Arxiu diari: 30 d'agost de 2020

ELDA Y LA MÁQUINA DE ESCRIBIR

GABRIEL SEGURA, CRONISTA OFICIAL DE ELDA

El siglo XX había llegado. Elda ya gozaba del rango de ciudad desde agosto de 1904. Mas rápido que lento, la pujante industria del calzado iba proliferando creándose empresa tras empresa y construyendo fábrica tras fábrica. Elda iniciaba un crecimiento industrial y demográfico. Los 6.166 habitantes de 1905 se tornaron en 8.028 en 1910. Incremento de población que pronto tendría consecuencias en el urbanismo eldense con la creación de nuevas barriadas obreras. Elda dejaba atrás su pasado de pueblo agrícola y se iniciaba un más que interesante proceso de transformación en ciudad industrial.

Y la industria trajo la modernización, propiciando que los adelantos técnicos y la última tecnología del momento fuera llegando a Elda, caso de la electricidad en septiembre del año 1900.

La administración municipal tuvo que “ponerse las pilas” para adecuar el aparato administrativo a una realidad económica y social cambiante. Y si los empresarios propiciaron la electrificación de la ciudad, fue el ayuntamiento quien introdujo otros adelantos de la época, caso del teléfono en junio de 1905, ante las reiteradas peticiones del Juzgado Municipal y del puesto de la Guardia Civil. Por su parte, la Secretaría Municipal también se sumó a los nuevos tiempos del recién estrenado siglo XX. Y aquel cambio llegó de la mano de un invento revolucionario en las cuestiones administrativas: la máquina de escribir.

Hace 109 años. Agosto de 1911. Desde hacía un año el gobierno municipal de la ciudad estaba presidido por José Joaquín González Payá, hijo del que también fuera alcalde José Joaquín González Amat, ambos adscritos a las filas conservadoras. A propuesta de la Secretaría Municipal el ayuntamiento adquirió una máquina de escribir. Sería el 27 de agosto de 1911 cuando la primera máquina de escribir entró en la ciudad. Se trataba de un máquina “Smith Premier, nº 10, con carro C” y fue adquirida por el precio de 1.250 pesetas; siendo pagada en varios plazos.

Años más tarde, encontramos que el Ayuntamiento ya contaba con un parque más amplio de máquinas de escribir. Así en 1930 el Ayuntamiento disponía de tres máquinas, de las marcas Mollet, Royal y Underwood. Aún pasarán muchas décadas hasta que la máquina de escribir eléctrica llegue a la administración municipal eldense, para ser pronto sustituida por los ordenadores personales. Pero con el permiso del lector, esas crónicas las dejaremos para el siguiente cronista oficial.

Fuente: https://www.valledeelda.com

SAN RAMÓN Y EL CUENTO DE IRÁS Y NO VOLVERÁS

FRANCISCO SALA ANIORTE, CRONISTA OFICIAL DE TORREVIEJA

Mañana 31 de agosto en el día de San Ramón nonato, por lo que me vienen a la memoria algunos nombres de personajes torrevejenses: Ramón «el Minin», Ramón Céspedes, Ramón «el Mortero», Ramón «el Sartenes», Ramonico «el Rabioso», «la Ramonita», Ramón «del Estanco» y otros tantos muchos que celebran o celebrarían su onomástica. Torrevieja también tiene una calle dedicada a esta santo, aunque popularmente es conocida como el callejón del Salmonete. Pero por lo que más se conoce en los últimos años es por la especial fiesta que celebran algunas gentes de esta ciudad que se jactan de haber nacido aquí ellos y sus ancestros, presumiendo ampulosamente como ciudadanos de «pata negra». Llegaron a editar estampitas con la imagen del santo con la leyenda: «San Ramón Nonato, os desea feliz regreso» o «¡Qué la fuerza os acompañe, hasta más payá de Albasete…!», entre otras «lindezas» distribuyéndolas entre el turismo «encadenado», sujeto sin aparente remedio que volver a Torrevieja en verano porque compró su segunda vivienda en este lugar. Muy mal estuvo aquello, aun peor en una ciudad como Torrevieja que vive de la hostelería, el comercio y los servicios.

