LAURA GARCÉS
El Círculo de Bellas Artes de Valencia no está solo en la lucha por su supervivencia frente a las dificultades que le genera la reclamación por parte de la Conselleria de Cultura de una deuda de 1,8 millones de euros. La más que centenaria entidad -ligada a la historia de la pintura valenciana- cuenta con el apoyo de instituciones como la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, la Societat Valenciana d’Història de l’Art o la Academia de Cultura Valenciana. Y también con el de expertos en arte como José Luis Cueto, vicerrector de cultura de la Universitat Politècnica de València (UPV) y el profesor Román de la Calle.
Todas estas voces reclaman a la Administración -al conseller de Cultura, Vicent Marzà- un esfuerzo para salvar el Círculo de Bellas Artes, no sólo por el interés que encierran los fondos pictóricos que atesora, sino también por lo que significa para la memoria artística y cultural de la ciudad.
Manuel Muñoz, presidente de la Real Academia de Bellas Artes, no dudó al ofrecer su valoración. A su juicio la Administración autonómica «debe dar una solución y lo interesante sería que se hiciera sin llegar a judicializar la situación». Se mostró optimista ante la posibilidad de que se abra una vía de solución para una entidad de la que no sólo hay que tener en cuenta la importancia de su colección, también «el valor cultural» que el Círculo aporta a la historia de la ciudad.
El Consell Valencià de Cultura (CVC) ha levantado su voz en favor de mantener viva una institución cuya pervivencia ya defendió en 2014, cuando apoyó a la entidad por la «grave crisis que hace peligrar su continuidad». Ahora, cuatro años después reiteran su posición. JESÚS HUGUET (CRONISTA OFICIAL DE LA POBLA LLARGA I PORTELL DE MORELLA), secretario del CVC, manifestó ayer a LAS PROVINCIAS que entienden que se debe «salvar el círculo como sea. No se puede perder».
Tampoco se ha callado la Societat Valenciana d’Història de l’Art. Su presidente, Joan Gavara, explicó que la conselleria debería encontrar una salida. «No digo que tengan que subsanar la situación económica, pero sí intentar hacer algo para salvarlo», recalcó. Gavara destacó que la centenaria entidad cuenta con «una colección pictórica importante», pero a la hora de defender la necesidad de luchar por el futuro del Círculo, puso el acento en que «ha sido fundamental para la actividad pictórica en Valencia, sobre todo, en el periodo de entre siglos».
Al criterio de instituciones y sociedades del ámbito cultural valenciano se añade el de expertos en arte que también apuestan por luchar para mantener esta entidad privada sin ánimo de lucro. José Luis Cueto, profesor de la Facultad de Bellas Artes y vicerrector de cultura de la Universitat Politècnica de València, apuntó que desconocía los detalles sobre las circunstancias que han llevado a la situación actual, pero se refirió al arraigo, «a la memoria» de la institución en la historia de la ciudad como razón suficiente para que la Administración haga «lo posible y lo imposible para que no se pierda». También el profesor Román de la Calle defendió que «merece la pena intentar adecuarlo y luchar por mantenerlo». El experto en arte se apartó de ofrecer una valoración sobre las circunstancias que han descrito las dificultades del círculo y los pasos que se pueden dar, pero habló del «valor humano» para la historia de la ciudad como motivo suficiente.
Hasta ahora la Conselleria de Cultura no ha encontrado la solución para salvar el Círculo. La Generalitat le reclama 1,8 millones de euros después de haber vendido en julio de 2016 el palacete que la entidad adquirió años antes como sede. Cultura exige, apoyándose en una cláusula del convenio, el dinero porque se vendió el inmueble y, por tanto, desapareció la causa de la subvención. La conselleria defiende que se les debió comunicar la decisión de vender. El presidente del Círculo, Gerardo Stübing, aseguró que la Administración «si sabía tácitamente» la disposición a la venta.
Ahora la institución está estudiando cómo actuar para evitar la extinción a la que parece estar abocada. Tiene previsto presentar a lo largo de este me «un preconcurso de acreedores» para suspender la ejecución de la deuda y tratar de encontrar una solución en busca de futuro.
Fuente: https://www.lasprovincias.es