de 1952. Y se imprimieron en conmemoración del VII centenario de la fundación, siendo su color una idea mancomunada del erudito cronista provincial Eduardo Codina y de Ángel Sánchez Gozalbo, que lo fue de la ciudad, SEGÚN GASCÓ.

Fuente: https://www.elperiodicomediterraneo.com

EL MANICOMIO DE ELDA

GABRIEL SEGURA, CRONISTA OFICIAL DE ELDA

Un 23 de diciembre de 1891, hace 133 años, la Diputación de Alicante procedía a cambiar el uso del edificio que, desde 1862, había albergado en Elda el Hospital Provincial de Distrito, para convertirlo en el Manicomio Provincial de Alicante.

El edificio del hospital provincial y posterior manicomio estaba situado en lo alto de la loma sobre las que se sitúa hoy en día el barrio Virgen de la Cabeza. Edificio construido en el siglo XVI por don Juan Coloma, señor de Elda, como convento franciscano de Nª Sr. de los Ángeles, y que permaneció con tal fin hasta la nacionalización de los conventos y monasterios españoles en 1836.

Ante los elevados gastos que generaba la red de hospitales provinciales, la Diputación acuerda entre 1885 y 1886 la supresión de los hospitales de distrito de Alcoy, Orihuela y Elda. Frente a los dos primeros, el de Elda se decidió reconvertirlo en Manicomio Provincial, con destino a los dementes pobres de la provincia, ya que esta solución era más rentable que enviar a los enfermos psiquiátricos a establecimientos de otras provincias, como se venía haciendo hasta ese momento.

La disposición gubernativa dada hoy hace 133 años tuvo efecto el 1 de julio de 1892 cuando entró en pleno funcionamiento el Manicomio Provincial de Alicante, en Elda. Aquel establecimiento psiquiátrico, en el que los enfermos eran meramente recluidos en pésimas condiciones higiénico-sanitarias, perduró hasta bien entrado el siglo XX. Será a los escasos seis meses del fin de la guerra civil cuando a finales de septiembre de 1939 el centro psiquiátrico fue trasladado a la Granja-Sanatorio Psiquiátrico Provincial, en la localidad de San Juan de Alicante, actual Hospital Psiquiátrico Provincial “Centro Doctor Esquerdo”. Aún así, el manicomio de Elda no dejará de prestar algunos servicios hasta 1942, siendo demolido en los años posteriores.

Con aquella desafortunada demolición, los eldenses perdimos el último de  los grandes elementos monumentales de nuestro patrimonio: el edificio del convento franciscano. Antes ya habíamos perdido el palacio de los condes de Elda (1866-1886) y la iglesia barroca de Santa Ana (1937).

Fuente: https://www.facebook.com/cronistaoficialelda

SAN JOSÉ Y PETRER

MARI CARMEN RICO NAVARRO, CRONISTA OFICIAL DE PETRER

Hoy, la Iglesia conmemora la festividad de San José que sigue siendo día festivo en la Comunidad Valenciana a pesar de que en otras comunidades autónomas ya no lo es.

En el callejero de Petrer desde inmemorial existió la calle San José ya que así se denominaba a la que en la actualidad es la calle Castelar. Ubicada en el casco histórico arranca de la calle Gabriel Brotons y conduce, después de pasar por la de San Antonio, a la plaza de La Foia. Es paralela a la calle Independencia y Numancia con la que conecta por la plaça de les Ànimes.

La historia y la tradición oral cuentan que el justicia y los jurados de la villa pusieron este nombre al lugar en que se libró el 19 de marzo de 1590 una batalla contra los moriscos, en la que el alcaide del castillo Juan Payá se enfrentó a una sublevación de la población morisca que era mayoritaria en Petrer, venciendo a los que querían asaltar el castillo, dando gracias al santo por la victoria que les había otorgado en su día contra los sublevados.

En 1874, durante la celebración del segundo centenario del Santísimo Cristo, y según consta en el padrón de vecinos de ese año y en el de 1889, era todavía calle San José y en agosto de 1901 ya aparece como Castelar. El cambio se produjo en 1899 a raíz de la muerte de Emilio Castelar, insigne político y orador, que tantos amigos y seguidores tuvo en Petrer y en otros pueblos de la comarca.

