Arxiu mensual: gener de 2024

FALLECE EL CRONISTA OFICIAL DE QUARTELL, JOSÉ VICENTE MARQUÉS

Este miércoles, 31 de enero, ha fallecido José Vicente Marqués, quien fuera nombrado como cronista oficial de Quartell en junio del pasado año 2012. Este filósofo, que empezó sus colaboraciones periodísticas en Las Provincias allá por la década de los 70, ha estado escribiendo sobre Quartell durante medio siglo.

Marqués formaba parte del Grup de Cronistes i Investigadors del Camp de Morvedre i Almenara y fue un luchador incansable para preservar la historia ya no solo de su pueblo. Quartell, localidad que le otorgó el título de cronista oficial, sino también de otros municipios de Les Valls a través de sus crónicas periodísticas.

La familia, amigos y allegados despedirán a José Vicente Marqués esta tarde en el tanatorio de Faura y mañana jueves, 1 de febrero, se oficiará una misa en su memoria en la iglesia de Quartell.

Fuente: https://eleconomico.es

EL FINAL TRÁGICO DE 22 EMBARCACIONES QUE DIO NOMBRE A UNA DE LAS PLAYAS MÁS FAMOSAS DE TORREVIEJA

LAURINE MAURICE

El CRONISTA OFICIAL DE TORREVIEJA, FRANCISCO SALA ANIORTE relata las anécdotas de algunos de las tragedias que dieron nombre a la Playa de los Náufragos.

Además de ser el punto de encuentro de los jóvenes y convertirse en una discoteca abierta en las festividades de San Juan, la Playa de los Náufragos también es muy popular entre los deportistas que disfrutan durante todo el año de las mallas de balonmano y de las instalaciones deportivas instaladas en su arena. Sin embargo, esta playa muy turística de Torrevieja tiene un pasado oscuro y una historia fascinante. ¿Por qué se le llama Playa de los «náufragos»?

En este sentido, el CRONISTA OFICIAL DE TORREVIEJA, FRANCISCO SALA ANIORTE relata a EL ESPAÑOL las anécdotas de algunos de los 22 naufragios ocurridos a lo largo de los años y que han llevado a bautizar esta playa con este nombre. Siendo la playa situada más al sur de la población, limita al norte con el dique de poniente del puerto utilizado para el embarque de sal. Tiene una extensión de unos 300 metros y una anchura de 40 metros aproximadamente y con una arena fina y dorada y unas aguas tranquilas, excepto cuando sopla el viento de lebeche.

Tal y como lo cuenta el CRONISTA, la playa está actualmente protegida de los vientos de levante por los espigones del puerto de Torrevieja. Una protección de la cual no se beneficiaba en los primeros años del siglo XX, cuando todavía no habían comenzado las obras del puerto. Un dato clave para entender los numerosos acontecimientos contados a continuación, ya que, al carecer de esta protección, muchas embarcaciones que se cruzaban con temporales acababan varadas en su costa cuando las anclas garreaban y eran liberadas cuando había fuertes temporales de viento de levante.

Una serie de situaciones que terminaba varias veces en un final trágico, ya que aquellos barcos de madera y de vela acababan destrozados en su orilla. «De ahí que se conozca como Playa de los Náufragos». Pero, ¿De cuántos naufragios estamos hablando?

En total, y según los registros que se han hecho a lo largo de los años, en esta playa han naufragado oficialmente 22 embarcaciones. El primer registro de naufragio en esta playa remonta al 23 de abril de 1856, cuando se publicó en la prensa un anuncio que hacía referencia al naufragio en Torrevieja de la fragata inglesa ‘British Queen’, cuyos restos fueron encontrados en las orillas de esta playa.

Tres décadas después, a mediados de noviembre de 1884, se perdió cerca de la playa de Ferris la corbeta noruega ‘Soon’, salvándose la tripulación. Años más tarde, en 1887, el Ayudante de Marina del distrito de Torrevieja y los tripulantes de las dos falúas de la villa, fueron recompensados con la ‘Cruz Roja del Mérito Naval’ por los auxilios prestados a los náufragos de esta embarcación.

Ya en el siglo XX, a la una y media de la tarde del 10 de febrero de 1919 naufragó, frente a la playa de Ferris, el pailebote inglés «Minnie G. Parsons», con cargamento de sal a bordo, con destino al puerto de Santos (Brasil). De su tripulación, formada por siete hombres, incluido el capitán, se salvaron seis, muriendo ahogado el contramaestre Rasmunen, de nacionalidad danesa y de alguna edad, al no tener fuerzas suficientes para hasta la orilla, desapareciendo entre las olas.

Otro naufragio popular y el que se ha registrado más recientemente, es el del buque ‘París City’. Según cuenta el CRONISTA, el viento de levante fue el causante del incidente que sufrió esta embarcación el 24 de abril de 1951. Construido en 1941, tenía matrícula de Bideford (Inglaterra) y que llegó a la rada de Torrevieja para cargar sal.

