JOSÉ SALVADOR MURGUI, CRONISTA OFICIAL DE CASINOS
Dice el refrán: “febrerico el corto un día peor que otro”, pero desde hace muchos años la Parroquia Santa Bárbara de Casinos ha celebrado dos festividades litúrgicas que adornan los primeros días del mes.
Haciendo memoria del refranero popular siempre se ha oído decir de los primeros días del presente mes de febrero lo siguiente: “El uno hace día, el dos Santa María, el tres San Blas, uno más y Santa Águeda detrás”.
En nuestro pueblo nunca se celebra fiesta a Santa Águeda de Catania, también conocida como Ágata de Sicilia, que según nos dice la tradición católica, fue una joven cristiana que vivió en el siglo III, martirizada durante las persecuciones del emperador Decio.
Los “Atributos” que la distinguen son: Lirio, palma, pinzas, pechos cortadas en un plato, antorcha o vela encendida. Su fallecimiento fue el 5 de febrero del año 251 d. C. en la ciudad de Catania.
Una vez referenciadas estas pinceladas de Santa Águeda nos centramos en la celebración del día dos, que celebramos la fiesta de la Candeleta, la Candelaria, una festividad en pleno invierno que cierra el ciclo navideño.
¿Que se celebra? La Candelaria es una fiesta religiosa que se hace cuarenta días después de Navidad y conmemora la presentación de Jesús en el templo de Jerusalén.
La fiesta de la luz, san Lucas nos dice en el evangelio: “Y cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo acostumbrado según la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:
«Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel».
Ese día durante la celebración de la eucaristía se encienden las candelas que en el primer momento bendice el Señor Cura Parroco D. Enrique Saiz y desde el atrio de la Iglesia se hace una pequeña procesión.
La costumbre nos recuerda que tanto esas candelas como las Palmas del Domingo de ramos, siempre hay que tenerlas a mano, pues hay que encenderlas cuando amenazan fuertes tormentas con aparato eléctrico y las palmas hay que arrojarlas al patio para que alejen las tormentas. Recordemos que Santa Bárbara nuestra patrona, lleva una Palma en su mano, siendo también abogada contra las tormentas.
Acabo esta crónica invocando a San Blai, a sus panes anisados que cada se bendicen siendo muy apreciados. Antiguamente era tarea de las Hijas de María, les Clavarieses, vender a domicilio estos panes en forma de rollo o panecillo colmados de azúcar. Hoy son las Clavariesas de la Virgen de los Dolores las que gestionan estos panes con el fin de recaudar fondos para la fiesta.
Día tres de febrero la cita está en la parroquia Santa Bárbara de Casinos, reviviendo tradiciones, procesionando con las velas y saboreando los dulces panes, que solo por ver los canastillos, cestas y bordados merece la pena asomarse a contemplarlo.
Que tengamos salud para disfrutar de estas sencillas, añejas y entrañables fiestas.