JOSÉ SALVADOR MURGUI, CRONISTA OFICIAL DE CASINOS
Media hora antes del acto el salón del hotel, ya revestía el carácter de fiesta del deporte. La Federación de Fútbol de la Comunitat Valenciana (FFCV) ha celebrado su Gala anual de entrega de premios correspondientes a la temporada 2014/15, en la que convocados los mejores futbolistas, entrenadores, directivos y equipos de toda la Comunidad Valenciana, así como los principales dirigentes de los clubes y numeroso público que llenaba por completo la sala.
La verdad es que la Gala en sí quedaría como una Gala más y concretamente la del año que nos ocupa, pero me quedo con algo de ésta tarde necesito narrar tres momentos que han marcado el curso de la historia de la misma.
El Presidente de la FFCV Vicente Muñoz Castelló, ha sido el primero en saludar a los asistentes, quien además de entregar los premios, en sus palabras cargadas de afecto, de sensibilidad y amor al deporte, ha puesto de manifiesto el dolor que sufre la familia deportiva, por los hechos ocurridos en Paris, y que tanta indignación han producido al mundo. La vida sigue, en medio de la tristeza y el luto, las actividades deportivas, siguen marcando el ritmo que tenían programado, porque los deportistas son un ejemplo a imitar y ha rubricado sus palabras con un minuto de silencio que todos los asistentes puestos en pie, han aplaudido con la intensidad oportuna.
El segundo momento de la tarde ha venido de la mano de Mateu Lahoz, que junto a su asistente Pau Cebrián, vivieron en primera persona lo ocurrido el pasado viernes en París, pues éste colegiado valenciano, fue el encargado de arbitrar el encuentro internacional entre Francia y Alemania.
Ha recibido el homenaje, de la Federación, pero sus palabras cargadas de emoción han sido un grito de esperanza, un grito que invita a caminar junto al fútbol, a caminar todos junto al deporte. Cuando ha terminado la Gala, he ido a saludarle, a abrazarle, porque en ese momento, cuando ves a personas tan íntegras y serenas, sientes que “vuelves a nacer” que merece la pena luchar, para transmitir al mundo que se puede vivir con deportividad y lejos de fanatismos.
Y el tercer momento, me quedo con el gesto de mi paisano, de Alberto Pomer, al que he visto nacer, crecer y madurar como persona y como deportista. Alberto es de Casinos, empezó a jugar al fútbol en aquel campo de deportes que hoy es historia y que con tanta ilusión en los primeros años de la década de los sesenta, sus padres y abuelos trabajaron por hacerlo realidad. Un campo de tierra, pero un campo capaz de curtir buenos jugadores de futbol, capaz de albergar hace cincuenta años una piscina llena de vino, y sobre todo capaz de ilusionar a varias generaciones para convertirlos en buenos deportistas y mejores personas.
Alberto y sus padres Carmen y Pepe, conocen bien esa historia de amor. Y puestos a hablar de historias, nombro al tío entrenador, Salvador Espinosa, a sus otros tíos Alberto y Rafael, y toda esa saga de deportistas encarnados en los Muñoz y los Pomer. Pero hoy nuestro homenaje es para Alberto que recibe la “Medalla de Plata por la trayectoria deportiva y méritos conseguidos”.
Era un niño más entre los que se educaban en el Colegio público la Pau de Casinos, después vendría el Instituto de Lliria, paso obligado para todos los estudiantes de Casinos, hay que reconocerlo, yo también fui a ese instituto, soy de la II promoción, aunque no tengamos la orla; y entre estudios, fútbol, “colla” de amigos, los recuerdo pasando con las bicicletas hacia aquel Casal en la pista del Arzobispo… entre todas esa aventuras, Alberto trabajador incansable en el campo de juego, va demostrando que es un buen deportista. Un deportista, sencillamente, un buen jugador, considero que noble y capaz para mantenerse tantos años jugando limpiamente en equipo tras equipo.
Estamos en 1995 y esa temporada ya juega en Lliria en 3ª división, y en el 96/97 en Lliria 2ª División B, toda una motivación para nuestro delantero centro. Año 97/98 equipos de 3ª División B como el Alavés B, y a partir del 2000: Burjassot, Tárrega, Gimnástico, Pego, Vinaroz, Utiel, Requena en Preferente, Onda, Olimpic de Xativa, Riba Roja de Turia (dos años en tercera) Alginet y finalmente en la actualidad en Tavernes de la Valldigna.
Son muchas horas de botas y calcetines de fútbol, es amor por los equipos a los que entrega su juventud, son muchos momentos de dudas, tensión, darlo todo… correr el riesgo de una lesión, oír pitos, insultos, aplausos, vivirlo todo en primera persona, pero si algo merece la pena de estar tantos años entregado al deporte, es la superación de uno mismo. La pasión del fútbol y de quien lo hace posible solo se justifica desde el prisma del afán de la lucha y de no entender de derrotas.
La principal tentación de la vida en momentos difíciles es abandonar, Alberto ha sabido moverse y si primero era entre colegio e instituto, más tarde fue obteniendo la merecida Diplomatura en Educación Infantil y de Primaria. A lo largo de la vida esos maravillosos títulos, sirven para engrosar un acreditado currículum, pero el honor más grande es haber vivido con tanta intensidad que todos los momentos de una vida joven han estado cargados de razones para hacer felices a los demás, a los que gozan viendo el buen futbol y a los que disfrutan jugando con intensidad para devorar los minutos de juego consiguiendo la gloria de los goles que te dan el triunfo y el trofeo.
No le he preguntado a Alberto ¿-Cuántos goles ha colado en su vida? Esa pregunta la dejo para una próxima entrevista, lo que si he advertido es la humildad, sencillez y satisfacción al recibir ésta merecida medalla y dejarla en manos de sus padres Carmen y Pepe.
Gracias por invitarme a este lustroso acto tan deportista como valenciano y poder escribir de primera mano ésta crónica a un futbolista de Casinos, que esté donde esté, jamás se olvida de donde viene, de quien es y sobre todo que se ha criado en el horno de la Plaza, ha corrido jugando por nuestras calles, ha sido Clavario del Santísimo Cristo de la paz, cuando fueron sus amigos, y que teniendo ese galardón que hoy ha recibido, es suyo por merecimiento propio y homenaje a su trayectoria deportiva, pero una parte también pertenece a Casinos por ser el pueblo que le ha visto nacer y crecer. Enhorabuena.
Fuente: http://www.elperiodicodeaqui.com