Estando fondeado a la espera de la orden de carga embarrancó frente a la playa de Ferrís, al no resistir las anclas, fueron garreando por la fuerza del viento de un temporal de Levante. «Fue todo un espectáculo el aspecto desolador que dio durante semanas con la impresión de ser todavía mayor la desgracia de lo que en realidad fue», relata el cronista. De este modo, durante los meses que se quedó la embarcación estancada, muchos fueron los curiosos que se acercaban «con cara de asombro». El 4 de noviembre, después de varios intentos, dos potentes de remolcadores, el «Hércules» y el «Heracles», el primero con base en Gibraltar y el segundo de bandera sueca, consiguieron ponerlo a flote tirándole con cables y cabos muy gruesos desde larga distancia en la mar adentro, siendo después remolcado a Gibraltar para realizarle las oportunas reparaciones.

Así, el CRONISTA DE TORREVIEJA asegura que, debido al gran número de perdidas de buques y vidas de personas, esta playa pasó a nombrarse «Playa de los Náufragos». Unas tragedias que disminuyeron en el tiempo, «con la dotación dos naves auxiliares de la Asociación de Salvamento de Náufragos, con la construcción de los brazos de Levante y Poniente del puerto de Torrevieja y con la edificación a pie de dicha playa de una caseta de salvamento dotada con un cañón lanzacabos» Una caseta transformada años más tarde en un puesto de socorrismo de la Cruz Roja del Mar y cuyos servicios se ofrecieron hasta de la década de los años noventa del pasado siglo XX.

Fuente: https://www.elespanol.com

LAS CINCO Y CON SOL

ANTONIO LUIS GALIANO PÉREZ, CRONISTA OFICIAL DE ORIHUELA

De todos los dichos y refranes oriolanos, tal vez el que más abunda es el dedicado a San Antón. Y de ellos, sin dejar ninguno de lado, el que más me agrada es: «San Antón, las cinco y con sol», por aquello de que los días se alargan buscando la primavera. Pero no dejemos a un lado aquel otro que vaticina: «San Antón, saca a las viejas del rincón», significando que comienza a irse los fríos y el tiempo mejora, lo cual en estos momentos, probablemente por aquello del cambio climático, dudamos que sea así, y las pobres ancianas tengan que sufrir los altibajos de temperatura, con humedad que les afecte al reuma.

La festividad de San Antón se conmemora en el calendario el 17 de enero, aunque desde hace años en Orihuela, la romería dedicada al mismo se celebra el domingo más próximo. Pero, este año, ha sido de alguna manera especial al dedicarle la ONCE el motivo del cupón a nuestra más que centenaria fiesta, que fue presentado el día 11, teniendo como marco el corazón del Barrio de San Antón, que es la ermita bajo la advocación del eremita.

Mas, hagamos historia y recordemos que allá por los años sesenta del pasado siglo, tal vez debido a que la fiesta se celebraba en el día de la semana que le correspondía, la romería iba decayendo por ser laborable. Concretamente, en 1964, el 17 de enero fue viernes y, con objeto de arropar a la figura del Señor de San Antón que, desde 1792 nombraba el Cabildo Catedral, propietario del Señorío y Ermita, así como para fomentar la fiesta; en el Casino Orcelitano se reunieron los componentes del Club de Prensa, Radio y Televisión de Orihuela para proclamar las personas en las recaerían por primera vez el nombramiento de Caballeros de San Antón. El citado Club estaba formado por los siguientes: Luis Cartagena Soriano, alcalde y director de la emisora local La Voz de Orihuela, como presidente; Cayetano López Noguera, corresponsal de la Agencia Cifra; Joaquín Ezcurra Alonso, corresponsal del diario INFORMACIÓN de Alicante y director de la revista «Oleza»; Carlos Hernández Mateo, corresponsal de la Agencia Alfil; Juan Chazarra Pérez, corresponsal deportivo; José Joaquín Hernández Quixano, José Torres López, José Luis Ezcurra Alonso, Andrés Lacárcel Ramos, José Antonio Espinosa Paredes, de La Voz de Orihuela.

En esa reunión fueron proclamados los siguientes Caballeros de San Antón: Felipe Arche Hermosa, gobernador civil de la Provincia de Alicante; Luciano de la Calzada, delegado del Gobierno en la Confederación Hidrográfica del Segura; José Perezgil, pintor; Santiago Bernabéu Yeste, presidente del Real Madrid; Santiago Guillén Moreno, gobernador civil de Cádiz; José Sanz Moliner, subdirector del periódico INFORMACIÓN de Alicante; Alfonso Sánchez Martínez, redactor de Radio Juventud de Murcia; Manuel Martínez Valero, presidente del Elche CF; Juan Fenoll Villegas, corresponsal de Televisión Española; Ramón Navarro «Ramonico», jugador de la Selección Nacional de Juveniles; Antonio Martínez Maciá, presidente de la Peña Madridista de Elche; José Martínez Arenas, abogado y escritor; Francisco Sala Magraner, jefe de la Agencia de Extensión Agraria de Orihuela.

Una vez concluida la reunión, y levantada el acta correspondiente, los asistentes se desplazaron hasta San Antón a saludar al canónigo Jesús Imaz Urcola que aquel año ostentó el cargo de Señor de San Antón por designación del Cabildo Catedral. La misa fue oficiada por Antonio Roda López, párroco del Salvador y ocupó la sagrada cátedra Manuel Soto Menárguez, cura ecónomo de La Campaneta. La entrega de las distinciones se efectuó en el transcurso de una cena de gala, celebrada en el Casino Orcelitano el 17 de febrero de dicho año. Hace sesenta años, ese 17 de enero de 1964 nacía para la historia lo que hoy es la Real Orden de San Antón de la Ciudad de Orihuela.

