RUBÉN SEBASTIÁN
El intento de promover festejos taurinos en Carcaixent, por parte de una peña recientemente creada, ha abierto el debate sobre la conveniencia o no de impulsar este tipo de programas festivos. Hay opiniones de todos los colores. También hechos fehacientes. El CRONISTA DE LA CIUDAD DE CARCAIXENT, BERNARDO DARÀS, lo tiene claro: «Carcaixent no puede considerarse un pueblo de tradición taurina».
Eso no implica, ni mucho menos, que no existan antecedentes a lo largo de la historia. Al respecto, DARÀS reflexiona que la sociedad carcaixentina era muy similar a la valenciana o la alzireña. «A la hora de organizar fiestas, se podía tener lo mismo que en otras ciudades. Se podían hacer corridas de toros, como en otras poblaciones de gran tamaño, especialmente en los siglos XVIII y XIX, aunque nunca llegó a ser habitual, por eso no arraigó», indica.
EL HISTORIADOR LOCAL señala, precisamente, este como el factor determinante a la hora de calificar (o no) una fiesta como tradición. «Difícilmente, podemos comparar a Carcaixent con Algemesí o Sollana, donde la afición por los toros se ha conservado. En Carcaixent, han sido festejos esporádicos, no han tenido continuidad», sostiene. Asimismo, DARÀS señala que, en el municipio, era más común que se promoviesen peleas de gallos que corridas, ‘bous en corda’ o cualquier otra modalidad de festejos taurinos.
Además, EL CRONISTA incide en que, cuando se han organizado festejos taurinos, rara vez ha sido el consistorio el que los promovía, como sucede en la actualidad, pues surge de una iniciativa popular. «Quizás aparecía una falla o un grupo de festeros que lo financiaba, pero somos un pueblo en el que ni siquiera ha existido una comisión taurina», expone.
Promovida por la Iglesia
A lo largo de la historia, por tanto, son pocos los antecedentes documentados. DARÀS da fe festejos taurinos en el año 1755, organizados por el Clero para conmemorar el centenario de la canonización de Sant Vicent Ferrer. También de hasta cinco corridas entre 1848 y 1879.
Sin embargo, recuerda las palabras del historiador y cronista Francisco Fogués: «Los carcaixentins, por su natural bondadoso, han sido siempre refractarios a tan locas expansiones y han preferido gozar sin mistificar a enlutar los sentimientos por el ejercicio de instintos malos». Estas hacen referencia al rechazo que la localidad promovía ante acciones extremadamente violentas propias de otra época, pues Fogués destaca que en otras poblaciones era común que se cortasen las patas traseras del animal para evitar que se defendiera tras ser «cosido a puyazos y cuchilladas».
«Carcaixent, como muchos otros pueblos, ha visto en sus calles muchas manifestaciones festivas que se consideran una tradición allá donde se ha conservado. Se han realizado ‘cordaes’ o Corregudes de Joies, como también festejos taurinos, pero eso no quiere decir que sea algo típico de aquí. Tuvieron su tiempo, pero hace mucho que pasó», sentencia DARÀS.
Último precedente
Con todo, una nueva asociación taurina busca implantar festejos como ya ocurriera, durante varios años, a principios de los noventa. En 1991, durante las fiestas patronales, una plaza de toros portátil se instaló en Carcaixent para acoger desde espectáculos de «enanitos toreros» hasta concursos de ganaderías. Sin embargo, como se ha repetido a lo largo de los siglos, no tuvieron continuidad dado el escaso interés que suscitaban en la población.
A diferencia de lo que defiende DARÀS, el colectivo sostiene que, en el barrio de Les Barraques, los festejos taurinos sí que se consideran una tradición. Su intención es la de promover actividades con «vaquillas y toros formato ‘Grand Prix’», sin que en ningún caso se dé muerte a los animales.
La idea, no obstante, se encuentra todavía en fase embrionaria. De hecho, los promotores ni siquiera se han reunido todavía con el gobierno municipal para plantear su propuesta. El colectivo ha buscado obtener apoyo a través de redes sociales para comprobar si obtiene, o no, el respaldo vecinal. Han encontrado tanto partidarios como detractores.
El ejecutivo local ha admitido que, a falta de conocer todos los detalles, actuarán siempre de acuerdo a la ley. Una ley que tendrá en cuenta la condición de Carcaixent como Ciudad Amiga de los Animales.
Fuente: https://www.levante-emv.com