HACE MÁS DE 50 AÑOS

HACE MÁS DE 50 AÑOS

Colección A. L. Galiano

ANTONIO LUIS GALIANO CRONISTA OFICIAL DE ORIHUELA

Al utilizar esta frase y emplear el adverbio de cantidad no se llega a limitar su alcance, pudiendo ser uno, cinco, diez, cien, mil… En nuestro caso nos vamos a situar solamente en un año más de los cincuenta, o sea en 1964. En esos momentos, la Corporación Municipal oriolana estaba presidida por Luis Cartagena Soriano, que era alcalde desde el 5 de octubre de 1955. El día 2 de febrero de aquél año de 1964 se llevó a cabo una sesión extraordinaria del Ayuntamiento, con motivo de la ‘renovación trienal’ de concejales, tal como estaba dispuesto en el artículo 83 del Reglamento de Organización, Funcionamiento y Régimen Jurídico de las Corporaciones Locales. Así, tras la incorporación de los nuevos ediles, el Ayuntamiento quedó compuesto por los siguientes señores: por el Tercio de Representación Familiar; Ramón Cases Larrosa, José Cámara Zapata, Joaquín Girona Sáez, Manuel Martínez Mañogil y Joaquín Irles Pérez. Por el Tercio de Representación Sindical; José María Soto de Leyva, Antonio Vicea Martínez, Francisco Noguera Oltra y Trinitario Meseguer Martínez. Por el Tercio de Representación Corporativa; Manuel Abadía Cabrera, Enrique Lucas Parra, Manuel Martínez Galiano, Pedro Cartagena Bueno y Antonio Bó García. Entre los concejales que cesaban se encontraban Tomás Sáez Díez y Antonio García-Molina Martínez, el cual entre las frases de despedida en nombre de sus compañeros salientes, decía: «Nuestras palabras de hoy queremos que sean; unas de agradecimiento a todos los que sirven y sirvieron con lealtad al Municipio; desde el más alto funcionario al más modesto de los obreros. A todos y a cada uno de ellos, gracias, una y mil veces gracias por la colaboración prestada, ya que sin ella nuestra misión no hubiera sido posible». Una vez tratados los asuntos del orden del día, el alcalde lamentaba públicamente el cese de aquellos que les correspondía dejar el cargo, especialmente Antonio García-Molina, del cual dijo que había sido su mejor colaborador, «no solo por su inteligencia y clara visión de los problemas municipales, sino por su diaria preocupación, por su empeño cotidiano y su entrañable amor a Orihuela».

Era una nueva Corporación Municipal que se enfrentaba con la continuación de proyectos iniciados y con otros que eran esperados para la mejora del término municipal. Mejoras en una población en la que comercialmente se contaba con 52 agentes comerciales entre los cuales se encontraban Eladio Belda Irles, Antonio Martínez Cremades, Emilio Galiano Benavente, Claudio Solano Cañavate, Manuel Penalva Bernicola, Esteban Sanmartín Vergel y José Muñoz Tafalla. En la lonja actuaban diez asentadores, entre ellos Manuel Colomina Riquelme. Asimismo existían 13 abacerías y 25 tiendas de comestibles y ultramarinos, de las que recordamos las de Antonio Gil Segura, Jerónimo Tomás Díez, Manuel Roda López, Ricardo Cánovas Serrano, Ignacio Cecilia Grau y Antonio Franco Carrillo. Las empresas dedicadas a actividades relacionadas con la construcción eran 35, en las que podíamos incluir a los marmolistas, los pavimentadores, cristaleros, carpinteros, pintores, y fontaneros. De ellas tenían importancia por su volumen de trabajo, la empresa de Manuel Celdrán Berenguer y la Constructora Orcelitana SA (CORSA).

En Orihuela, en ese año de 1946 se daba servicio a los ciudadanos con 8 ferreterías, entre ellas, la única que pervive es la de Mateo Gil Muñoz, regentada por su hijo José Luis. Así como por 36 peluquerías de señora y caballeros, recordando de las primeras la de Julia Gilabert ‘La Manceba’ y la de Juanita Garrigós Clemares en la Plaza Nueva, y de las masculinas, la de Caralampio Ruiz ‘El Sabio’. Por otro lado existían once talleres de reparación de automóviles y otros tantos de bicicletas; 26 sastrerías y 17 tiendas de tejidos, de las cuales solo pervive García-Molina. Con respecto a los medios de transportes públicos es de destacar las existencia de 41 licencia de taxis, y entre ellas las de Juan Cámara, José Moratón y Ramón Veracruz Pérez. Por ferrocarril, la antigua estación oriolana era testigo del paso del expreso de Barcelona a Murcia, del correo con destino a Granada (el famoso ‘Granadino’, que siempre llegaba con retraso), así como otros trenes con denominaciones como ‘automotor’, ‘rápido’ y ‘ómnibus’ Por carretera se contaba con enlaces con Alicante, Murcia, Guardamar, Callosa de Segura, Torrevieja, Abanilla, San Fulgencio y Novelda, teniendo la parada en la Plaza del Poeta Sansano (Teatro Circo).

En el aspecto sanitario en ese años se contabilizan 4 veterinario, siendo el jefe de los Servicios Municipales Antonio Galiano Santiago; un buen número de practicantes; 57 médicos de medicina general y especialistas repartidos por término municipal, así como 12 farmacias.

La mayor parte de todos estos datos aparecen en la ‘Guía comercial, callejero, itinerario artístico y monumental’, editada por ‘Oleza’ en el citado año, en la que en la ‘Dedicatoria’ se justificaba su publicación de esta manera: «Esta Guía Comercial la dedicamos al hombre profesional que ha de encontrar en ella un valioso elemento de trabajo y al oriolano que ha de tener más a mano todo aquello que le es de interés cotidiano». En ella no podían faltar los anuncios de Morales Radio, Tapicería Braceli, Los Catalanes, La Casa de los Bordados, Pintura y Decoración Enrique Luis, Ultramarinos Eduardo Sánchez, Tintorería Manolo, Casa Gil, Casa Gea, Ramonet, Rancho Grande, Papelería Marymer, Armería Moreno, Los Barriles, Los Perolicos, Imprenta Oratorio Festivo, Radio Luz, Cafetería Fuyga, José Pomares-distribuidor de Butano, Papelería Sanmartín, Tintorería David, Salón del Ciclista, Enrique Arques, Caja de Ahorros de Nuestra Señora. de Monserrate, Juan Sabater distribuidor de Bertolini, Ferretería Penalva, Carnicería de Antonio García Ortuño, Garaje Hotel Palas, Confitería La Sevillana, Casa Amador, Ferretería El Puente, Relojería Ballester, El Mesón, El Pilar, Ultramarinos El Chermanet, Tejidos Salar, Establecimientos Cayper… Hace más de cincuenta años: 51. ¡Qué poco queda de todo aquello, de 1964!

Fuente: http://www.laverdad.es