HENRI BOUCHÉ, CRONISTA OFICIAL DE BORRIOL
Con el pasado Domingo de Ramos entramos ya en la Semana Santa 2024, que finalizará el día 31 con la llegada de la Pascua de Resurrección. En ella se conmemorarán los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús, aunque el ocio presidirá gran parte de los acontecimientos por otra vía. Era la que antes se conocía como la Semana Mayor, ayuno, oración y sacrificio hasta la Pascua, persistente, no obstante, hasta la fecha con buena salud. Muchas de las prácticas cotidianas se realizaban en las familias, tales como abstenerse de comer carne, no barrer, no bañarse un día, participar en los oficios, asistir a las procesiones, dejar de fumar unos días, etc.
Bendición de las palmas y ramos
El domingo pasado las iglesias se vieron muy concurridas por la bendición de las palmas y ramos de olivo las cuales cada familia devota guarda en sus casas hasta la quema del año siguiente para convertirlas en cenizas el Miércoles Santo. Es un recordatorio de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén en aquel burrito (dicen que era un asna), símbolo de la paz, que todavía puede apreciarse en contadas procesiones españolas, al grito de ¡Hosanna, hijo de David…! Y de recordar también en nuestros pueblos aquello de el Diumenge de Rams, qui no estrena no té mans. Y, como decía Cicerón, ¡Oh, tempora o mores!, ¡Oh, tiempos, oh, costumbres!
Después vendrán los actos no menos significativos de la Semana Santa: Jueves, Viernes, Sábado Santos y Domingo de Resurrección. Procesiones, actos diversos mostrarán esta semana los últimos momentos de Jesús en la tierra. Cada día habrá que destacar los actos, comenzando, tal vez, por la Última Cena –el acto de despedida– para finalizar y seguir con las numerosas procesiones, la Misa Crismal, etc. Sin olvidar el fenómeno de las Pasiones del que tenemos buena muestra en la provincia con la Nueva Jerusalén al frente y otras ejemplares representaciones del drama sacro.
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