Arxiu diari: 22 de febrer de 2022

EL CONSELL DECLARA EL CANT DE LA CARXOFA DE ALAQUÀS BIEN DE RELEVANCIA LOCAL

LAURA SENA

El Consell ha oficializado el reconocimiento del Cant de la Carxofa d’Alaquàs como Bien de Relevancia Local (BRL), al publicar este lunes en el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) esta declaración, que se basa en el dictamen emitido por el equipo técnico del Servicio de Patrimonio Cultural del pasado 19 de abril de 2021. Esta decisión se ha adoptado a petición del Ayuntamiento de Alaquàs, con el respaldo de todos los colectivos culturales y tradicionales que intervienen cada año en la actividad.

En los argumentos del Consell para otorgar esta protección está también la evaluación de la Comisión Técnica para el Estudio e Inventario del Patrimonio Inmaterial en la que se reconoce que este “cant”, que se interpreta cada 8 y 9 de septiembre al anochecer y al acabar la procesión, tiene los valores para ser BRL y ello está en consonancia con las medidas que se aplican para “asegurar su pervivencia, estudio y puesta en valor”, además de ser una “manifestación singular, enraizada y querida por los vecinos de Alaquàs”.

Aunque fue una tradición muy extendida en la comarca de l’Horta e incluso existen referencias de que se interpretaba en la Ribera, actualmente conservan el canto Alaquàs, Aldaia y Silla, así como el barrio del Carmen de València, y lo han recuperado en las últimas dos décadas Quart de Poblet, Picassent, Catarroja y la pedanía de Castellar. De hecho, todos los municipios y núcleos trabajan desde 2015 para que la tradición sea declarada Bien de Interés Cultural (BIC) inmaterial, un proceso que ha ido paralelo al de BRL, cuya tramitación se ha demorado años en el Consell. La Carxofa de Alaquàs ya fue declarada en 2010 Fiesta de Interés Turístico Provincial de la Comunitat Valenciana.

De este modo, el Consell ha acordado “declarar bien de relevancia local inmaterial el Cant de la Carxofa de Alaquàs” en atención a “los valores destacados que incorpora” e inscribirlo en la sección quinta del Inventario General del Patrimonio Cultural Valenciano. Y otorga a una serie de instituciones y colectivos el deber de preservarla, que son el Ayuntamiento de Alaquàs, la Asociación Cultural La Carxofa, a la Unió Musical de Alaquàs, la clavaría del Crist de la Bona Mort de Alaquàs, la clavaría de la Mare de Déu de l’Olivar de Alaquàs, la Confraria de l’Olivar y los centros escolares.

De este acuerdo se derivan obligaciones para las instituciones y entidades promotoras, como son “realizar labores de identificación, descripción, investigación, estudio y documentación con criterios científicos, “incorporar los testimonios disponibles a soportes materiales que garanticen su protección y preservación, “velar por el normal desarrollo y la pervivencia de esta manifestación cultural, así como tutelar la conservación de sus valores tradicionales y su transmisión a las generaciones futuras”.

En la declaración se advierte de que el Cant de la Carxofa es BRL en las condiciones descritas actualmente en el expediente, por lo que “cualquier cambio que exceda el normal desarrollo de los elementos que forman esta manifestación cultural deberá comunicarse a la dirección general competente en materia de patrimonio cultural para su evaluación e informe en su caso, y la modificación de la presente resolución”.

Además, aunque en todo el texto que recoge el DOGV se insiste, en diversas ocasiones, en el “gran arraigo” que la tradición tiene en la población y en que puede ser un elemento de promoción turística, además de fomentar la música y el canto en la escuela, también alerta de algunas amenazas y puntos débiles. Por un lado, en la Carxofa de Alaquàs la aportación económica para garantizar la tradición ha de renovarse cada año con las clavarías y “existe un protocolo firmado por los colectivos organizadores para la organización del Cant de la Carxofa, pero no está amparado legislativamente”. Por otro, se da “falta de recursos económicos para la rehabilitación y conservación del artefacto desde el que el angelet interpreta el Cant de la Carxofa”.

