Los aspenses acudieron el pasado viernes al Museo Histórico de la ciudad para conocer la nueva “Pieza singular” que presentaba la instalación. Gracias a una cesión de Francisco José Botella, “El Cisco”, se han recuperado en torno a 400 documentos de la Comunidad de Propietarios del Agua de Aspe, que datan desde 1805 hasta nuestros días.

La directora del Museo de Aspe, María Berna, recordó la puesta en marcha de este programa “La pieza singular” hace 4 años “con el fin de poner en valor y presentar los bienes recientes recuperados, teniendo además la portunidad de rendir ese homenaje a los donantes que ceden al ayuntamiento lo que tienen con todo su cariño”. Es el caso de Francisco Botella Sanz, que ha hecho posible la recuperación de un legado de casi 400 ejemplares documentales de la Comunidad de Propietarios del Agua de Aspe, “El Grupo”.

Durante dos semanas en el Museo estará expuesta una pequeña selección de los documentos recuperados y que formaban parte del archivo de la Comunidad de Propietarios del Agua.

El padre del donante, Francisco Botella, fue uno de los presidentes de esta Comunidad de Agua y guardó los documentos por los que ahora vela el Museo como parte de su fondo. “Los guardó con mucho esmero y cariño, y gracias a ello ahora están muy bien conservados”, apuntó María Berná, que avanzó la importancia que tienen estos documentos y que después explicaría con detalle en su charla EL CRONISTA DE ASPE, GONZALO MARTÍNEZ.

Francisco Botella, “El Cisco”, agradeció “las atenciones que he recibido por parte de todos”, cediendo el protagonismo a su padre y presentándolo como “el verdadero artífice de esta donación”. Botella recordó la función de esta asociación y cómo estos documentos llegaron a su casa en carros.

La donación de este archivo permitirá a los investigadores disponer de la historia de la gestión y uso del agua para la agricultura y el riego en la localidad de Aspe durante los últimos 200 años. Estos documentos explican la evolución de las diferentes comunidades de regantes que han existido a lo largo de la historia local, y su evolución hasta el día de hoy.

Uno de los documentos más antiguos es la Cuenta de la Junta del Agua, mientras que el más joven data de 1975, correspondiente a reparto de dividendos. A lo largo de la serie histórica de documentos se explica la división entre las distintas acequias, como la Mayor, Fauquí y Aljau. En el archivo se incluyen los movimientos contables, la venta de agua, las actas de las Juntas, así como la incorporación y baja de los comuneros. Dentro de los documentos del archivo se incluyen documentación de juicios, pleitos y recursos, propios de una actividad como la gestión del agua siempre compleja.

Fuente: http://www.aspenoticias.es