GABRIEL SEGURA, CRONISTA OFICIAL DE ELDA
La llegada de la democracia a los gobiernos municipales en abril de 1979 despertó una inusitada dinámica social participativa generadora de múltiples actividades culturales. Hecho que, en el caso de Elda, chocó con la cruda realidad de la ausencia de espacios públicos que permitieran acoger dichas actividades, así como que permitiera generar y promover otras nuevas. En este sentido, la Cultura fue uno de los pilares fundamentales sobre los que pivotó el proyecto transformador de la ciudad emprendido por los sucesivos equipos de gobierno de Roberto García Blanes (1979-1995).
Dar solución a la carencia de un espacio municipal, acorde con los tiempos y con las perspectivas del desarrollo democrático, que fuera generador de actividades y de programación cultural fue uno de los objetivos prioritarios de la primera legislatura democrática (1979-1983). Fue al final de la misma, cuando un 23 de abril de 1983, festividad canónica de San Jorge y Día de libro, se procedió a la inauguración de la tan anhelada Casa de la Cultura de Elda.
Ya en 1970 tenemos constancia de las primeras gestiones municipales para construir una Casa de la Cultura que acogiera a la Biblioteca Pública Municipal que desde su apertura un 10 de septiembre de 1952 ha sido albergado de forma provisional en la primera planta del colegio Padre Manjón. Iniciativa que no llegó a fraguar ante el desacuerdo entre la dirección general correspondiente y el Ayuntamiento. Trece años más tarde, aquel anhelo se hacía realidad. Un sábado 23 de abril, de hoy hace 40 años, en plena campaña electoral a las elecciones municipales y autonómicas del 8 de mayo de 1983, se inauguraba la Casa de la Cultura de Elda, bajo proyecto del arquitecto eldense José Luis Valero Nuevo y financiada por la recién estrenada Generalitat Valenciana (1982).
Con la presencia del equipo de gobierno presidido por el alcalde Roberto García Blanes, acompañado para la ocasión por Joan Lerma, presidente de la Generalitat Valenciana, y por Emilio Soler, director general de Cultura, se procedió a la inauguración del mejor espacio cultural que tuvo Elda hasta ese momento. Desde entonces y hasta el año 2007, la Casa de Cultura se convirtió en epicentro de la programación cultural, social y educativa de nuestra ciudad. En ella se albergó una moderna y nueva biblioteca municipal, una sala de lectura y de estudio, el Museo Arqueológico, cafetería y un auditorio o salón de actos en la planta sótano.
Durante 25 años la Casa de la Cultura vivió sus años de oro con una actividad cultural cuasi frenética. Sin embargo, cual profecía de José al faraón egipcio, a aquellos años de “vacas gordas” le sucedieron otros de “vacas flacas”. El traslado de la biblioteca a la nueva ubicación en el reformado edificio del colegio Padre Manjón (enero, 2007); el cambio de color político en el gobierno municipal (mayo, 2007); la crisis económica española (2008-2014) que obligó a la adopción de recortes presupuestarios para sanear la arcas municipales; la obsoleta museografía y falta de actividad del museo; la clausura del salón de actos por cuestiones de normativa de seguridad; y, especialmente el cambio generacional en el consumo de productos culturales, dejaron prácticamente abandonada la Casa de la Cultura. Desde entonces, y durante los últimos 16 años, ha sido un espacio cultural infrautilizado, marginado del circuito cultural mental de los eldenses, al que no se la ha sabido, querido o podido dar solución. Esperemos que en la nueva legislatura municipal (2023-2027) el equipo de gobierno tenga a la Cultura entre sus prioridades. Pues como ya dejara escrito Ronald Grätz, “la Cultura es un instrumento de transformación social”.
Fuente: https://www.valledeelda.com