No sé lo que pensarían, aunque es seguro que se alegrarían, aquellos oriolanos que se lanzaron a la aventura hace seis décadas al crear estas distinciones, al comprobar la evolución que, en pocos años, se ha producido en los medios de comunicación y ver que es posible efectuar la toma de promesa para ingresar en la Orden de alguna persona en directo, encontrándose a más de nueve mil cuatrocientos kilómetros, cruzando el Océano Atlántico.

En este sexagenario aniversario de la Real Orden el Capítulo de Gobierno acordó nombrar a los Caballeros Juan Martínez Tomé, director de la Escuela Politécnica Superior de Orihuela; a Luis Miguel García Lozano, magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía; al Cronista de Zacatecas (México) Manuel González Ramírez; como Dama a la Catedrática de la Universidad de Murcia Mª Ángeles Esteban Abad y como Institución a la Casa de la Caridad de Orihuela. El acto solemne se celebró en la Iglesia de Santo Domingo y contó con la Orquesta Sinfónica de Orihuela y los Solistas de Violín Aula Twinkle Suzuki de Orihuela, dirigidos por Antonio J. Pujol.

Al margen de la trayectoria profesional del zacatecano Manuel González Ramírez, su nombramiento quedaba justificado por haber sido el promotor en México del Hermanamiento de las Ciudades de Orihuela y Zacatecas que este año cumple su primer lustro y por la difusión que hace de nuestra ciudad a nivel municipal, estatal y nacional en México. La retransmisión del acto vía streaming fue seguido desde Zacatecas, para ello este Municipio organizó un acto en su Casa de Cultura abierto al público para que lo siguieran en directo desde Orihuela. En honor a ellos, al finalizar la Orquesta Sinfónica su concierto, tuvo a bien interpretar la «Marcha de Zacatecas» de Genaro Codina y se pudo comprobar la emoción de todos aquellos que desde México siguieron el Acto de Investidura y la toma de promesa de su Cronista.

Que estas efemérides pasen a la Historia de la Real Orden de San Antón y quede constancia lo que la misma hace para promocionar a Orihuela fuera de nuestras fronteras.

Fuente: https://www.informacion.es

ALGAR CELEBRA LA FESTA DE SANT ANTONI DEL PORQUET

JOSEP CATALUNYA ALBERT, CRONISTA OFICIAL D’ALGAR DE PALÀNCIA

Com tots saben, el 17 de gener es celebra la festivitat de Sant Antoni Abat, una de les festes   més   populars   en   tot   el   territori   de   la   Comunitat Valenciana, sant  que els valencians anomenen Sant Antoni del porquet o el  “sant barbut”. Durant els dies en els quals es celebra esta festa són diversos els actes que tenen lloc: benedicció dels animals, fogueres, porrats, fires d’animals, etc.

La   veneració   a   Sant  Antoni   del   porquet   ha   gaudit   des   de   sempre d’una gran tradició en Algar, ja que, al ser un poble eminentment rural i agrícola,   buscava   la   protecció     per   als   animals   de   llaurança   i   càrrega, donada la fama que tenia este sant de ser un gran protector dels animals, sobretot dels animals que es trobaven malalts els quals ell els recollia i intentava sanar-los. En Algar era normal que els propietaris d’esta clase d’animals   tingueren   en   l’estable   una   estampa   del   sant   per   a   què   els mateixos es conservaren sans i no agafaren cap malaltia.​

Hui,   encara   que   les   coses   han   evolucionat   i   han   canviat,  Algar continua celebrant esta festa amb una sèrie d’actes similars als de la resta d’altres   pobles   valencians,   actes   que   organitza   l’Ajuntament   amb col·laboració amb la Junta d’Obres Parroquials. Enguany la festa ha tingut lloc el dissabte dia 20 de gener, amb els actes següents:

–  Missa i benedicció dels animals pel capellà de la parròquia, a les portes de l’església. Com ara, pràcticament, no resten animals de llaurança, la gent del poble   porta   tota   una   sèrie   de   mascotes   (pardalets,   gossos, tortugues,   gats,   etc.)   per   a   que   siguen   beneïts.  Antigament,   el   capellá donava una garrofa beneïda al portador del animal (un cavall, un mulo o un ruc, …) per a què se la menjara.

– Els membres de la Junta Parroquial obsequien a als portadors dels animals amb uns panets,  previàment beneïts.

– A poqueta nit encesa de la foguera  a la Plaça Major, amb llenya de garrofers.

–   Sopar de germanor      al   voltant   de   la   foguera   pels   més   valents.

Altres persones ho fan en els bars o en el propi domicili. Hem de tindre en compte que en estes dates les nits en Algar solen ser prou fredes. El que sí que fa tota la  gent és acostar-se  a la foguera per a rostir els embutits que, prèviament, ha donat l’Ajuntament a un preu mòdic. Cal dir que el fet de sopar al voltant de la foguera és un signe o símbol de purificació a través del foc, la qual cosa sembla que té el seu origen en costums ancestrals. I amb este acte ha conclòs, un any més, la festa de Sant Antoni del porquet en Algar.