Hasta no hace mucho tiempo, en la casa que ocupaba el n.º 9, a la altura del primer piso, entre dos ventanas, se hallaba una pequeña imagen de bulto redondo del santo. Estaba en una hornacina excavada en la pared con moldura rectangular en la parte superior y laterales, y triangular en la parte inferior, con una repisa saliente de azulejos.

En la antigua iglesia de San Bartolomé, en el año 1632, ya existía una capilla dedicada al santo. En esa fecha sólo seis familias ostentaban el patronato de las cinco capillas que había y la dedicada a la advocación de San José correspondía a los Rico. En una sociedad tan profundamente religiosa ejercer el patronato de una capilla era una muestra de distinción. Con motivo de las obras que se realizaron para construir el nuevo templo la imagen del santo se llevó a la ermita de San Bonifacio y cuando se bendijo la nueva iglesia, el 23 de agosto de 1783, regresó a la parroquia. Esta imagen fue destruida, junto a todas las demás durante la Guerra Civil y, tras la contienda, el 16 de junio de 1940 se consagró una nueva. El presbítero petrerense D. Conrado Poveda acompañado de D. Vicente Marhuenda, coadjutor de la iglesia de San Juan Bautista de Monóvar, se trasladó procesionalmente a la casa del industrial Ricardo Villaplana Reig, situada en el Portal, y bendijo la nueva imagen del patriarca, que él y su esposa Josefina Vera habían regalado a la parroquia. Después fue trasladada procesionalmente al templo con asistencia de inmenso gentío, acompañado de las autoridades y de la banda municipal de la villa. La llevaron familiares en andas construidas al efecto y se encuentra en un altar a la entrada de la capilla del Sagrario. Desde 2021 la imagen se coloca en el altar mayor de la iglesia el día de su festividad. También en la iglesia de la Santa Cruz en el lateral del presbiterio se encuentra una imagen del santo.

También tenemos conocimiento de la existencia de la Capellanía de San José, fundada por el licenciado y canónigo de Orihuela, D. Juan Cortés de Marquina, en su testamento ante el escribano de dicha villa José Cambronero, el 16 de febrero de 1705. El capellán poseedor de la capellanía tenía la obligación de celebrar 80 misas rezadas anualmente, 60 en la iglesia parroquial y en el altar de San José y los 20 restantes en la ermita de San Bonifacio. Éstas fueron reducidas por el presbítero D. Conrado Poveda a 60, por ser escasas las rentas y con el fin de que resultasen a cuatro pesetas cada una. La capellanía sobrevivió a la desamortización y a ella pertenecía la casa situada en la calle La Virgen n.º 5, con 3 pisos y una renta de 80 ptas., que se destinaba para morada del capellán que fuera poseedor de la misma. También tierras ubicadas en el Guirney, Hoya de Monfort, la huerta, el cuadro y dieciocho tandas de agua. Éstas últimas, se distribuían en ocho tandas en los turnos de huertas y diez en los de olivares, total dieciocho tandas cada año o en los doce turnos correspondientes. Conocemos el nombre de algunos de los capellanes que estuvieron al frente de la misma entre los que destacan Luis Poveda, el capellà de Monis, hermano del pintor Vicente Poveda (Petrer, 1857- Roma, 1935) y D. Jesús Navarro el Vicari (1900-1992). Desde 1978 la casa perteneciente a esta capellanía es propiedad de la fila Kadirs, la del cuartelillo de la Palmera, de la comparsa Moros Viejos, que la adquirió en 1987 previa autorización del obispado de Orihuela-Alicante.

Un barrio de Petrer también lleva el nombre de San José. Está situado al sur del casco urbano y con esta denominación hay también una avenida y una calle. El nombre de la avenida se aprobó en 1990 y se extiende desde la calle El Campet hasta la calle Barrio San José, camino de acceso al barrio. Esta calle es la más antigua y la que le da el nombre a todo el barrio. En sus orígenes fue una calle familiar, con una treintena de casas, en las que habitan varias generaciones de unas pocas familias. La primera construcción de esa zona fue la vaquería, propiedad de Pansilla en los años 40 del pasado siglo. La siguiente fue la vivienda que levantó Eusebio Martínez Sánchez, natural de Montealegre del Castillo, en la década de los 50, mientras que el resto de la zona eran bancales. El barrio de San José es una zona en expansión y a excepción de la calle San José, todo son viviendas unifamiliares de nueva construcción: bungalows y chalets.

