D. PAMIES
En la mañana de este lunes se ha celebrado en Callosa de Segura la popular procesión del Comulgar de San Vicente, que recorre sus calles desde tiempo inmemorial para acercar la comunión a los enfermos que por distintos motivos tienen dificultad para salir de casa o del hospital. Finalizada la Semana Sana, esta procesión siempre coincide con el lunes de la festividad de San Vicente Ferrer, que todavía en muchos municipios de la Comunitat Valenciana se mantiene como festivo local.
Los primeros datos sitúan en Callosa de Segura la práctica de esta tradición religiosa en el siglo XVI y EL CRONISTA OFICIAL DEL MUNICIPIO, MIGUEL MARTÍNEZ, ubica su inicio junto a la ermita de Nuestra Señora de los Dolores, desde donde se producía su traslado al antiguo Convento Alcantarino.
Solo hombres
Lo que poco habrá cambiado a través de los siglos es su horario tan madrugador, ya que todavía parte muy temprano aunque desde la iglesia arciprestal de San Martín. Inveterada costumbre es también el carácter masculino des este desfile procesional. Dos largas filas de hombres, con la participación de hasta tres generaciones de la misma familia, han acompañado hoy con sus velas al Santísimo Sacramento portado por el párroco Francisco José Rayos. Los varales del Palio también son cosa de hombres, y sus portadores han de ser miembros de la Hermandad del Silencio y Oración en el Huerto.
Para una ocasión tan especial en el calendario religioso se reservan además varias de las ricas piezas de orfebrería del tesoro parroquial, tan excepcionales como son el Palio y la Capa Pluvial de la Casa Caderot de Valencia, el Sagarado Copón labrado en 1962 por Francisco Pajarón Suay y la Cruz Parroquial cuyo nudo o macolla es de finales del siglo XVI obra de Miguel de Vera, Cruz rehabilitada por Pajarón Suay al desaparecer en la Guerra Civil la original.
Caballero Portaestandarte
Es otro de los actos en los que destaca la figura del Caballero Portaestandarte y Francisco Manresa Ballester, con el pendón granate, ha encabezado esta procesión hasta la Glorieta callosina donde se encuentra el Convento de Hermanas Carmelitas, al estar ubicado allí desde 1885 hasta 1974 el hospital municipal.
Un vez cerrado, se mantuvo este recorrido tradicional, recibiendo en el Jardín Glorieta al Santísimo, la Corporación Municipal para acompañar al palio hasta el Convento rememorando esta costumbre de antaño de llevar la comunión a los enfermos allí ingresados.
Monaguillos y volteo de campanas
En la extrema formalidad del Sagrado Viático el contrapunto espontáneo y alegre lo ponen siempre los niños vestidos de monaguillos haciendo sonar sus campanillas, tal y como acompañaban al sacerdote en este día llevar la comunión a los enfermos y mayores que estaban en sus domicilios.
También es tradición de esta celebración religiosa el volteo manual de las campanas de la Arciprestal, fundidas en 1947 y restauradas en 2009 y motorizadas, con el patrocinio de la Cooperativa Eléctrica, y que este lunes han vuelto a sonar volteadas manualmente por un grupo de jóvenes campaneros que en este día contribuyen a enaltecer con la celestial música del metal fundido de las cuatro campanas sacramentales esta procesión en Callosa de Segura.
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