EL CARIZ SOLIDARIO DE LA ORDEN DE LA MERCED: DE MARGARITA DE LLÚRIA A LA FESTIVIDAD DE LES CALDERES DE SANT PERE NOLASC

JULIO BADENES, CRONISTA OFICIAL DE EL PUIG DE SANTA MARÍA

Nuestra forma de actuar, moral y socialmente, en la actualidad no es fruto de la casualidad, por ello cabe preguntarnos: ¿por qué la solidaridad ha sido un rasgo esencial en la forma de ser de la ciudadanía de El Puig de Santa María, y en los pueblos de alrededor, a lo largo de la historia? ¿De qué manera un valor tan esencial, para toda sociedad, como la solidaridad, ha ido evolucionando, en El Puig de Santa María, desde la Edad Media hasta el siglo XXI?

El carácter socio-moral del municipio de El Puig de Santa María no se podría explicar sin la labor de ayuda a los desfavorecidos por parte de la Orden Mercedaria a lo largo de los siglos, como guía y ejemplo para sus habitantes desde el año 1240. Desde su fundación, en el monasterio medieval mercedario de El Puig de Santa María se atendía a los cautivos redimidos, pero también a los pobres, enfermos, marginados de la sociedad y a los peregrinos (Joaquín Millán, 2012, Pedro Nolasco, el otro redentor) que visitaban a la Patrona de todos los valencianos: la Virgen de El Puig de Santa María.

En el XIV una excepcional mujer, Margarita de Llúria, hija del gran almirante Roger de Llúria y de doña Saurina de Entença, biznieta de Bernat Guillem de Entença, tío de Jaime I, vencedor en la crucial Batalla de El Puig y cuyo excepcional sepulcro se puede admirar en el monasterio de El Puig de Santa María. Roger murió en 1305 y doña Saurina en 1325, dejando en herencia a su hija Margarita de Llúria, entre otros lugares, El Puig de Santa María. Vivió en su señorío de El Puig de Santa María, tanto en su castillo, en el que tenía una capilla dedicada a la Virgen (Badenes; Montero, El Castell de la Patà, 2004, pp. 193, 194) como en una casa palaciega que construyó adosada al ábside cuadrado de la Iglesia medieval “y con puerta franca a ella, hizo una vida honesta” (F. Martínez, Historia de la Virgen del Puig, 1760, pp. 194 y 202). Y, por tanto, vio de cerca la labor humanitaria y caritativa de los mercedarios pugencs cuando llegaban con cautivos redimidos en tierras africanas, o cómo día a día ayudaban a los sin techo y cómo se preocupaban de los peregrinos, que en grandes cantidades, como nos muestra la documentación, a lo largo de la historia, han visitado el monasterio donde se custodia a la Patrona del Reino y de la Ciudad de Valencia.

Y, Margarita de Llúria se enamoró, hasta tal punto, de su señorío de El Puig de Santa María y de todo lo que representaba este simbólico lugar para los valencianos, que llegó a cambiar su testamento de 1341, en el que había dispuesto ser enterrada junto a su padre, Roger de Llúria, en el monasterio de Santes Creus, en Tarragona, decidiendo, finalmente, el 6 de marzo de 1343, ser sepultada ante el altar de la iglesia de El Puig de Santa María, junto a la Patrona del Reino de Valencia.

500 sueldos anuales a perpetuidad

Y Margarita de Llúria a lo largo de estos años fue absorbiendo, hasta tal punto, el talante solidario de la Orden Mercedaria, fundada por Sant Pere Nolasc, que decidió fundar un hospital medieval, uno de los más antiguos del Reino de Valencia, en el segundo cuarto del siglo XIV, junto a la iglesia de El Puig de Santa María, legándole en su testamento, a perpetuidad, quinientos sueldos anuales para comprar muebles y comida con los que atender a pobres, enfermos y huérfanos. Todo un ejemplo para la educación ético-cívica del siglo XXI. Por todo ello y por ser un ejemplo destacado de la mujer, referente en la Historia valenciana, el IES de El Puig de Santa María, como homenaje, debería llevar su nombre.

Ese espíritu solidario también lo adquirió el pueblo de El Puig de Santa María a través de la socialización histórica que produjo la Orden Mercedario, siglo tras siglo, en sus habitantes, materializándose en la creación de la Cofradía de San Pedro Nolasco, que ya posee unos 200 años de historia y en la solidaria preparación de las calderas que en otros tiempos eran cocinadas para los más pobres. Gracias a los clavarios por esa festividad de les Calderes de Sant Pere Nolasc que nos hacen ver que la conciencia histórico-ética, la solidaridad y el esfuerzo comunitario nos alejan de la pobreza.

