BERNARDO GARRIGÓS SIRVENT, CRONISTA OFICIAL DE XIXONA
En 1971 la filà Piratas-marinos tuvo serias dificultades para encontrar a un capitán y a un abanderado de fiestas por lo que propusieron a la Comisión de Fiestas el lunes 23 de agosto de 1971 último día de fiestas que la capitanía del bando cristiano del año siguiente (como así narra el libro de actas de la comisión de fiestas en su sesión del 23 de agosto): “la ostenten dos señoritas de la localidad, avaladas por sus padres, miembros de la comparsa desde toda la vida”. El motivo de esta petición «estriba en que tiene dificultades para encontrar Capitán y Abanderado de Fiestas dado el costo que ello representa«.
Ante tal solicitud los miembros de la Comisión de Fiestas, presididos por el Sr. Alcalde de Fiestas, José Sirvent Peral, miembro de la filà Piratas-Marinos se reúnen de urgencia y tras una larga deliberación se decide que la mejor solución es que «se haga una votación entre las nueve comparsas, sin voto del Sr. Sirvent, debido a su condición de miembro de la comparsa solicitante«. Aprobada esta moción se realiza la votación y el resultado obtenido es clarificador: 6 votos a favor y 3 en contra.
Teresa López Monerris asumió el cargo de capitana y Maribel Mira Sanchis el de abanderada de fiestas del bando cristiano de 1972. Unos cargos que fueron asumidos con verdadera ilusión y pasión: «No sabemos si esto seguirá el año próximo, nosotras no pretendemos nada con ello, sólo que nos hace mucha ilusión y estamos muy contentas de representar este papel. Pero quizás seamos las primeras y las últimas. Todo puede ocurrir, depende de lo que la gente diga» (M. DELGADO: 1972, 19).
Fueron recibidas el 23 de agosto de 1972 durante la Entrada con auténtico cariño y abrieron un nuevo camino. Esta maravillosa entrada tuvo su colofón con la actuación en los jardines escolares de un cantante de extraordinaria fama: Antonio Machín.
José E. López Mira se encargó del diseño de estos trajes, que, sin lugar a dudas, iban a ser históricos al ser las primeras mujeres que ostentaban los máximos cargos festeros en Xixona.
Ambos bocetos seguían la línea de piratas caribeños que definía la filà y consistían en sombrero de ala ancha, amplia blusa, cinturón, pantalón, que en la actualidad llamaríamos pirata, y altas botas. La diferencia entre ambos trajes se hallaba en los colores propuestos.