Por lo que respecta a la celebración de esta festividad, sabemos que en los primeros años del siglo XX en la calle San José (actual Castelar) se disparaba un castillo de fuegos artificiales y, por supuesto, en todas las casas en las que había algún Pepe, Pepa, José o Josefa, Josefina, Fina o Fini o María José que por cierto eran y siguen siendo muchas no faltaban los típicos buñuelos de calabaza que todavía hoy se hacen en muchos hogares petrerins y reúnen a las familias para degustar esta repostería típica valenciana que se espolvorea o rebaña con azúcar.

La tradición católica europea conmemora el día de San José el día, el día del padre y desde estas líneas queremos felicitar a todos los padres y a todos los que celebran hoy su santo. Muchas felicidades y que tengáis un buen día.

I hui sol, familia, amics, bunyols, qué més es pot demanar!!!!. Bon dia amics i amigues. A disfrutar.

Fuente: https://www.facebook.com/hashtag/cronistaoficialpetrer

L’OFRENA MÉS SOLIDÀRIA/LA OFRENDA MAS SOLIDARIA

JOSE SALVADOR MURGUI SORIANO, CRONISTA OFICIAL DE CASINOS

Son las doce y cincuenta minutos del día 18 de marzo. He estado contemplando la Ofrenda de Flores a la Virgen de los Desamparados desde las cuatro de la tarde del día 17 de marzo desde diferentes puntos de nuestra ciudad.

En este momento están dejando sus flores a los pies de la Virgen, las Comisiones Falleras de los pueblos afectados por la Dana.

La ofrenda es el acto más arraigado en los corazones de los valencianos. La ofrenda si hubiera que calificarla con una palabra seria <EMOCIÓN>, es el documento que define lo que el corazón calla.

Cuando ha pasado una de las primeras Comisiones Falleras, al subir el Reel a las redes no he podido reprimir la frase: “Ofrenda en el corazón por todos los afectados por la Dana”, porque en la mente de todos está el recuerdo del 29 de octubre.

Las lágrimas han sido la riada de amor de esta ofrenda 2025, porque la solidaridad ha sido la ofrenda de todos a esos pueblos hermanos ahogados por el barro y el agua.

Aquel silencio, hoy son lágrimas a ritmo de ese paso doble universal llamado “Valencia”, aquel horror hoy son flores en una plaza que nos abraza a todos y aquella tristeza, hoy es solidaridad, que deposita en unas flores, la más profunda súplica a la Madre de los Desamparados.

Valencia es grande, fuerte, con capacidad de regenerarse y con la mirada puesta en el cielo, pues la Madre nunca se cansa de amar y aunque la duda nos invada, esa mirada amorosa, nunca nos va a abandonar.

Las Fallas, son el mejor y mas grande tesoro de Valencia, el tesoro que une, el tesoro que embellece a las personas, el tesoro que nos hace diferentes, tan diferentes como todos los trajes que desfilan, qué nunca hay dos igual.

Ofrenda solidaria, ofrenda que nos invita a NO OLVIDAR, ofrenda que solo el pueblo valenciano sabe ofrendar.

Nunca olvidemos que Valencia somos todos y que la emoción es el amor y el recuerdo que un pueblo ofrece a ese pueblo dolido y sufriente y lo hace a los pies de la Mare, de la Mareta, de la Patrona de Valencia, la Verge dels Desamparats.

¡Por todos los pueblos afectados que nunca se sientan olvidados y aquellos que lamentablemente se fueron, descansen en el regazo de la Madre!

Siempre con ESPERANZA. ¡Valencia es tu hora!