Fuente: https://www.levante-emv.com

HOMENAJE AL PROFESOR MANUEL BROSETA CON REPRESENTACIÓN DE BANYERES

El alcalde Josep Sempere y varios concejales del Ayuntamiento, así como Vicent Albero, director del IES Professor Manuel Broseta, JUAN ANTONIO CALABUIG, CRONISTA OFICIAL DE BANYERES, y varias personas más de Banyeres, asistieron recientemente al homenaje que se realizó al profesor Manuel Broseta, originario de Banyeres de Mariola, con motivo del 32 aniversario de su asesinato por la banda terrorista ETA.

En el acto, desarrollado junto al monolito erigido en su honor en la avenida Blasco Ibáñez, donde se produjo el atentado, estuvieron también presentes representantes de las instituciones valencianas y de la sociedad civil, entre las que estuvieron el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, el expresidente Ximo Puig, y el policía José Vicente Martos, que resultó herido ese mismo día al explotar un coche bomba.

También asistieron la presidenta de las Corts, Llanos Massó, los vicepresidentes del Consell Vicente Barrera y Susana Camarero, la consellera de Justicia, Elisa Núñez, la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, el presidente de la Fundación Manuel Broseta, Vicente Garrido, y la rectora de la Universidad de Valencia, Mavi Mestre, entre otros.

Fuente: https://www.elnostreciutat.com

HA FALLECIDO FRANCISCO DE PAULA MOMBLANCH, PRESIDENTE HONORARIO DE L’ASSOCIACIO DE CRONISTES OFICIALS DEL REGNE DE VALÈNCIA

La mañana de hoy ha fallecido FRANCISCO DE PAULA MOMBLANCH, PRESIDENTE HONORARIO DE L’ASSOCIACIO DE CRONISTES OFICIALS DEL REGNE DE VALÈNCIA I CRONISTA OFICIAL DE BENILLOBA.

Mañana día 26, estará la familia desde las 9 horas y el resto del día en el TANATORIO MUNICIAL DE VALENCIA.

La misa funeral tendrá lugar el sábado día 27 en el mismo tanatorio a las 11,45 horas.

El entierro a continuación a las 12,30 horas en el cementerio de Valencia.

ELDA EN LA ORDEN DE SANTIAGO

GABRIEL SEGURA, CRONISTA OFICIAL DE ELDA

Hacía escasos nueve meses que la posesión de la aljama y alquería de Elda habían sido concedidas al caballero de origen germano Guillén “el Alemán” por el infante don Alfonso (futuro rey Alfonso X el Sabio) tras la conquista del reino de Murcia y el establecimiento de la frontera entre los reinos de Valencia y Murcia por el Tratado de Almizra, en marzo de 1244.

A los escasos meses de aquel primer señorío feudal sobre las poblaciones andalusíes del valle de Elda (Elda, Petrer y Xinosa), un 20 de enero de 1245, hace la friolera de 779 años, la villa y castillo de Elda pasaban, con toda la vall, a manos de la todopoderosa orden militar de Santiago, según convenio firmado aquel día en la villa de Ocaña, entre el hijo de Guillén el Alemán, a la sazón señor de Elda y Pelayo Pérez Correa, gran maestre de la Orden de Santiago. Acuerdo alcanzado en cumplimento de la voluntad testamentaria del propio Guillén el Alemán.

En virtud de aquel acuerdo, su hijo Enrique, en representación de la última decisión paterna, cedió Elda y su castillo a favor de los santiaguistas a cambio de 3.000 maravedíes alfonsíes, cuatro caballos, cinco mulas y otras provisiones para que Enrique pudiera volver a su patria:

“…nos, don Pelay Perez … reçibiemos el castiello de Ella de don Arnalt el Aleman et de su fijo Enrrique por don Guillen el Aleman, que lo dio a la nostra Orden por su alma…”

Elda y su castillo permanecieron en manos santiaguistas durante 12 años (1245-1257) hasta abril de 1257, cuando por privilegio real de Alfonso X de Castilla incorporaba a la corona las villas y castillos de Elda, Callosa (de Segura) y Catral, cediendo por contrapartida a la orden de Santiago las villas y castillos de Aledo y Totana, todas ellas en el reino de Murcia.

“E estos lugares sobredichos (Aledo y Totana) le do por camio de Ella que di al inffante don Manuel, mio hermano…”

Será en este momento, cuando Elda pase a integrarse en el señorío del infante don Manuel, creado en 1248 por Fernando III de Castilla a favor de su hijo. Alfonso X entregará la villa y castillo de Elda a su hermano el infante don Manuel con motivo de su boda con doña Constanza, hija del rey Jaime I de Aragón.

Elda se integraba así en el núcleo primigenio de la conocida como “tierra de don Manuel” o señorío de Elche (posteriormente de Villena) que con posteriores y sucesivas incorporaciones se extendió desde las actuales tierras manchegas de Albacete y Almansa hasta el mar Mediterráneo, quedando incluidas en él las villas de Elche, Crevillente, Aspe, Chinosa, Monóvar, Elda y Novelda con su castillo de la Mola.

