FRANCO PASA POR ELDA

GABRIEL SEGURA, CRONISTA OFICIAL DE ELDA

Transcurridos 10 años del final de la Guerra Civil, un 30 de mayo de 1949, el general Franco, en su doble condición de Jefe del Estado y presidente del gobierno, giró su primera y única visita oficial a la ciudad de Alicante, con motivo de la inauguración de la nueva sede del Gobierno Civil en la entonces plaza del Caudillo, hoy llamada de la Montañeta.

Por aquel entonces, hoy hace 75 años, el trazado de la carretera nacional que comunicaba Madrid con Alicante pasaba por el centro de Elda, al igual que sucedía con muchas en otras poblaciones pues no existían lo que hoy conocemos como “variantes” o circunvalaciones. Por ello, el día anterior, domingo 29 de mayo, sabedores de que la comitiva oficial del Caudillo iba a atravesar Elda, cientos de eldenses, “mudaos”, bien vestidos para la ocasión y con su mejor aspecto, se apostaron a la vera de la “carretera general”, junto a vecinos de poblaciones cercanas, con la intención de contemplar el paso del séquito oficial, e incluso de ser testigos del saludo del general vencedor de la guerra a los eldenses.

Al igual que los vecinos, también las autoridades municipales presididas por Julio Beneit Navarro, teniente alcalde en aquel momento, así como los cuadros locales del Movimiento Nacional (Falange Española Tradicionalista y de la JONS), tanto masculinos (Manuel Esteve Puche) como de la Sección Femenina (Josefina Ortega), se apostaron en sitio preferente, al borde de la carretera, con la esperanza de saludar y ver en persona a Franco.

Pero todo sucedió al más puro estilo berlanguiano en la película “Bienvenido míster Marshall”. La comitiva de vehículos oficiales no se detuvo en Elda, ni tan siquiera a saludar a las autoridades locales. Elda no era objeto de aquel viaje ni de los intereses del Generalísimo. Frente a la leyenda urbana que narra varios atropellos por la velocidad de comitiva, no es cierto que al paso por la travesía de la entonces calle Queipo de Llano (hoy Jardines) y avenida de Chapí, los automóviles incrementaran su velocidad. Las fotos corroboran como la gente se acercó a los vehículos. De ahí que se pudieran producir pequeños golpes y algún que otro susto.

Durante su estancia en Alicante, el lunes 30 de mayo, el general Franco, además de inaugurar el edificio del gobierno civil, visitó la cárcel donde estuvo preso José Antonio Primo de Rivera en 1936; el monasterio de Santa Faz; cenando en el Real Club de Regatas, trasladándose por la noche al crucero “Méndez Núñez” anclado en el puerto, desde el cual contempló unos fuegos artificiales en su honor.

Franco ya no volvería nunca más a visitar Alicante de forma oficial. La posterior visita realizada en 1966 lo fue a título personal y privado.

Fuente: https://www.valledeelda.com