B.G.
Después de más de dos años de retraso por diferentes dificultades, la parroquia de la Inmaculada Concepción de Otos ha podido iniciar las obras de restauración de la fachada y campanario de la iglesia. El proyecto ha sido impulsado por el consejo parroquial junto con el rector Ender Reyes, con el fin de mejorar el aspecto exterior del edificio y también las humedades.
La actuación cuenta con un presupuesto de más de 30.000 euros que sufragará íntegramente la parroquia, al haberles sido denegada la solicitud de la Conselleria de Cultura. Ha sido gracias a donaciones y también a diferentes campañas para recaudar fondos como se ha conseguido parte de esa cantidad, el resto hasta completarla les ha sido prestada por el Obispado.
Según el proyecto redactado por Tecum Arquitectura, la empresa adjudicataria, la solución que se le dará a la fachada principal, que presenta un considerable estado de degradación con el consecuente peligro por posibles desprendimientos, es picar y eliminar el revestimiento deteriorado.
Por tanto, se aplicará un nuevo mortero y sobre él, una imprimación y dos capas de pintura al silicato transpirable, de color y acabado en mate. Se trata de un tratamiento mucho más duradero en el tiempo que los anteriores, en los que se repintó con capas que han saltado por su exposición atmosférica permanente.
También está previsto extraer la piedra original de la fachada a la zona del zócalo inferior, un espacio más expuesto a la suciedad y que permitirá expulsar la humedad de la pared. Además, en el lateral izquierdo de la fachada se instalará un retablo cerámico antiguo dedicado a la Purísima que ha sido regalado por Josep Escrivà, párroco de Otos en la década de 1970.
Actuaciones anteriores
Según explica el CRONISTA OFICIAL DE OTOS, DANIEL ALONSO, esta iglesia data de la primera mitad del siglo XVIII y, aunque su valor artístico no es de tanta importancia como la de otros templos de la comarca, sí que está considerada como Bien de Relevancia Local y se trata de un edificio emblemático y muy visible, al ubicarse en la calle principal del municipio, que es muy visitado por su ruta de los relojes.
A lo largo de las últimas décadas se han realizado diversas actuaciones sobre la fachada. La primera de ellas en 1974 con motivo del IV centenario de la fundación de la parroquia de Otos en 1574 por el arzobispo Juan de Ribera. Según explica el cronista, esta actuación resultó bastante agresiva al suprimir algunas decoraciones originales de piedra.
Posteriormente, en 1996, se restauró la chapa que cubre las hojas de la puerta de entrada al templo, en la que están esculpidos los símbolos de las letanías marianas como son el sol, la luna o el pozo de sabiduría. La actuación más reciente tuvo lugar en 1999, pero se realizó una actuación superficial.
Fuente: https://www.lasprovincias.es