Fuente: https://www.valledeelda.com

EL AUTÉNTICO ROSTRO DE SAN VICENTE FERRER

FRANCISCO PÉREZ PUCHE, CRONISTA OFICIAL DE VALENCIA

Se le puede imaginar un rostro ascético, inflamado por la fe; se le puede pintar, o modelar, delgado tras las largas caminatas, sereno y pensativo, o turbado por el peso de los pecados del mundo. Pero la realidad es que, aunque le seguían multitudes y era recibido en palacios, nadie tuvo la ocurrencia de dibujar, pintar o esculpir un retrato del predicador San Vicente Ferrer. Docenas de artistas, con el paso de los siglos, nos han dejado imágenes del santo; y han configurado un arquetipo sobre él. Sin embargo, entre miles de imágenes y estampas, solo hay una pequeña iglesia, en una ciudad francesa, que puede afirmar, y afirma, que tiene su primer retrato: el que fue labrado por alguien que lo vio en persona.

Hay que ir a Vannes, en la Bretaña francesa, donde el santo murió en 1419, y donde está enterrado. Hay que ir a la bahía de Morbiham, al Port Blanc, y tomar un pequeño barco turístico para llegar, en diez minutos, hasta la Isla de los Monjes (Ile-aux-Moines) una de las que pueblan la bahía, famosa por los criaderos de ostras. Ya en la isla, hay que caminar hasta la parroquia, dedicada a San Miguel. Allí, destacado, a la izquierda del presbiterio, vamos a encontrar el busto, labrado en madera, oscuro de tantas restauraciones y barnices, de San Vicente Ferrer. El que representa su vera efigie.

La guía oficial del templo lo explica. «El busto fue esculpido por un burgués de Vannes que, 36 años después de su muerte (del santo) quiso fijar los rasgos que conservaba en su memoria». «Es la primera y la más antigua imagen de San Vicente Ferrer», afirman. Una escultura que figuró cerca de su tumba desde 1455 -el año de su canonización por el papa valenciano Calixto III- en el coro de la catedral románica de Vannes.

Un reportaje del periodista, viajero y gastrónomo Dionisio Pérez (1871-1935), publicado en nuestras páginas en el año 1927, nos ha dado la primera pista. Desde ese trabajo, cargado de muchos datos curiosos, se pueden rastrear los avatares de un enterramiento que los valencianos siempre hemos tenido en el catálogo de las asignaturas pendientes. Los estudios de los valencianos Ernesto Martínez Ferrando y José Sanchis Sivera, así como los de otros expertos franceses, ayudan a jalonar los muchos cambios -quizá habría que decir tumbos- que los restos del santo, y sus reliquias, han dado durante cinco siglos largos. Porque San Vicente fue enterrado en el coro de la catedral de San Pedro de Vannes, en una cripta-pasadizo que daba al transepto del templo, para favorecer el contacto con los fieles. Que, desde su muerte, primero, y luego desde su canonización, acudían atraídos por la devoción, los milagros y la eficaz protección que el santo ejercía contra la peste.

La noticia de la canonización trajo mejoras en la capilla dedicada al santo. Rodeada de exvotos, allí estuvo la escultura hecha desde la memoria de un artista desconocido. Los dominicos pleitearon por los restos del santo contra el clero de Vannes, protegido por los duques de Bretaña; su devoción era una buena fuente de ingresos y también un baluarte político para el ducado. La cabeza y los hombros del santo se presentaban en una urna y el resto de las reliquias, en otra. Pero todo eso se alteró cuando las tropas de Felipe II tomaron la plaza de Vannes (1596) y empezó a correr el rumor de que San Vicente, ya convertido en un claro emblema bretón, podía ser trasladado a España y a su ciudad natal, Valencia.

Escondieron en la sacristía a San Vicente Ferrer y dice el viajero Dionisio Pérez que, en 1636, cuando Dubuisson fue a ver los restos para redactar una descripción culta de los bienes artísticos de la Bretaña, no había forma de encontrarlos, de discreto que era el lugar del escondite. En 1658, dieron a San Vicente un nuevo emplazamiento y la «estatua de madera fue relegada a una capilla», nos dice la guía de la Isla de los Monjes. Los estudios valencianos fechan la gran reforma de la sepultura en 1777, dato más lógico porque encaja con la reclamación que una dama noble, propietaria a la sazón de la isla, hizo al cabildo sobre la cuestión.

En efecto, Jeanne Suzzane Touzée de Grandisle pidió el busto del santo, los capitulares accedieron en 1780 y desde entonces está en la parroquia insular. Donde también vivió, como la iglesia misma, períodos de esplendor… y de abandono en un almacén. La parroquia de Ile-aux-Moines, pongamos fechas, es neo-románica, se construyó en 1802 y ha sido restaurada tres veces, la última en 1931. En la reforma de 1902 es cuando la efigie de nuestro San Vicente Ferrer fue instalada en un lugar de honor para la veneración de todos los bretones.

Todo indica, y son varios los testimonios coincidentes, que fue el historiador Pierre Henri Fages quien, en 1883, redescubrió el famoso busto medio abandonado en la parroquia de la isla y puso en valor no ya su autenticidad sino la fidelidad del rostro al canon establecido por quienes describieron el aspecto del santo. Fages, había ido a documentarse para la gran biografía en dos tomos que publicó en 1902 sobre el santo valenciano y sus predicaciones; se trata de un libro clave, editado en Valencia en 1903, con traducción de Antonio Polo de Bernabé.