Fuente: https://valencia.elperiodicodeaqui.com

JUAN ORTS ROMÁN, EL CRONISTA QUE INMORTALIZÓ EL ALMA DE ELCHE

DANIEL RUIZ PERONA

JUAN ORTS ROMÁN, nacido en Elche en 1898, fue una figura clave en la conservación y difusión del patrimonio cultural de su ciudad. Desde joven mostró un gran interés por las humanidades, publicando su primer artículo con tan solo 13 años. Aunque se licenció en Derecho en Madrid, su verdadera pasión fue la escritura y la investigación histórica, lo que lo llevó a convertirse en CRONISTA OFICIAL DE ELCHE y en una de las voces más influyentes sobre el Misteri d’Elx.

A lo largo de su trayectoria, colaboró con numerosos periódicos y revistas, defendiendo siempre el valor cultural de las tradiciones ilicitanas. Su prolífica obra literaria incluye títulos como Guió de la Festa o Misteri d’Elx y Desventura y misterio de la esfinge de la Alcudia, reflejo de su profundo conocimiento de la historia local. Su firme defensa del Misteri lo llevó incluso a enfrentarse públicamente a figuras como Eugenio d’Ors en un célebre debate sobre la relevancia literaria de la Festa.

Más allá de su faceta como escritor e historiador, Orts Román dejó una huella imborrable en el Huerto del Cura, que heredó en 1940 y convirtió en un jardín de proyección internacional. Bajo su gestión, este espacio recibió la distinción de Jardín Artístico Nacional en 1943 y, décadas después, se integró en el Palmeral de Elche, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000.

Reconocido por su incansable labor en favor de la cultura, fue Académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y recibió la Encomienda del Mérito Civil. Falleció en 1958 en Orihuela, dejando un legado imborrable que sigue vivo en la memoria de Elche. Por expreso deseo, sus restos descansan en la capilla del Huerto del Cura, el lugar que tanto amó y que convirtió en su gran obra.

Fuente: https://elchecapital.com

REGINO MÁS Y EL EXTRAÑO CASO DE LA FALLA RECICLADA

FRANCISCO PÉREZ PUCHE, CRONISTA OFICIAL DE VALENCIA

Hace 75 años, en 1950, España empezaba a salir del primer túnel de la posguerra para enfrentarse a una década que tenía que ser de mucho sacrificio, largo silencio y trabajo duro. Así, en un ambiente de más ilusión que realidades materiales, la fiesta fallera vivió un año en el que José Iturbi fue protagonista, tras el éxito de su gira europea al frente de la Orquesta Municipal. Con él, cuatro artistas falleros triunfaron: los hermanos Antonio y Juan Fontelles, Modesto González y Regino Más. El gran maestro alcanzó el éxito en dos fallas; pero en la de la plaza del Caudillo fue autor de un ‘reciclado’ histórico que solo con el tiempo se ha podido conocer.

En su libro ‘Plaza Mayor’, nuestro compañero Manuel Andrés Ferreira, experto investigador de las fallas, cuenta la extraña aventura de la falla del So Quelo de 1950 en la plaza del Caudillo. Que no fue otra cosa que un ‘refrito’ o mejor la reconstrucción de una falla, nacida en el verano de 1949 para ser quemada en Madrid durante los actos sindicales del 18 de Julio. Según Andrés Ferreira señala, la falla tenía que criticar a Estados Unidos, por tener a España en cruel aislamiento diplomático, sin dejarle ser miembro de la ONU: Porque en 1946 la Resolución 39 había condenado al régimen de Franco como una dictadura no presentable en una asamblea de democracias.

Pero lo que el sindicalismo falangista de Sanz Orrio preparó con vehemencia fue rechazado por el cauteloso equipo diplomático de Martín Artajo en Asuntos Exteriores, dedicado a reconstruir la posición española en un mundo donde el Telón de Acero se estaba configurando cada vez con claridad mayor. Así las cosas, Franco, en julio de 1949, inauguró dos bloques de viviendas y un grupo escolar, pero no vio falla alguna. Y Regino Más se quedó con un taller lleno de ‘ninots’ sin mucho sentido, que decidió reutilizar.