Creían saber que el mes de agosto es para los que se encuentran de vacaciones para el bronceado, para los niños rebozados en arena y jóvenes retirándose al amanecer tras una noche bebiendo «litronas». Descubrían en los puestos del paseo alguna baratija de feria. Eran veranos cenas de hamburguesa, pizza o la fritura de pescado en chiringuito, bar de barrio o en el centro de la ciudad, en chanclas y bermudas. Pero como todas las historias de verano no tuvo un principio y el final se resume en un bajo número de veraneantes y los poco con poca liquidez. Las causas ya se saben: confinamiento por miedo a contagiarse del Covi-19, un aumento de paro laboral, ERTES que a estas fechas hasta ha afectado a los trabajadores del chaco de las Salinas. Este año no concluye el estío con la alegría de, por un lado haber disfrutado la estancia con plenitud, bienestar y asueto; y por parte de la hostelería y el comercio con una caída grande en las ventas. Me temo que las gentes que se alegraban de llegar al final de agosto cansados de tanto trabajar, pero con los bolsillos mucho menos llenos no se alegren de que acabe esa otros años mal llamada «vorágine del verano».

Bien es verdad que otros pueblos alicantinos San Ramón se celebra de diferentes modos. Así, en Polop, en su honor, a lo largo de cinco días, se hace la «despertà» con dulzaina y pirotecnia dando la salida a programa de actos en el que no fallaban actuaciones, cabalgatas y verbenas nocturnas; además de las tradicionales procesiones de la Virgen del Rosario, el Santísimo y el Santo Patrón, al cual muchos recién nacidos y embarazadas de la Comarca acompañan por las calles de Xirles, en busca de su tradicional bendición y en las que no faltarán las tejas y mantillas como indumentaria de las mujeres; celebraciones que este año no podrán celebrarse por el maldito coronavirus. En la vecina Elche, como final de sus fiestas se lanza la Palmera de Fin de Mes el día de San Ramón.

Se le llama Nonato (no-nacido) porque nació después de morir su madre. Ella murió al dar a luz. Después de la muerte le hicieron cesárea para que el niño pudiera nacer. Ramón significa: «protegido por la divinidad» (Ra=divinidad. Mon=protegido). Nació en Portell, comarca de La Segarra (Cataluña) en 1204, desde muy joven ingresó a la orden Mercedaria o de la Virgen de la Merced fundada por San Pedro Nolasco para rescatar a los cristianos que habían sido hecho prisioneros por los moros del Norte de África. Los moros le abrieron agujeros a hierro candente, en sus labios, para colocarle un cerrojo en su boca para impedir predicara el cristianismo, el cual sólo abrían para darle de comer. San Pedro Nolasco envío a algunos religiosos que pagaron su rescate y así pudo volver en 1239 a España. Por su martirio que le hizo mantener la boca cerrada, es considerado como protector que libra de chismes, rumores, falsos testimonios y malas intenciones. También es invocado por las personas que quieren guardar secretos, dejar de blasfemar, mentir y decir chismes. Es costumbre de las personas colocar un candado cerrado cerca de su imagen y depositar la llave dentro de la alcancía para que nadie lo abra. Solo hay dejar un candado cerrado entre toda la maraña e introducir la llave en el cercano buzón para escapar de toda murmuración o calumnia que pueda recaer sobre uno mismo.

En Torrevieja no, no se ponen candados en la boca de algunos que llegan hasta herir los sentimientos de quien nos visitan en verano. Con la boca literalmente bien abierta, y nunca mejor dicho, recuerdo las muchas noches del 31 de agosto que nos reuníamos algunos torrevejenses en el chalet de Ramón Ortega, en el Palangre, cantando hasta altas horas de la madrugada habaneras serenatas lanzadas al aire en las voces del mismo Ramón, Fonete, Emilio Patiño, Antonio «el Caballico», Paco «el Sueque», Quinín, Manolo García y algunos otros.

Este año con mascarilla, hemos cantado «Resisteré» del Dúo Dinámico’, y en su canción, «?el final del verano llegó y tu partirás, yo no sé hasta cuando este amor recordarás».

¡Felicidades a todos los Ramones y Ramonas! Y que sean bienvenidos los veraneantes en 2021.

Fuente: https://www.diarioinformacion.com