Fuente: https://www.lasprovincias.es

XIXONA EN 1904

BERNARDO GARRIGÓS SIRVENT, CRONISTA OFICIAL DE XIXONA

¡Un año y medio!, sí, un año y medio tuvieron que esperar nuestros abuelos para poder celebrar las fiestas de Moros y Cristianos de 1904. Ese año en vez de vestirse con sus trajes en enero, tras la tareas invernales del campo y de la venta del turrón, lo iban a hacer en pleno verano, en el mes de agosto.

Si volvemos la vista atrás veremos que existen ciertos paralelismos entre la Xixona que conocieron nuestros abuelos y la actual. Desafortunadamente, aunque ha pasado un siglo, la población está estancada, más bien en ligera recesión; pues en 1904 el censo de habitantes ascendía a los  7.083 y ahora oficialmente 7.032.

La situación económica en la que se encontraba el municipio no era nada boyante, todo lo contrario. Eran tan grandes las dificultades por las que atravesaban las arcas municipales, que incluso las autoridades municipales se plantearon suspender las fiestas del Corpus Christi al no poder hacer frente a sus gastos. Sin embargo, debido a la gravedad del asunto, recapacitaron: “que los expresados festejos, han venido celebrándose sin interrupción, y al suspenderse tan arraigada costumbre, heriría los sentimientos religiosos de esta localidad, a la vez que quedaría esta corporación en una situación deprimente ante sus administrados, proponía al Ayuntamiento, se sirviera acordar, se solicite del Señor Gobernador Civil de la Provincia, la necesaria autorización, para poder satisfacer, fuera de turno trescientas pesetas, como subvención para la predicación de la Cuaresma, y novecientas cincuenta  pesetas que se calculan que habrán de invertirse en los antes indicados demás festejos”.

La base económica seguía siendo la agricultura, basada en el cultivo de cereales, la aceituna, la almendra y de vid; aunque la industria turronera poco a poco va creciendo. Se está produciendo la primera fase de la industrialización con la introducción de la maquinaria impulsada a vapor. Un ejemplo podría ser la instancia presentada ante el pleno municipal el 28 de junio de 1904 por “Don Fernando Monerris Sirvent, en solicitud de autorización para instalar un motor a vapor de fuerza cuatro caballos nominales en la casa Pósito que posee en arrendamiento, situada en la calle del Vall”.

Los empresarios turroneros habían unido sus fuerzas a principios de siglo https://bgarrigos07.wordpress.com/2020/09/14/la-creacion-del-gremio-de-turroneros/ y en 1903 el “Gremio de Turroneros” solicitaba al Ayuntamiento autorización para utilizar el escudo de la ciudad como sello de garantía de sus productos. Tal era su pujanza que tenía su sede en el edificio nº 1 de la Calle de Alfonso XIII  (actual Avinguda de la Constitució-La Plaça).

El consistorio municipal tenía una gran preocupación: se había quedado sin sede. En 1903 el edificio del Ayuntamiento fue declarado en ruina teniéndose que buscar una nueva ubicación. Así el 20 de septiembre de 1904 se decide que se “adquiriera el edificio donde hoy se halla domiciliado la sociedad Nuevo Casino de Jijona, el cual, según manifestación de su propietaria Doña Ligoria López Planelles, lo cedía en venta al municipio para Casa Consistorial, por su justo valor”.  Este edificio era una construcción de nueva planta, que apenas había sido utilizada y que se encontraban en la  calle más espaciosa y con los edificios más modernos, la calle Alfonso XIII. Esta compra se formalizará el 12 de agosto de 1905 por valor de 3000 ptas., trasladándose de inmediato las oficinas municipales y el juzgado al nuevo edificio. Tras un siglo este nuevo y brillante edificio va a ser reformado profundamente y el Ayuntamiento ahora tampoco posee una sede.

En 1904 la trama urbana de la ciudad de Xixona se extendía por el actual casco antiguo. En 1886 con la creación de la Plaça de Alfonso XIII, la ciudad empezaba a extenderse a los pies de la antigua muralla, tomando como punto de expansión el antiguo Portal de la Vila, situado al final de la calle El Vall. Inicialmente se diseñó un espacio de 82 metros de largo por 23 metros de ancho, que llegaba hasta el callejón del Maestro Puyo.

En 1904 el Ayuntamiento decide proseguir con la ampliación de esta calle. El 15 de mayo se decide:

“1º.-Prolongar la calle de Alfonso XIII, hasta el muro del llamado huerto de D. Marcos Aracil Eiximeno. (Hasta las puertas de la actual Societat El Trabajo)

2º.-Ensanchar 2 metros por el lado que aún se halla por edificar la travesía o callejón que comunica con la calle de Loreto”. (Actual Carreró d’Enric Puyo).

Las gestiones fueron muy rápidas; pues el 9 de agosto ya se ha llegado a un acuerdo con los propietarios de los terrenos: D. Manuel Sirvent Miralles y Primitivo Rovira Soler. D. Manuel Sirvent Miralles cede al Ayuntamiento una superficie de 754 m2 de  36 metros de largo, por 20,95 de ancho , mientras D. Primitivo Rovira Soler cedió 36 m2 , formada por  2m de ancho por 18m de largo junto a su propiedad para ampliar el callejón que comunica la Plaça con la calle Mare de Déu de l’Orito. Con esta nueva ampliación la Plaça alcanzó las puertas de la actual Sociedad El Trabajo. Allí el muro que delimitaba las tierras de D. Marcos Aracil, puso momentáneamente fin a esta expansión.