Más se llevó el primer premio con una falla donde una novia buscaba marido candil en mano, pero González se lo puso difícil

Como Andrés Ferreira constató, la falla de la plaza de marzo de 1950 dio salida al material almacenado. El So Quelo, el personaje central durante esos años, era un plutócrata yanqui transfigurado: una venda en los ojos aludía a la inseguridad de la vida, pero también al arte de ‘no querer ver’ lo que todos vieron en las escenas: los altos precios de los alimentos, la falta de viviendas, la carestía de los alquileres… las cosas reales de una vida muy dura. Cambiado el muñeco central, la bola del mundo sirvió para el nuevo proyecto, al igual que la arquitectura de las escenas, de calle o de interior. No fue difícil para el maestro fallero cambiar las caras y los trajes: a fin de cuentas, un preboste de la política internacional no era muy diferente de un estraperlista del aceite bajando de su ‘haiga’.

Las mejores fallas

La falla de la plaza del Caudillo, ya se sabe, no entraba en concurso. Pero la de la plaza del Mercado sí. Y ahí es donde Regino Más encontró, un año más, el primer premio, con un monumento donde una novia buscaba marido candil en mano. Pero en ese ejercicio, el artista tuvo un fuerte competidor en su colega Modesto González, que alcanzó el segundo premio con la falla levantada en la calle Grabador Esteve. Fue la del Gas Lebón, plantada frente a la sede de la empresa en un año especial, de aniversario de la compañía, donde se reunió un presupuesto respetable. Aquella mano que sostenía una primorosa bandeja aún está en el recuerdo de los buenos aficionados. Y la prueba de la difícil decisión de los jurados es que el veredicto final no se tomó por unanimidad sino por mayoría.

La interpretación de ‘El Fallero’ en la plaza, por todas las bandas presentes en la Valencia festera, fue, seguramente, el momento de mayor intensidad de un año en que el alcalde Manglano y la fallera mayor, Mavy Noguera, rindieron homenaje al maestro José Iturbi después de su gira con la Orquesta por Francia y Gran Bretaña. Se dice que Iturbi, con grandes relaciones en la Casa Blanca, hizo mucho por el deshielo de las tensas relaciones entre Estados Unidos y España.

En todo caso, en enero de 1950, el diplomático Dean Acheson escribió en el ‘New York Times’ que el bloqueo a España no tenía ya mucho sentido. En efecto, a lo largo de 1950, con el inicio de la guerra de Corea en junio, el papel estratégico de España se empezó a considerar clave en la lucha contra el comunismo. Franco ofreció enviar soldados españoles a Corea y, en noviembre, la resolución 386 de la ONU abrió brecha en las relaciones diplomáticas bloqueadas; en 1952 se inauguró la Casa Americana en Valencia y en 1953, con el convenio de construcción de las bases americanas en Morón, Zaragoza, Rota y Torrejón, España estuvo lista para entrar en la ONU en 1955.

Los platillos volantes

En los primeros meses del año 1950, era el tema del momento, la última moda en la tertulia del bar, el material de cuchicheo en el autobús… La gente hablaba de los platillos volantes y los periódicos se referían a misteriosos avistamientos. Sin que hubiera explicaciones oficiales y sin que las fuerzas aéreas del mundo, singularmente las de Estados Unidos, fueran capaces de confirmar ni denegar nada, lo cierto es que el mundo –no solo España– estaba siendo sacudido por la sensación de que había objetos voladores no identificados y que en ellos viajaban seres extraños –¿marcianos?– que seguían nuestros pasos y nos observaban. Todo eso vino a coincidir con la aparición en el cielo de llamativas estelas blancas, que en realidad fruto de los chorros de condensación de calor de los nuevos motores a reacción, que por aquellos años comenzaron a usarse. Hay que recordar que el famoso Incidente Roswell, de Nuevo México, tuvo lugar en 1947 y que de él emana una honda de películas de ciencia ficción que se apoya, de algún modo, en los temores por la creciente serie de pruebas nucleares y en la Guerra Fría.

