
MARI CARMEN RICO NAVARRO, CRONISTA OFICIAL DE PETRER
Hoy, la Iglesia conmemora la festividad de San José que sigue siendo día festivo en la Comunidad Valenciana a pesar de que en otras comunidades autónomas ya no lo es.
En el callejero de Petrer desde inmemorial existió la calle San José ya que así se denominaba a la que en la actualidad es la calle Castelar. Ubicada en el casco histórico arranca de la calle Gabriel Brotons y conduce, después de pasar por la de San Antonio, a la plaza de La Foia. Es paralela a la calle Independencia y Numancia con la que conecta por la plaça de les Ànimes.
La historia y la tradición oral cuentan que el justicia y los jurados de la villa pusieron este nombre al lugar en que se libró el 19 de marzo de 1590 una batalla contra los moriscos, en la que el alcaide del castillo Juan Payá se enfrentó a una sublevación de la población morisca que era mayoritaria en Petrer, venciendo a los que querían asaltar el castillo, dando gracias al santo por la victoria que les había otorgado en su día contra los sublevados.
En 1874, durante la celebración del segundo centenario del Santísimo Cristo, y según consta en el padrón de vecinos de ese año y en el de 1889, era todavía calle San José y en agosto de 1901 ya aparece como Castelar. El cambio se produjo en 1899 a raíz de la muerte de Emilio Castelar, insigne político y orador, que tantos amigos y seguidores tuvo en Petrer y en otros pueblos de la comarca.
Hasta no hace mucho tiempo, en la casa que ocupaba el n.º 9, a la altura del primer piso, entre dos ventanas, se hallaba una pequeña imagen de bulto redondo del santo. Estaba en una hornacina excavada en la pared con moldura rectangular en la parte superior y laterales, y triangular en la parte inferior, con una repisa saliente de azulejos.
En la antigua iglesia de San Bartolomé, en el año 1632, ya existía una capilla dedicada al santo. En esa fecha sólo seis familias ostentaban el patronato de las cinco capillas que había y la dedicada a la advocación de San José correspondía a los Rico. En una sociedad tan profundamente religiosa ejercer el patronato de una capilla era una muestra de distinción. Con motivo de las obras que se realizaron para construir el nuevo templo la imagen del santo se llevó a la ermita de San Bonifacio y cuando se bendijo la nueva iglesia, el 23 de agosto de 1783, regresó a la parroquia. Esta imagen fue destruida, junto a todas las demás durante la Guerra Civil y, tras la contienda, el 16 de junio de 1940 se consagró una nueva. El presbítero petrerense D. Conrado Poveda acompañado de D. Vicente Marhuenda, coadjutor de la iglesia de San Juan Bautista de Monóvar, se trasladó procesionalmente a la casa del industrial Ricardo Villaplana Reig, situada en el Portal, y bendijo la nueva imagen del patriarca, que él y su esposa Josefina Vera habían regalado a la parroquia. Después fue trasladada procesionalmente al templo con asistencia de inmenso gentío, acompañado de las autoridades y de la banda municipal de la villa. La llevaron familiares en andas construidas al efecto y se encuentra en un altar a la entrada de la capilla del Sagrario. Desde 2021 la imagen se coloca en el altar mayor de la iglesia el día de su festividad. También en la iglesia de la Santa Cruz en el lateral del presbiterio se encuentra una imagen del santo.
También tenemos conocimiento de la existencia de la Capellanía de San José, fundada por el licenciado y canónigo de Orihuela, D. Juan Cortés de Marquina, en su testamento ante el escribano de dicha villa José Cambronero, el 16 de febrero de 1705. El capellán poseedor de la capellanía tenía la obligación de celebrar 80 misas rezadas anualmente, 60 en la iglesia parroquial y en el altar de San José y los 20 restantes en la ermita de San Bonifacio. Éstas fueron reducidas por el presbítero D. Conrado Poveda a 60, por ser escasas las rentas y con el fin de que resultasen a cuatro pesetas cada una. La capellanía sobrevivió a la desamortización y a ella pertenecía la casa situada en la calle La Virgen n.º 5, con 3 pisos y una renta de 80 ptas., que se destinaba para morada del capellán que fuera poseedor de la misma. También tierras ubicadas en el Guirney, Hoya de Monfort, la huerta, el cuadro y dieciocho tandas de agua. Éstas últimas, se distribuían en ocho tandas en los turnos de huertas y diez en los de olivares, total dieciocho tandas cada año o en los doce turnos correspondientes. Conocemos el nombre de algunos de los capellanes que estuvieron al frente de la misma entre los que destacan Luis Poveda, el capellà de Monis, hermano del pintor Vicente Poveda (Petrer, 1857- Roma, 1935) y D. Jesús Navarro el Vicari (1900-1992). Desde 1978 la casa perteneciente a esta capellanía es propiedad de la fila Kadirs, la del cuartelillo de la Palmera, de la comparsa Moros Viejos, que la adquirió en 1987 previa autorización del obispado de Orihuela-Alicante.
Un barrio de Petrer también lleva el nombre de San José. Está situado al sur del casco urbano y con esta denominación hay también una avenida y una calle. El nombre de la avenida se aprobó en 1990 y se extiende desde la calle El Campet hasta la calle Barrio San José, camino de acceso al barrio. Esta calle es la más antigua y la que le da el nombre a todo el barrio. En sus orígenes fue una calle familiar, con una treintena de casas, en las que habitan varias generaciones de unas pocas familias. La primera construcción de esa zona fue la vaquería, propiedad de Pansilla en los años 40 del pasado siglo. La siguiente fue la vivienda que levantó Eusebio Martínez Sánchez, natural de Montealegre del Castillo, en la década de los 50, mientras que el resto de la zona eran bancales. El barrio de San José es una zona en expansión y a excepción de la calle San José, todo son viviendas unifamiliares de nueva construcción: bungalows y chalets.
Por lo que respecta a la celebración de esta festividad, sabemos que en los primeros años del siglo XX en la calle San José (actual Castelar) se disparaba un castillo de fuegos artificiales y, por supuesto, en todas las casas en las que había algún Pepe, Pepa, José o Josefa, Josefina, Fina o Fini o María José que por cierto eran y siguen siendo muchas no faltaban los típicos buñuelos de calabaza que todavía hoy se hacen en muchos hogares petrerins y reúnen a las familias para degustar esta repostería típica valenciana que se espolvorea o rebaña con azúcar.
La tradición católica europea conmemora el día de San José el día, el día del padre y desde estas líneas queremos felicitar a todos los padres y a todos los que celebran hoy su santo. Muchas felicidades y que tengáis un buen día.
I hui sol, familia, amics, bunyols, qué més es pot demanar!!!!. Bon dia amics i amigues. A disfrutar.
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