La mejora de las comunicaciones era otra iniciativa municipal, por un lado habían comenzado unas obras para mejorar la carretera con Torremanzanas y por otro, el 16 de febrero se acuerda  “que el Alcalde, se dirija al Sr. Ministro de Agricultura, Industria y Comercio y Obras Públicas solicitando la desviación de la carretera de Játiva a Alicante, en su travesía por esta población, dirigiéndola por las afueras de la misma, en evitación de innumerables perjuicios y molestias a este vecindario, que ocasiona su tránsito, por las dos principales calles en que se halla establecidos los comercios e industrias”. Esta sería la primera petición del desvío, que como bien es conocido, no tendría ningún éxito.

Los destinos de nuestra ciudad estaban en manos de los siguientes señores: alcalde presidente D, Joaquín Aracil Bellot; tenientes de alcade; D. Joaquín de Scals Rovira, D. Vicente Rovira Belda y D. Vicente Garrigós Bernabeu y concejales: D. Francisco Giner Iborra, D. Antonio Hernández Mira, D. Francisco Carbonell Alcaraz, D. Manuel Verdú Monerris, D. Severino Pico Carbonell; D. Bautista Miralles Garrigós, D. Vicente Sirvent Soler, D. Antonio Aracil Rico, D. José Cremades Coloma y D. Luis Planelles García.

Ese año de 1904 es especialmente significativo para la familia festera.

El 19 de julio de 1904 el pleno del Ayuntamiento de Xixona autorizó el cambio de fechas de las fiestas de Moros y Cristianos: A continuación, por el Sr. Presidente se expuso: “Que desde tiempo inmemorial sufraga esta corporación los gastos, que en honor de San Sebastián Martir, celebra esta ciudad. Lo insoportable de la temperatura del mes de enero, en que la fiesta del santo se halla inscrita, ha impedido casi siempre, que los festejos acordados por el municipio, hayan tenido la brillantez que los mismos requieren, y que los forasteros, que tanto beneficio reportar a la población, concurran a ella, por lo que atendiendo a los deseos y manifestaciones de la inmensa mayoría del vecindario dejaron de llevarse a efecto en dicho mes las tradicionales fiestas de Moros y Cristianos, y otras de costumbre para que tuvieran lugar durante el verano, y en la época o días, que se estime más convenientes. En consideración a lo anteriormente expuesto, y de que por tradición se celebran los festejos en honor de aquel invicto mártir, por un milagro obrado en esta época, sumando con que el día del patrono titular, san Bartolomé, lo es el veinticuatro del próximo mes de agosto, en que ya están terminadas las faenas de recolección de granos y han regresado a la población muchísimos jornaleros, que han salido en busca de trabajo, propone al Ayuntamiento, se sirva acordar, que durante la última decena del indicado mes de agosto se celebren por este municipio , en honor de ambos patronos, grandes festejos y feria, y que se solicite la necesaria autorización del Sr. Gobernador Civil de la provincia, para poder verificar el  pago del gasto voluntario de 2750 ptas., que restan de la consignación, que figura en presupuesto para funciones y festejos, fuera de turno que establece el R.D. diciembre de 1902.”

“Los señores del Ayuntamiento acordaron unánimemente hacer suya esta proposición del Alcalde, y desde luego se proceda por esta comisión de festejos, a la organización de las mismas, para que revistan el lucimiento que corresponde a los gastos que con ellos ocasionen y respondan a la importancia y cultura de la población.”

Como venía siendo tradicional el Ayuntamiento editó un programa de actos para repartirlo entre sus conciudadanos anunciando las fiestas del 21 al 31 de agosto; los tres días de fiestas mayores se celebraron los días 22, 23 y 24 de agosto.

BIBLIOGRAFÍA

BERNABÉ RUIZ, José, “Origen de la Plaça. Una crónica a través de los documentos”, Programa de Fiestas de Moros y Cristianos, Xixona, Asociación de San Bartolomé y San Sebastián, 1995, pp 46-49

CENTRE D’ESTUDI CONTESTANS ,”Apunt biogràfic de José Llopis Sala”, El Programa,  Xixona, Asociación de San Bartolomé y San Sebastián, 2003, pp 207-215

GARRIGÓS SIRVENT, Bernardo, “Crónica de las Fiestas de Moros y Cristianos en el año 1879” Programa de Moros y Cristianos de Xixona, Xixona, Asociación de San Bartolomé y San Sebastián, 1992, 2 páginas.

– “Xixona (1)”, Memoria Gráfica de Alicante y Comarca, Alicante, ed: Información, 1998, pp. 337-344.

– “La comercialización y venta del turrón a finales del siglo XIX”, El Programa, Xixona, Asociación de San Bartolomé y San Sebastián, 2002(b), pp 195- 202.

-«1904: Festes en agost», El Programa, Xixona, 2004, pp. 207-214.

Fuente: https://bgarrigos07.wordpress.com