HACE SIETE DÍAS, Y HOY

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LA VUELTA A LOS PUENTES ANTONIO LUIS GALIANO, CRONISTA OFICIAL DE ORIHUELA

En ocasiones, a los pocos días de haber recordado algo, te vienen a la memoria otros asuntos que pudieran tener relación con aquello que rememorábamos. Es posible que fueran cosas intrascendentes, pero que se vivían en el contexto social y político de la época. En una vuelta a los puentes anterior hacíamos referencia a cómo se celebraba en diferentes momentos en nuestra ciudad el Día del Trabajo. Sin embargo, se nos quedaron en el tintero algunas notas en referencia a la celebración durante los años del franquismo el 1 de mayo festividad de San José Artesano.

Por lo general era un día de campo y de excursiones promovidas por la Organización Sindical. En 1967, los productores oriolanos se desplazaron a Orito, donde dicha organización ofreció un programa a base de atracciones deportivas. Por el contrario, otros trabajadores se desplazaron a Granada y Málaga de excursión. También se aprovechó ese día para desplazarse a Torrevieja, Dehesa de Campoamor y Cabo Roig, o bien para acudir a la sierra o la huerta a almorzar o a merendar. En los años sesenta, se procuraba a las ocho de la tarde estar frente al televisor en blanco y negro, en el domicilio quien lo tuviera o en los bares o cafés, para presenciar en directo la ‘Demostración Sindical’, que a las ocho en punto de la tarde se iniciaba en el Campo de Fútbol Santiago Bernabeu de Madrid, presidida por el Jefe del Estado Francisco Franco Bahamonde. Éste acudía acompañado de su esposa Carmen Polo y del ministro secretario general del Movimiento, José Solís Ruiz, conocido popularmente como ‘la sonrisa del régimen’. Estas demostraciones entre lo deportivo y folklórico se iniciaron en 1958, y en ese año participaron 10.000 atletas o «héroes anónimos del deporte», de los cuales, 200 pertenecían a Renfe y 800 a la Empresa Nacional Bazán. En 1975, con motivo del Año Internacional de la Mujer, la Demostración Sindical estuvo dedicada a la misma, representándose ocho estampas regionales a cargo de 3.000 muchachas y muchachos, como «Homenaje sindical a la mujer trabajadora», tal como rezaba una pancarta que era acompañada por otras como «Los sindicatos de Madrid saludan a todos los trabajadores de España a través de TVE». Este año de 1975, en el que se cumplía la décimo octava edición fue el último que presidió Francisco Franco, que llegó al Santiago Bernabeu escoltado por veintidós motoristas y doce automóviles, estando acompañado por Carmen Polo, los Príncipes de España, el presidente del Gobierno Carlos Arias Navarro, el duque de Cádiz y el ministro de Relaciones Sindicales Alejandro Fernández Sordo.

Todo ello pasó a la historia, y sólo recordamos como se vivieron algunos Primero de Mayo. Pero, avancemos en nuestra vuelta a los puentes, y situémonos fechas después de ese día de hace doscientos siete años. Es decir, en aquél en que Orihuela tuvo conocimiento del levantamiento de los madrileños contra el francés, el 2 de mayo, en una gesta en que ‘chisperos y manolos’ se enfrentaron encarnizadamente contra los mamelucos al mando de Murat.

Era la tarde del 8 de mayo de 1808, cuando en Orihuela se supo lo acaecido en la Villa y Corte. Al día siguiente se celebró una sesión del Ayuntamiento, en la que se dio cuenta de un bando expedido por la Real Audiencia del Reino, narrando los hechos sucedidos en Madrid, así como las normas para que se mantuviera el orden ciudadano. A partir de aquí, son varios personajes en Orihuela los que alcanzan protagonismo en esos primeros momentos, y de los que nos vamos a ocupar.

Transcurren varios días, hasta el día 26, en que llegó una posta al mando del capitán de Artillería Manuel de Velasco, acompañado de dos oficiales, uno de Marina y otro de Contaduría, con la noticia del levantamiento de Murcia y Cartagena a favor de Fernando VII. Nos dicen Justo García Soriano y Rafael Rogel Rech que «con motivo de celebrarse aquel día el mercado semanal, había afluido a la población gran muchedumbre del campo, de la huerta y de los inmediatos pueblos. Mientras los ciegos entonaban al compás de sus guitarras, por las calles y en los sitios más concurridos de la ciudad, romances en los que se relataba con negros colores las horribles matanzas que los franceses habían hecho en Madrid, y la prisión en Bayona de Francia del señor rey Don Fernando VII. Ante el contenido de la posta, el agrimensor Pedro Mengual de Comolo, encabezando a una muchedumbre se dirigió a casa del anciano brigadier de los Reales Ejércitos Juan de La Carte, gobernador Militar y Político de Orihuela, al cual incitó para que se convocase una reunión del Ayuntamiento a fin de proclamar a Fernando VII, alzándose Orihuela contra el francés, y declarando implícitamente la guerra contra el mismo.

Sucedió ese día 26 de mayo, asistiendo además de los ya citados, las siguientes personas: Nicolás Pastor, teniente coronel retirado; Carlos Lanzarote y Manuel Pastor, capitanes; Sebastián Barceló, noble; Juan Roca de Togores y Juan, y Antonio María Balaguer, caballeros. Así como los componentes de la Corporación: José Barceló, Tomás Soler y Agustín Pastor, regidores; Antonio Galiana, Antonio María García Alcaraz y Tomás Martínez y Marco, diputados del Común; Juan Maseres, síndico procurador general; Joaquín Pérez Cabrero, síndico personero; José Pérez Cerdá, contador interino. También asistieron los abogados Pedro Pérez, Francisco Serrato, Joaquín Barrera, Trinitario Ruiz Cartagena y Javier Taormina.

Al final, se pudieron escuchar los grito del pueblo oriolano, que prorrumpió con «vivas» a Fernando VII y «muera a los franceses». Expresiones muy diferentes a aquellos «¡Franco, Franco, Franco!» que se escuchaban en las demostraciones sindicales de muchos lustros después.

Fuente: http://www.laverdad.es