Arxiu diari: 8 de desembre de 2023

UNA VISITA REAL EN LA CAPITAL DE LA PLANA

ANTONIO GASCÓ, CRONISTA OFICIAL DE CASTELLÓ

Hubo una gran algazara local cuando se supo que la familia real española visitaría Castelló, con motivo del viaje de retorno a Madrid, tras el enlace matrimonial del príncipe de Asturias, el futuro Fernando VII, con la princesa María Antonia de Borbón, acaecido en Nápoles y ratificado en Barcelona el 10 de octubre de 1802. Las penurias de la catastrófica situación en que habían dejado los campos las inundaciones del año anterior, tuvieron que dejarse a un lado y el consistorio hizo de la necesidad virtud, para preparar un magno recibimiento acorde a la majestad de los visitantes.

En la tarde del 22 de octubre se dio a conocer, a través de un bando, el matrimonio de los príncipes de Asturias, iluminándose la villa tres días sucesivos para solemnizarlo. Del mismo modo comenzaron, a toda prisa, las reparaciones y ornatos por los lugares que debería atravesar la regia comitiva, lo cual no dejaba de constituir un contrasentido, si es que realmente se quería mostrar la auténtica situación de menoscabo en que vivía Castelló. Las casas que iba a seguir el itinerario real por el interior del municipio se blanquearon, desde la ermita de Sant Roc del Pla hasta el convento de San Francisco, esto es, las calles Moreres (actualmente Sanahuja), Mayor, área del Portal de l’Om hasta el del cuartel y la calle Trinidad hasta el convento de San Francisco, que suponía ya la salida de la localidad.

También las carreteras se repararon, haciéndose, incluso variaciones en su trayecto, como sucedió con la de Benicàssim, de acuerdo con lo recomendado por el comerciante Juan Matheu, a quien le beneficiaba, no poco, el nuevo trazado para sus actividades exportadoras. El hecho de que el camino real pasara por Castelló, venía a satisfacer una vieja aspiración de la villa, que veía cumplida, con motivo de esta visita regia. Es más, para que los reales ojos no tuvieran visiones desagradables, se quitaron los fragmentos descuartizados de los cuerpos de los ajusticiados que se encontraban en el camino de Benicàssim y se derribaron los pilares que los sostenían.

Fuente: https://www.elperiodicomediterraneo.com

«VELES I VENTS», EL LIBRO SOBRE LAS TRAVESÍAS AÚN DESCONOCIDAS DE AUSIÀS MARCH QUE NACIÓ EN DÉNIA

ARTURO RUIZ

Primero y antes que nada fue el azar. El escritor y biólogo Tono Fornes contó el sábado en Dénia que este libro «es producto de una suma de casualidades con probabilidad próxima a cero». Y lo explicó: navegando allá por el otoño de 2016 un amigo le habló de un profesor inglés residente en Navajas, en l’Alt Palància, especialista en ese antiguo poeta valenciano «de quien yo le hablaba de vez en cuando», Ausiàs March. Fornes le preguntó entusiasmado si el especialista no sería Robert Archer, catedrático de Filosofía del King’s College de Londres. Lo era. El amigo le dijo que tenía su email.

Primero Archer y Fornes intercambiaron correos electrónicos, después se conocieron en Dénia y muy pronto acordaron realizar un libro sobre Ausiàs March y el mar.  Prácticamente siete años después los dos estaban juntos en la Casa de la Paraula para presentar el resultado, «Veles i Vents», junto al historiador y representante de la editorial Drassana, Vicent Baydal.

La gran pregunta era qué podía aportar esta nueva obra tras tantas monografías sobre imágenes marinas en la poesía marquiana, algunas bien recientes. ¿No eran suficientes para que viniera otra más? Tal vez no.

«Tal vez –agregó Fornes– existía todavía una travesía marinera que investigar embarcados con los versos del gran poeta de la Safor si nos zambullíamos en el mar de la época». Todo orbitaba en torno al poema 46, el de Veles e vents, el que tanto popularizó Raimon; y al hecho de que «casi nadie se hubiera dado cuenta de que el famoso exordio de la primera estrofa del poema sugería un retorno a vela desde Sicilia hasta el golfo de València, invocando vientos propicios y señalando los contrarios». Eso les hizo pensar que todavía había una historia por contar. Y lo hicieron.

«Cuando no existían océanos ni otros continentes»

La primera parte del libro, según explicó BAYDAL (CRONISTA OFICIAL DE VALENCIA), «examina la importancia del mar en la política de la Baja Edad Media y su presencia en las fuentes literarias que March podía haber leído». Archer subrayó al respecto que «la concepción de los habitantes medievales sobre su mar era radicalmente distinta a la nuestra. El Mediterráneo, conocido como la Gran Mar, era el centro del mundo con la Corona de Aragón como protagonista ya que aún no se tenían noticia de la existencia de los océanos y de otros continentes».

A continuación se abordan los diferentes aspectos del mundo marinero en la época: «Lo que más me ha impresionado en la investigación es la alta competencia y la precisión náutica de los textos clásicos de la época», revela Fornes. «El siglo de oro de las letras valencianas, el que conoció Ausiàs March, es un siglo de alta sabiduría marinera».

¿Habría escrito lo mismo sin aquellas dos expediciones?

Finalmente la obra repasa las dos expediciones de Alfons el Magnànim en las que el caballero de la Safor participó: la primera entre 1420 y 1421 y la segunda entre 1424 y 1425. Los itinerarios de esas travesías, «hipotéticos pero no caprichosos», se muestran en dos mapas confeccionados por Santi Inocencio, quien ha elaborado las magníficas ilustraciones del libro.

En aquellas singladuras por aguas de Baleares, Córcega, Cerdeña, Sicilia, Nápoles y Túnez, Ausiàs March era bastante joven si se tiene en cuenta que había nacido en 1400: así que «aquellos viajes debieron marcar para siempre el carácter y la visión del mundo de la persona y del poeta». O, preguntado de otra manera: «¿Habría escrito lo mismo y parecidas metáforas de no haber vivido aquellas experiencias y los amargos momentos, aventuras y emociones que fatídicamente incluirían tales viajes?». Fornes y Archer tienen la respuesta: «Creemos que no».

Desde el punto de vista poético, y por lo tanto vital, algunos de esos versos no fueron siempre bien interpretados: la conclusión es que «Ausiàs March continua vivo y problemático».

Tono Fornes concluyó su intervención agradeciendo a Robert Archer «que fuera él quien, interpretando mis deseos y formulando también su tributo de amistad hacia ella, sugiriera dedicar este libro a la meva dona Pepa Ambra, quien nos dejó hace tres años».

Fuente: https://lamarinaplaza.com