EL ARZOBISPO DE VALÈNCIA PRESIDE LA BENDICIÓN DEL SANTUARIO DEL LLUCH

AURELIANO LAIRÓN, CRONISTA OFICIAL DE ALZIRA

El arzobispo de València, Enrique Benavent, presidió el domingo en Alzira la ceremonia religiosa de dedicación del Santuario de Nuestra Señora del Lluch, templo mariano que, en la cúspide de la Muntanyeta del Salvador, acoge la imagen de la patrona de la ciudad. La dedicación de un templo cristiano, también llamada consagración, es una ceremonia ritual de la liturgia que se realiza para designar un edificio religioso a la adoración de Dios, que se puede celebrar tanto en iglesias recién construidas como en aquellas que han sido renovadas.

En el transcurso de una eucaristía solemne en la que concelebraron junto a Enrique Benavent el Vicario Episcopal de la zona, Luis Molina, el rector del santuario, Raúl Furió, y sacerdotes de varias parroquias de la localidad, el ordinario bendijo el templo, edificio que comenzó a levantarse en 1927, siendo arzobispo Prudencio Melo, que asistió a la colocación de la primera piedra.

Las obras que se paralizaron por el advenimiento de la Guerra Civil y, posteriormente, por la necesidad imperiosa de restaurar, cuando no de construir de nuevo los templos parroquiales, se reemprendieron años después y culminaron en 1966 con la construcción de la torre campanario y la bendición de las campanas en el contexto de los actos del Año Santo Mariano Alzireño, siendo arzobispo Marcelino Olaechea.

El presidente de la Real Cofradía de Nuestra Señora del Lluch, Javier Andújar, ha recordado que, tras la Guerra Civil, el santuario recuperó su uso religioso y que nunca se había celebrado un acto de dedicación o bendición. Por otra parte, ha indicado que en todo este tiempo no sólo ha cambiado sustancialmente la ornamentación interior, sino también la naturaleza jurídica ya que el antiguo ermitorio es oficialmente desde 2017 un santuario diocesano con estatutos propios.

Fuente: https://www.levante-emv.com