EL PP DE TEULADA DEFIENDE A MCDONALD’S SIN ACLARAR LA DEMOLICIÓN DE UNA CASA DEL SIGLO XVIII

El pasado viernes este y otros periódicos publicaban que la multinacional McDonald’s había colgado un cartel con su logo y sus colores corporativos característicos anunciando la apertura en este 2023 de uno de sus establecimientos en la misma parcela de Moraira donde se había asentado la llorada Casa Espinós o de Sant Vicent, una torre fortificada del siglo XVIII demolida hace bien poco, en mayo del año pasado. En teoría la hamburguesería debía compartir esos terrenos con un supermercado de la cadena Aldi cuyas obras comenzaron hace días.

Apenas un par de horas después La Marina Plaza pudo saber que el cartel del McDonald’s era falso: había sido encargado por un residente foráneo de la zona se desconoce si para gastar una broma (de gusto dudoso) o por algún motivo más reivindicativo. Incluso el texto, en inglés, contenía una falta de ortografía -decía Aquired en vez de Acquired- que había pasado desapercibida. Este periódico retiró inmediatamente la noticia.

Pero para entonces la imagen del cartel de la multinacional había corrido como la pólvora por las redes sociales para demostrar que la sociedad civil tiene memoria. Fueron multitud los usuarios,  sobre todo particulares pero también representantes de entidades culturales como el Institut d’Estudis Comarcals de la Marina Alta (IECMA) o la plataforma Salvem la Teulada Gótica Emmurallada, además del portavoz de Compromís, Aitor Llobell, que denunciaron lo mollar de este asunto: que la parcela había albergado en su día una casa histórica irremediablemente perdida porque el ayuntamiento, gobernado por el PP y dos exconcejales socialistas, no la protegió. Y no lo hizo pese a que un año antes de la demolición la Asociación Cultural Amics de Teulada había exigido su conservación por sus indudables valores históricos.

Esos son los hechos. Llegados a este punto, poca importancia tiene si en esos terrenos va un McDonald’s (que no) o el supermercado de Aldi (que sí). Cambiar un pedazo de historia por una mediana superficie no parece el mejor camino para la memoria de un pueblo. Y vaya por delante todo el derecho de Aldi a expandirse en Teulada Moraira. Otra cosa es que lo haya hecho (o le hayan dejado hacerlo) precisamente en esa parcela: quitar una casa del siglo XVIII para poner un supermercado es lo que no pasa en ningún lugar del mundo. O no debería pasar (en la costa de la Marina Alta hay por desgracia más ejemplos).

Lo que dice el PP

Y ante todo eso, ¿que ha dicho el gobierno local? Pues nada. Pero sí el principal partido que lo nutre, el PP. Y ha sido bien curioso. En sus redes sociales los populares han venido a afirmar que sería estupendo que McDonald’s viniera y han arremetido contra quienes censuran ese tipo de negocios de comida rápida: «Lo que no debería ser normal, o desde el Partido Popular así lo creemos, es que las personas que ocupamos cargos públicos falten al respeto o se demonice a empresas que, siempre y cuando cumplan con todos los requisitos legales, pretendan invertir, crear riqueza y contribuir a ofertar puestos de trabajo a nivel local y pagar impuestos que repercutan en la economía y en los servicios».

Pero ni una sola línea sobre la Casa de Sant Vicent en el mensaje del PP. Y eso que en el pleno de mayo de 2022 en que se trató el asunto, el alcalde, el popular Raúl Llobell, se comprometió a averiguar qué destino siguió aquella petición de la Asociación Cultural Amics de Teulada que exigió preservar el inmueble y por qué no se le contestó desde el consistorio. De esa supuesta investigación interna nada se sabe.

Ni parece que se sabrá. Otra prueba: este mismo martes, y en referencia a las obras del supermercado, el concejal de Urbanismo, el exsocialista Héctor Morales (la otra pata del ejecutivo), afirmó en declaraciones a Alicante Plaza que si se le concedió a la empresa la licencia de derribo de la casa fortificada fue «porque la situación de la vivienda y de la parcela lo permitían». Tampoco referencia alguna al destino de la petición de la Asociación Cultural Amics de Teulada que no lo habría permitido.

Y eso que pocos días después de la demolición, uno de los miembros de esa asociación, el catedrático, investigador y miembro del IECMA JOAN IVARS (CRONISTA OFICIAL DE TEULADA), manifestó públicamente que «era imposible» que Morales, en su condición de concejal de Urbanismo, no supiera que existía esa petición para que la Casa de Sant Vicent no fuera pasto de la piqueta. Como así lo fue.

JOAN IVARS le afea al concejal de Urbanismo «la desidia y el abandono» por dejar que la reclamación para preservar el inmueble del siglo XVIII ahora demolido «durmiera un año el sueño de los justos».

Fuente: https://lamarinaplaza.com