Doña Concha Piquer

Como ocurrió otros años, el teatro Principal acogió, en marzo de 1950, la presencia de doña Concha Piquer, que hacía un hueco en sus actuaciones para volver a su querida Valencia. No es raro que tan gran estrella destacara entre una programación teatral limitada a la revista de segunda división o al teatro de mero entretenimiento. Eslava programó ‘Los mejores años de nuestra tía’, con Guadalupe Muñoz Sampedro, y Ruzafa ‘Los babilonios’, con Raquel Daina y Antonio Garisa. En el Alkazar se podía ver a Mercedes Vecino y Antonio Amaya y en Apolo se ponía en cartel ‘Los haigas’. En una Valencia donde, más incluso que los toros, gustaba, en las noches falleras, el boxeo y el catch, la publicidad de Concha Piquer decía: «La única y primera tonadillera del mundo, en su despedida de España. Marcha para América donde permanecerá cuatro años. ¿Volverá a trabajar cuando vuelva?». En una entrevista que nuestro periódico le hizo durante esos días se le preguntó a la gran estrella que le había gustado más de las fiestas y respondió que le agradaban «hasta los defectos, si es que los tienen».

Radio Nacional de España

En la foto podemos ver a dos estrellas entre giradiscos. Son Isabel Tortajada y Eduardo Sancho, voces inolvidables de Radio Nacional de España en Valencia, una emisora, recién desembarcada en el edificio Balkis de la avenida del Oeste, que en las Fallas de 1950 llamó poderosamente la atención por su presencia en los festejos. Radio Nacional empezó sus emisiones durante el sorteo de Lotería de Navidad de diciembre de 1949. El periódico comenzó a dar noticia de su programación el 21 de enero de 1950, cuando dirigió un saludo a la nueva emisora al tiempo que recordaba el quehacer de las dos ya existentes, Radio Valencia y Radio Mediterráneo. En ese caso, mencionamos a los pioneros de la radio valenciana, Valeriano Gómez Torre y Enrique Valor, alma de la SER en Valencia, pero dimos la bienvenida a los que llegaban con medios y brío periodístico nuevo. Y es que Radio Nacional contaba con excelentes voces, bajo la dirección de Andrés Moret, con Dimas Bonmatí al frente de la programación y José María Cruz Román como redactor jefe. (Foto del libro ’50 años de RNE en Valencia’, de Ricardo Dasí).

Fuente: https://www.lasprovincias.es

DE LA CALLE LAS ERAS A JOSÉ PERSEGUER (II)  DE LA MIAMI A LA HELADERÍA CASILDO

MARI CARMEN RICO NAVARRO, CRONISTA OFICIAL DE PETRER

Comenzamos el paseo por esta calle del corazón de Petrer y lo haremos con un recorrido detallado por la parte que corresponde a los números impares. Será un recorrido por los espacios y por el tiempo ya que, en algunas ocasiones, nos permitirá adentrarnos en comercios y pequeños negocios casi seculares. Nos detendremos y nos daremos cuenta de la vida que había detrás de cada uno de estos pequeños negocios que se convirtieron en proyectos vitales para hombres y mujeres que pusieron su ilusión, buen hacer y pasión en los mismos. Conoceremos tiendas que ya forman parte de la historia de Petrer y a personas que permanecieron muchos años detrás de un mostrador. Nos remontaremos incluso a la primera mitad del siglo XX, época en que la gente iba muy justa de dinero y no había muchos productos para vender. Igualmente estaremos en el Petrer de los años 50 y principios de los 60, unas décadas de expansión económica para el país y para el pueblo. Tiempos de cambios en el comercio, que ahora parecen increíbles. Evocaremos una calle llena de vida, una calle de mucho tránsito, muy atractiva para abrir negocios y a la que la gente le gustaba acudir y encontrarse con la alegría y el atractivo de comercios y bares. En fin, la alegría de un pueblo vivo. Estoy segura que os sorprenderá, y lo vamos a poder ver a lo largo de estos trabajos, como una calle de pequeñas dimensiones albergaba tanta y tanta vida.

