JOSÉ PAYA NICOLAU CRONISTA OFICIAL DE VILLAJOYOSA
El día 24 de agosto de 1862 el Ayuntamiento de Villajoyosa trató dos asuntos, aunque aquí tan sólo nos referiremos al segundo de ellos. El señor alcalde, don Vicente Nogueroles Lloret, expuso lo que sigue a los señores presentes: “Que de los cuatro mil reales consignados en el capítulo 6º del presupuesto del año corriente con destino á aceras y empedrado de las calles y plazas, solo se ha invertido hasta el presente una cantidad insignificante, en atencion á que siendo muchas las calles que tienen necesidad de mejorarse y careciendo de recursos para emprender estas obras en grande escala, se vacilaba entre la conveniencia de invertir toda la consignacion en una ó dos de las calles principales, y el recelo −confesaba− de que pudiera sospecharse que al obrar así entraba en su animo, ni remotamente, la idea de preferir unas á otras; por lo que consultaba el parecer −escribía el secretario, Agustín Ortiz− del cuerpo municipal á fin de que acuerde lo que crea oportuno”. Además de pedir el criterio del resto de la corporación, pedía el primer edil que se decidiera qué calles recibirían los arreglos y composturas adecuados.
Habiendo reflexionado los aludidos (Juan Lloret, Félix Orts, Andrés Nogueroles, Isidro Esquerdo y demás), resolvieron por unanimidad que se invertiría todo el dinero que quedaba del antedicho capítulo “en la Calle del Mar que es de las mas concurridas y la mas ancha de esta villa, por lo que es mas conveniente principiar en ella las mejoras que paulatina y sucesivamente deben hacerse en todas las demas que lo necesitan; debiendose hacer por y acosta de los dueños de las casas, las aceras de su confrontacion, lo mismo que se han venido haciendo, con aprobacion superior, desde el año 1855 en que se principiaron esta clase de mejoras, y costeando el Ayuntamiento los restantes gastos de construccion de aceras, fabricacion, conduccion y colocacion de traviesas ó rastrillos de piedra labrada y demas que sea necesario para que quede la indicada Calle del Mar con el desnivel que sea conveniente para su mejor hermoseamiento”. (Quedaba, decidido, pues, que la arteria urbana que cincuenta años después se llamaría de Su Majestad Alfonso XIII iba a remodelarse, aunque en desatención por el momento a otras calles).
¿Y qué procedimiento se iba a seguir desde la administración local? Consideró la Corporación “que estos trabajos, por su diversidad y por los diferentes operarios que han de intervenir en ellos, no podrían verificarse por contrata en pública licitacion en la época avanzada en que nos encontramos, mayormente careciendose como se carece en este pueblo de Alfareros y Canteros (…) se verifiquen desde luego por administracion, bajo la inmediata inspeccion y vigilancia de la persona que el señor Presidente [del Ayuntamiento] tenga á bien designar; y que se remita copia certificada de este acuerdo al Señor Gobernador civil para su aprobación”. Después de cinco sesiones capitulares no celebradas (del 28 de agosto al 11 de septiembre), el 14 de ese mes comunicaba el alcalde a sus ediles que el Gobierno Civil había aprobado “el acuerdo del Ayuntamiento en que se solicitaba autorización para invertir la suma de cuatro mil reales presupuestada en ordinario de este año, en el arreglo de la Calle del Mar (…), obligando á los dueños de casas á que costeen las aceras del frontís de las mismas”. Las obras de esa calle aún se retrasaron algunos meses.
(En los años sesenta del siglo XX, y siendo concejal de nuestro Ayuntamiento Antonio Linares Ortiz,(aquel patriota local, preferentemente de la zona de la playa), ya tuve ocasión de publicar noticias, paso a paso, de las obras que en esa misma calle vilera acometió aquel Consistorio, el presidido por don Jerónimo Romá. Las publicaba en el semanario LA MARINA, para el que escribí a lo largo de siete años dos páginas semanales. Linares Ortiz, aquel excelente fotógrafo, persona muy inteligente y tan interesado por la mejora de Villajoyosa y de su cultura local, siguió los trabajos de la Calle del Mar con precisión e interés envidiables… hasta el punto de ir sugiriendo sobre el terreno ciertas innovaciones al contratista de las obras).
Fuente: https://lavilacronistaoficial