La historia

El Cant de la Carxofa es una “composición musical religiosa donde un niño o niña vestido de ángel, en el interior de un artefacto que cuelga, en forma de alcachofa, y acompañado de una orquesta y un coro de voces blancas, canta el día 8 de septiembre a Nuestra Señora del Olivar y el día 9 al Cristo de la Buena Muerte”. Sus orígenes documentados se remontan hasta el siglo XVIII. Desde el año 1995 se ha incorporado al proceso la Prova de Veu de l’Àngel, en la cual, después de una primera selección hecha por profesionales, el pueblo en un acto público elige, unos días antes del acontecimiento y en el claustro del Castell de Alaquàs, entre los diferentes aspirantes, a quiénes serán los ‘angelets’ que cantarán el motete.

En la declaración se incluye una completa investigación, que llevó a cabo el profesor Rafael Roca, en la que se citan diferentes fuentes que han ido documentando esta actividad tanto a nivel general como en Alaquàs. Y aunque el origen aún resulta “bastante impreciso”, la referencia de siempre es el músico y compositor Rigobert Cortina Gallego (1843-1920), quien, según una publicación del arquitecto Cortina, cuando tenía 11 años.

Respecto a los municipios donde se cantaba o se interpretó alguna vez la Carxofa, además de los mencionados, estarían, según la investigación de Alaquàs para el expediente, el barrio de Canyamelar y las poblaciones de Sueca, Manises, Mislata o Torrent. Y entre las referencias culturales de tradiciones similares por el uso de artefactos, se señala el Misteri d’Elx (por la granada), el Cant de la Sibil·la o la naranja de Morella.

Las investigaciones de los últimos años han revelado que en el municipio de Sueca, tal y como en 1979 puso de relieve ANDRÉS DE SALES FERRI CHULIO (CRONISTA HONORARI DE FORTALENY), el inventor del aparato de la Carxofa fue Andrés Serra Zamorano, alias Morandanga, que envió, en 1857, una copia a Silla. Además, el mismo investigador localizó una referencia a la Carxofa en una obra de Bernat y Baldoví. No obstante, en este municipio de la Ribera la tradición ha desaparecido.

El motete en Alaquàs

En la población promotora de la declaración, la tradición tiene aspectos singulares como que se interpreta dos veces: una en honor a Virgen del Olivar el día 8 de septiembre y otra en honor al Crist de la Bona Mort, el 9 de septiembre. La letra, que presenta pequeñas variaciones en los pueblos, también las tiene en las dos de este municipio.

“Es muy probable que las versiones más antiguas de la letra de la Carxofa estuvieran redactadas en valenciano. Pero, a causa del proceso de castellanización que experimentó el territorio valenciano durante toda la edad moderna y la primera mitad del siglo XIX, la letra que hasta la década de los años 80 del siglo XX se cantaba era en castellano”, dice la declaración. En Alaquàs, se recuperó el valenciano en 1982, gracias a los clavarios del Crist. Y la Carxofa del Olivar, se cantó en valenciano por primera en 1986. En el municipio de Silla, este cambio lingüístico se produjo un año antes, en 1981, de la mano de Santiago Sansaloni Alcocer; y en el caso de Aldaia, veinte años después.

Sobre el inicio de la tradición en la población, el cronista local y director de la publicación histórica Quaderns d’Investigació de Alaquàs, Enric Juan, señala las raíces en el siglo XVII, aunque añade que fue en la segunda mitad del siglo XIX, coincidiendo con el cambio de fecha de las fiestas patronales –que antiguamente se celebraban en agosto y se trasladaron en septiembre- “debió de experimentar una actualización y remodernización según la nueva composición musical de Rigobert Cortina.

Fuente: https://www.levante-emv.com