Empecemos ya nuestro itinerario. A fecha de hoy y desde hace ya algunos años, se inicia la calle José Perseguer con la fachada de la Clínica Veterinaria Derrocat a la que se accede por Cánovas del Castillo. Este espacio fue el almacén y tienda de piensos propiedad de José María Bernabé Sarrió el Tort de Maties y su esposa Remedios Poveda Vicedo la Pintà, donde además vendían almendras, harina, legumbres y granos. En la memoria de los que conocimos este almacén están los sacos apilados y cargados de todos estos productos. La vivienda la tenían en el piso superior, con entrada por Pedro Requena. En los años ochenta estuvo en lo que hoy es la clínica veterinaria la Caja de Ahorros de Valencia.

Pero retrocedamos por un momento a los años 50 del pasado siglo y centrémonos y adentrémonos en lo que fue el nº 1 de esta calle donde María del Carmen Francisca (Paquita) Visedo Jover (Agost, 1933 – Elda, 2018), más conocida como la Miami o Marifrans, una mujer moderna y valiente, tuvo su tienda. Sus padres tenían comercio en Agost y cuando ella era muy pequeña se trasladaron a Murcia para seguir con el oficio. La Miami, como la llamaban en Petrer, fue una mujer emprendedora, adelantada a su tiempo y abrió a principios de los 50, con tan solo 17 años, una mercería a la que le puso de nombre Miami. El nombre de la tienda se debió a que ella era una gran lectora y por entonces devo¬raba novelas de origen americano y, por eso, eligió ponerle a su tienda el nombre de la mítica ciudad de Florida. En su tienda hacía, fundamentalmente, jerséis a medida con una má¬quina especial que adquirió en la ciudad de Murcia. Y vendía todo tipo de prendas de punto como rebecas, niquis, suéteres, mambos, chaquetas, vestidos, trajes de baño… Igualmente y, así aparece en la publicidad de su pequeño negocio, comerciaba con artículos de mercería, perfumería, paquetería, loza y cristal. Pero ésta no fue la única tienda que tuvo Marifrans a lo largo de su vida, ya que esta mujer tuvo gran visión para los negocios y llegó a tener abiertos al público la friolera de diez esta¬blecimientos de confección de ropa, dos de ellos en Petrer, tres en Elda y uno en Alicante, Novel¬da, Villena y Caudete. Estos no fueron sus únicos nego¬cios ya que cuando se casó con el eldense Francisco Pérez García, también perteneciente a una familia de comerciantes los Petroleros, abrió una fábrica de ca¬jas en la calle Cervantes nº 3, y en la parte de arriba de la misma montó un salón de belleza. En 1971 se trasladó a Elda y abrió un salón de belleza y una peluquería por todo lo alto y la boutique Marifrans. Su hermana Pepita la de Tomaset tenía una tienda muy cerca de la de la Miami, en la calle Gabriel Payá, en la que vendía lanas. Hoy, la tradición comercial de esta audaz mujer perdura en su hija Mari Ángeles que tiene una tienda de ropa en Elda, Dándara.

En este mismo lugar, después de la Miami, estuvo la tienda de electricidad y sonido propiedad de Alfonso García Soriano (Yecla, 1909 – Petrer, 1988) en la que vendía material eléctrico (enchufes, bombillas…), además de realizar instalaciones eléctricas y arreglos de electrodomésticos de la época. Esta tienda la cerró tras su jubilación en los años 70. Alfonso vino a Petrer de adolescente, sus primeros trabajos como electricista fueron en una de las cerámicas que había en el Camino Viejo de Elda y en la fábrica de Calzados Luvi y, los fines de semana, trabajaba como aposentador del Cine Cervantes. Después hizo trabajos de electricista para el Ayuntamiento. Alfonso siempre iba con su escalera al hombro ya que se encargaba de llevar el mantenimiento eléctrico del pueblo, instalando las luces y el sonido de las fiestas. Sobre los años 50 montó un pequeño taller en la calle José Perseguer nº 15 con el nombre de “Radioelectricidad. Alfonso García Soriano”, “servicio de altavoces y reparación en general para trasladarse años más tarde al nº 1 de esta calle.

El local donde estuvo primero la Miami y después Alfonso era propiedad de Antonio Juan Maestre el Sastre que tenía su vivienda en la calle Pedro Requena nº 4. Estaba casado con Dolores Laliga Ventura, hermana del carnicero José María el Roig, y su hijo Antonio Juan Laliga fue jefe de extranjero del Banco de España en Madrid. Esta casa la compró José María Bernabé y en la actualidad vive un nieto suyo.

