Arxiu diari: 5 d'abril de 2025

40 AÑOS SIN EL CINE REGIO

MARI CARMEN RICO NAVARRO, CRONISTA OFICIAL DE PETRER

Fue el último fin de semana de marzo del año 85, hace ahora cuarenta años, cuando el cine Regio cerró sus puertas quedándose Petrer sin una de sus más emblemáticas salas de cine privado. Fue ese último fin de semana cuando las puertas del Regio ya no se volvieron abrir y Petrer se quede sólo con el Teatro Municipal Cervantes como cine público los fines de semana.

El cine Regio aparece en el panorama cinematográfico local al inicio de la década de los sesenta, aproximadamente cinco años después de la llegada del proyecto de construcción al Gobierno Civil de Alicante. Se da la circunstancia de que, paralelamente, se inauguraba otro espacio similar en la población, el cine Goya, en la calle Juan Sebastián Elcano. La apertura de ambas salas se realizó con un intervalo de tan sólo un día. En la misma zona donde se ubicaba el cine Goya, en el barrio de la Frontera, existía otro cine, el Aguado y, un año después, en 1962, por sus aledaños, comenzó a funcionar el cine Capri, éste último de breve trayectoria.

El bancal donde se construyó el Regio era propiedad de la familia Millá y en el mismo, antes de la construcción del cine los jóvenes solían jugar al fútbol. Los Millá decidieron construir un cine por el auge que tenía el cinematógrafo por aquellos años. Durante el tiempo en que esta familia regentó el cine, Carlos se encargó de la administración y su hermano Paco se ocupó de la programación. Cabe destacar que, por sus buenas manos con el dibujo, ejerció de rotulista: las pizarras donde aparecían los avances de las películas eran trabajo suyo. Se colocaban en tres lugares diferentes: Avenida de Elda, Gabriel Payá y en el mismo cine. La capacidad del Regio era de 1.100 butacas y, al margen de la proyección de películas, la sala tuvo otras funciones, como la celebración de aquellos primeros Juegos Florales que más tarde dieron paso a los pregones. La sala nunca se llenaba con estos actos y al final de la década sobraban más de las dos terceras partes del aforo.

Fue en este cine donde tuvo lugar el primer pregón de nuestras fiestas de Moros y Cristianos. Sí en aquella mañana del 25 de abril de 1965, en el Cine Regio, coincidiendo con el Día de las Banderas, tuvo lugar el primer pregón organizado por el Círculo Juvenil Villa, siendo el pregonero Hipólito Navarro. Hasta 1969 se hizo el mismo Día de las Banderas por la mañana, al principio en el Cine Regio, y en 1970 se hizo por la noche en el Teatro Cervantes hasta 1972 ya que, al año siguiente, 1973, se pasó de nuevo el domingo por la mañana, volviendo a la noche en 1977 hasta la actualidad.

El cine Regio, como apuntó Concha Maestre Martí (1994) en su interesante trabajo, fue algo más que un cine al uso y en él algunos domingos por la mañana se celebraban sesiones de marionetas, además de actos culturales y políticos. Entre ellos, destacar a conferenciantes como Álvaro de la Iglesia o recitales de piano, interpretados por Jesús Ángel Rodríguez Martín o el mitin que pronunció el profesor Enrique Tierno Galván. Porque el Regio sirvió también de escenario para la democracia. Aquellos primeros mítines pasaron por su interior y a excepción de un sólo grupo político, Falange, todos se dieron cita entre sus cuatro paredes.

La falta de infraestructura del local imposibilitó algunas actuaciones, ya que la pantalla era estática y tenía muy poco fondo, lo que no impidió que actuasen cantautores como Ovidi Monllor, en un acto promovido por el Grup Cultural Exeo. Como anécdota, apuntar que sus músicos tuvieron que afinar los instrumentos en una especie de sótano.

El cine estuvo en manos de la familia Millá hasta el año 1981, pasando seguidamente su explotación a manos de José Bastán. El cierre lo provocó que dejó de ser rentable y a ello se unió los problemas en la contratación de las películas.

Contemplando estas fotografías nos reencontramos con nuestra infancia y juventud y volvemos a “oler a cine”. Nos recuerdan las jornadas maratonianas de tres películas y las colas y los apelotonamientos para comprarnos chucherías o las tostadas que acompañábamos, algunas veces, de una gaseosa. Por cierto, los cascos, rodaban por el suelo provocando ruido y sorpresa cuando nos pasaban entre los pies, dando patadas para que llegaran sin parar de girar hasta el escenario. Las veces que nos cambiábamos de butaca y de sitio porque no veíamos bien la pantalla o simplemente por movernos ya que éramos jóvenes y no podíamos estar quietos.

Al ver estas imágenes nos vienen a la memoria esos trabajadores que veíamos todos los fines de semana cuando acudíamos al cine en esas largas sesiones en la que se proyectaban varias películas. El último operador en activo fue Carlos Beneit y en nuestro recuerdo están también los taquilleros, principalmente Paco Villaplana y en los últimos días del cine Inés Villaplana; Pepe Moltó que fue portero, Félix aposentador y la barra del bar repleta de chiquillería y detrás de la misma estuvieron durante muchos años José María Noya y su mujer Delfina. Todavía recordamos el olor tan característico de las tostadas y la aglomeración de la chiquillería para comprarnos chucherías.

Hoy en día, el espacio sobre el que estuvo asentado el Cine Regio cobija un edificio de nueva construcción que alberga la sede de la comparsa de Estudiantes. Hablamos por supuesto del Campus, pero eso será objeto de otra crónica.

Fuente: https://www.facebook.com/hashtag/cronistaoficialpetrer