JOSÉ SALVADOR MURGUI, CRONISTA OFICIAL DE CASINOS
Los jóvenes músicos de los pueblos de la Serranía Valenciana, se unieron hace unos años para formar una de las muchas Charangas que animan nuestras fiestas populares. Desde Losa del Obispo, Villar del Arzobispo, Alcublas, Higueruelas y Chelva, sin mirar distancias y con el aval de los mejores acordes musicales han hecho posible este encuentro de músicos para hacer fiesta y exportar la música valenciana.
Son diez años los que la Charanga Parrapa se siente orgullosa de representar estos pueblos que tan en valor en alza están en la actualidad por sus rutas turísticas, naturales, monumentales o gastronómicas. Si a estos factores les sumamos el musical, es fácil identificar este rincón de la geografía valenciana por la calidad de sus músicos y la bondad de sus pueblos.
Las Charangas son un motivo de fiesta, de alegría, de hermandad y de participación popular. Donde hay música no hay penas y donde esté un músico, hay cultura y sabiduría.
De eso se trata, de que nuestra música llegue a todos los rincones del mundo, siendo Valencia conocida como la tierra de los músicos, los músicos dan todo de sí para hacerlo realidad. Pasados los famosos y típicos Carnavales del Villar, entrados en la semana fallera, nuestros artistas instrumento en mano, como tantos músicos de nuestra Comunidad, han llegado a Valencia, a inundar de ritmo y melodía la Falla de las calles Archiduque Carlos y Chiva, donde este año se cumple el X Aniversario de su participación.
La Serranía está siempre viva, con fenómenos socio-culturales como el que nos ocupa, pues mientas exista un músico, reinará la paz, la alegría, la cultura y la historia. Estos artistas no solo pueden sacar músculo de su buen trabajo, sino que son un orgullo para cada uno de sus pueblos que llevan su nombre grabado a fuego en su corazón y también lo son para aquellos lugares que con sus notas musicales de pasodobles, marchas y temas de última actualidad llevan la felicidad por los lugares que recorren.
Ja estem en Falles!, la música ha tomado nuestras calles, los cohetes y petardos animan la fiesta y el calor popular anida en los corazones de los músicos y quien se deja seducir por el arte.