A continuación, en el número 3 de la calle abrió la que fue la primera heladería que hubo en Petrer, la de Casildo Máñez Sánchez (Petrer, 1914 – 2000). Pero en ese mismo local que poco después se convirtió en heladería, Casildo, ya en 1947, alquilaba y reparaba bicicletas y, en 1950, se ofrecía para instalar motor a las mismas. Después, cambió las bicicletas por el helado. En Petrer, con anterioridad a Casildo, hubo vendedores ambulantes de helados como Pere el Fayago, Ricardo Pebrella o Teresa la Torratera que vivía en la calle Miguel Amat en lo que hoy es la Casa del Fester y vendía helado por las calles de Petrer, a finales de los años 40, siendo famoso su mantecado y sus chambis, pero heladería propiamente dicha no hubo antes a Casildo. Él abrió en los años 50 como Heladería Casildo y al frente de la misma estaba su mujer María Iniesta Herrero (Sax, 1918 – Petrer, 2007). De esta heladería eran muy típicos los granizados de café, agua cebada, limón y horchata, también chambis y polos de menta que tras comerlos dejaban huella en la boca tiñéndola de un intenso color verde. Este establecimiento de venta de helados posteriormente obtuvo la concesión de la marca Frigo, empresa española fundada en 1927, dedicada a fabricar y comercializar helados que forma parte desde 1973 de la multinacional Unilever. Entre los clientes más asiduos se encontraba el célebre médico eldense D. José Pertejo que subía muchas noches a Petrer a tomar helado. Casildo tenía un carrito de helados que recorría el pueblo vendiendo helados, traspasó su negocio a Armando Francés Camarasa y María Teresa Francés y a partir de ese momento fue la Heladería Fama, Abrieron en total cuatro heladerías “Fama”: dos en Elda, en la calle Pedrito Rico y en la Avenida Alfonso XIII y dos en Petrer, una en La Frontera y la otra en la que antes fue de Casildo. En 1993 todavía estaba la heladería Fama en el nº 3 de la calle José Perseguer. Finalmente las cerraron todas. Fueron los únicos heladeros que no llevaron carritos, aunque él tuvo uno en Bañeres, su localidad natal, antes de llegar a Petrer y a Elda.

Volviendo a Casildo tenemos que decir que fue un hombre emprendedor y pionero en muchos ámbitos. Entre sus muchas facetas vitales destacar que fue él quien abrió la primera librería en Petrer, en la calle Miguel Amat, junto a un laboratorio fotográfico. También tenía una “parada” a la puerta del ayuntamiento en la que vendía prensa y cómics, convirtiéndose en un clásico del antiguo mercado de la plaça de Baix.

El local donde estuvo Casildo y la Heladería Fama fue propiedad del asturiano Melchor Mares, administrador de correos, quien realizo la reforma de la vivienda, en 1927, que tenía acceso por la calle Pedro Requena nº 6 y construyó el característico balcón acristalado tan típico de las viviendas del norte de España. En la actualidad esta singular vivienda, magníficamente conservada, y las partes traseras de la misma que dan a José Perseguer pertenecen a Eduardo Ibáñez Edu, el Pintor y a su mujer Luisa Rico, tras comprarlas a Josefa Mares de Lago, hija de Melchor. En los bajos de esta casa que dan a la calle José Perseguer n.º 3 estuvo durante muchos años la droguería de Juan Carratalá, en la actualidad Benjamín, y, al lado, había una heladería. Este local hace unos pocos años pasó a formar parte de la Droguería Benjamín, ampliándose así la droguería de Juan Carratalá.

Os espero el próximo mes que recordaremos la droguería de Juan Carratalá. Y, así, iremos caminando despacio, poco a poco, mes a mes, hasta llegar al final de la calle donde estuvo la fábrica de cajas de Leopoldo Pardines. Veremos como detrás de cada puerta había una familia y una historia que contar. Así que una poca de paciencia porque nos quedan muchas puertas que abrir, muchos lugares donde entrar y muchas historias que recordar. Por tanto, continuará… Hasta el próximo mes.

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