VICENTE VÁZQUEZ, CRONISTA OFICIAL DE SAX
El Concilio de Trento (1545-1563) en la sesión V estableció la predicación como el principal ministerio de los obispos, permitiéndoles escoger personas hábiles para que lo desempeñen con fruto; igual obligación impuso a los arciprestes, curas y demás rectores de iglesias, a lo menos en los domingos y festividades solemnes.
Los párrocos eran las personas indicadas para realizar la tarea semanal de impartir la predicación de los domingos; pero en las grandes festividades, la Cuaresma, o en las fiestas patronales, serán los frailes de las órdenes mendicantes –franciscanos y dominicos- los que gozaban de mayor aceptación entre los grupos de ciudadanos, por lo que serían llamados y “contratados” por el concejo o los gremios para que predicaran en las fiestas correspondientes, pues había prestigio, dinero y muchos intereses en juego a la hora de designar a los predicadores.
En el caso de Sax, en muchas ocasiones los predicadores procedían de los conventos de lugares cercanos a Sax, como Villena, Biar, Elda, Monóvar. Otras veces eran clérigos de la propia localidad.
Los predicadores utilizaban medios muy directos para dirigirse a sus distintos auditorios. El objetivo era, más que convencer, impresionar y conmover para obtener esa “conversión” que se materializará, no sólo en la confesión general y en la comunión, sino en las reconciliaciones, restituciones, fundaciones, ofrendas y obras piadosas.
En el caso de la villa de Sax, las referencias más antiguas documentadas sobre la figura del predicador son las de 1543, al mencionarse el gasto en sermones de la cuaresma: “Juan Ganga, clérigo teniente de cura de esta villa, por los sermones que hizo en la cuaresma, 3.000 maravedíes”. Este mismo clérigo fue también predicador en 1556: “Al reverendo mosén Juan de Ganga, clérigo, porque predicó la quaresma en esta villa, 3000 maravedíes”.
En 1584, Felipe II autorizó al Concejo de Sax el gasto de cuatro mil maravedíes al año “para un predicador, que no lo había en la villa y tenía que traerse de fuera, tanto en la Cuaresma como en otras épocas del año”.
Fuente: https://saxdigital.com