JOSÉ SALVADOR MURGUI, CRONISTA OFICIAL DE CASINOS
Fue el domingo día treinta de junio del año 1974 cuando el pueblo de Casinos, peregrinó como tal al Santuario de la Virgen de la Cueva Santa en la provincia de Castellón y en el término municipal de Altura.
Para celebrar esta nueva fiesta, se fundó la Cofradía de la “Lámpara de Nuestra Señora de la Cueva Santa” el día diecisiete de marzo de ese mismo año, acordándose celebrar la fiesta cada año el último domingo de junio, siendo cura párroco de Casinos Ramón P. Ruiz Navarro y cura párroco de Altura y encargado del Santuario, Félix Gómez.
A esta cofradía se le puso este nombre, porque el fundador de la misma Pascual Cebriá Murgui, observó en sus múltiples visitas al Santuario que la lámpara que está encendida junto al Sagrario, en muchas ocasiones estaba apagada y al interesarse por el tema, le dijeron que no se encendía por falta de aceite. A partir de ese momento el objetivo fundacional, fue recoger aceite en Casinos, para llevarlo a la Cueva Santa.
Pascual se puso a trabajar para fundar esta Cofradía encontrando una gran acogida por parte de todo el pueblo. En el registro de asociados, se pueden contar hasta trescientas cincuenta y seis personas que dieron su nombre para colaborar y que participaban donando medio litro de aceite o su equivalente en efectivo, que en aquel momento eran treinta y cinco pesetas, para que no faltara el aceite y que estuviera encendida la lámpara del Sagrario en el altar mayor del Santuario.
Al repasar este libro, aparecen los nombres de las personas que durante su vida tenían a la Virgen de la Cueva Santa como algo propio, parte de una herencia de fe recibida de sus antepasados. Cincuenta años después, muchos de esos nombres están inscritos en el libro de la verdad, abrazando la eternidad. Para ellos nuestra memoria y recuerdo.
El día treinta de junio de 1974 a las seis y media de la mañana, se oyó un gran revuelo de campanas porque a las siete se bendijo en la Parroquia la imagen que tenía que presidir la romería, era obra de Pascual Cebriá y se hizo con hierro forjado en el taller (herrería) de la actual calle Mayor de los Hermanos Cebriá, lugar donde en aquel momento trabajaban Pascual y José María.
El pueblo se congregó en la Plaza Mayor haciendo un recorrido procesional hasta la calle Inmaculada, lugar que empezó la romería con seis autobuses y más de cien coches particulares, que marcharon en dirección al Santuario.
En el lugar llamado “La Carrasca” pararon los vehículos y el personal asistente tuvo tiempo para realizar un almuerzo de hermandad y desde allí partió la romería a pie hasta llegar al Santuario.
Estaban esperando la romería a los pies de la estatua de Fray Bonifacio Ferrer, las Autoridades de Altura y su Alcalde Rafael Torres Górriz y las de Casinos, presididas por el Señor Alcalde Juan Narbona Cerveró, tras el intercambio de saludos y acompañados por la Banda Unión Musical Casinense, toda la comitiva se dirigió al Santuario para celebrar la Eucaristía que presidió el cura párroco de Casinos, Ramón Ruiz y en la Crónica que escribe Antidio Domingo en el periódico Levante en julio de ese año nos dice que en la homilía se expresó así el Párroco: “Casinos sólo podía venir a la Cueva Santa y sentirse satisfecho por ello, si buscaba en la Virgen no sólo los favores y la ayuda que todos necesitamos, sino el ejemplo de vida de una mujer que ante la llamada que Dios le dirige para realizar una misión, responde con la entrega de su persona y su vida”.
En esa celebración no faltaron los cantos de las alumnas del Coro las Obreras de la Cruz dirigidos por la hermana Josefina Salas Panadero y debemos recordar que en el Cenáculo de Casinos, las Obreras bordaron un guión que abría paso a la Romería.
Después de la Eucaristía se celebró una pequeña procesión por la pinada inmediata a la Cueva. Tras estos actos, los participantes en la fiesta, disfrutaron de la comida campestre para a media tarde regresar a Casinos.
En estos cincuenta años, se han vivido muchos momentos dignos de ser recordados, se pasó de recoger aceite a colaborar en mejorar el santuario, obsequiando el pueblo de Casinos en el año 1974 con dos albas de tergal con capucha: la puerta de madera de la entrada a la Cueva fue un regalo en el año 1980. En 1982 se regalaron al Santuario tres columnas de altavoces para una mejor sonorización dentro de la Cueva.
Otro obsequio fue la barandilla de hierro forjado que está situada en la escalera de la Cueva, que fue montada el día 31 de julio de 1996 y consta de veintiocho balaustres de cuadrado de 16 de 88,5 cm.; de cincuenta y cuatro balaustres de cuadrado de 16 de 77 cm.; cuarenta y cinco balaustres de cuadrado de 16 de 80 cm.; ciento veinte balaustres rectos con una piña forjada de 88 y ciento ochenta balaustres a tirada con una piña de 78.
En 1999 se hicieron seiscientos cincuenta y dos pañuelos para celebrar el XXV Aniversario de esta Cofradía y en el año 2001 se compró el aparato de megafonía para una mejor audición en la Romería.
La última joya que ofreció esta cofradía, fue la vidriera con la imagen de la Virgen de la Cueva Santa situada en la iglesia Parroquial Santa Bárbara de Casinos, sobre la puerta de entrada a la capilla, que recae en la fachada de la calle Mayor, obra del año 2008.
Hay que recordar a S. Jesús Corbí los años que nos acompañó con los feligreses de Bélgida, Otos y Palomar, mientras ejerció su ministerio en aquellos pueblos, sin olvidarnos otros muchos pueblos como Albalat de Tarongers que siempre nos acompañaron.
Son cincuenta años imposibles de narrar en una pequeña crónica de aniversario, pero cargados de sentimientos y recuerdos que el pueblo de Casinos rinde a la Virgen de la Cueva Santa. Su presencia es tan próxima que nos hace evocar a padres, abuelos y muchos vecinos que tenían la Virgen de la Cueva Santa como un tesoro, pero que ni el tiempo ni la historia, pueden dejar caer en el olvido.