Arxiu diari: 5 de novembre de 2021

LA GENEROSIDAD DE PERE MARIA ORTS I BOSCH

NEL.LO PELLISSER

Entre el año Berlanga, en marcha, y el año Fuster, que está al caer, el Ayuntamiento de Benidorm anunció el pasado mes de mayo el Año PERE MARIA ORTS I BOSCH (CRONISTA OFICIAL DE BENIDORM, ya fallecido). Lo hizo coincidiendo con el centenario del nacimiento del historiador y académico que protagonizó en 2004 el que es, probablemente, el mayor gesto de generosidad que se ha producido nunca entre los valencianos al donar la excepcional colección de arte, muebles y libros que había atesorado durante cerca de medio siglo. Aunque la iniciativa de la conmemoración había partido del grupo socialista municipal, que elevó la moción a la junta de portavoces, al acuerdo fue suscrito por el Pleno de la Corporación. Aún así, desde entonces, ni la oposición promotora de la iniciativa, ni la familia, ni este columnista ha podido conocer ni un esbozo de las actividades previstas, ni si existe un comisario o comisaria, que es lo habitual, responsable de esta conmemoración. La política de comunicación en el ámbito institucional no ha de ser vista como un instrumento o una técnica de márqueting, dicen los expertos, sino como un elemento para mejorar la gobernanza local.

Pero la motivación de esta columna es anterior al anuncio de la conmemoración. Su impulso parte de la pretensión de recordar el excepcional gesto de generosidad que protagonizó PERE MARIA ORTS I BOSCH que, con su desaparición en 2015, el tiempo ha ido diluyendo y amenaza con hacer desaparecer de nuestra memoria. No era el primer legado, ni sería el último, que recibiríamos los valencianos. Otros precedentes fueron las donaciones de los fondos artísticos, documentales y/o bibliográficos de Martínez-Blanch, Goerlich-Miquel, Pinazo, Nicolau Primitiu, González Martí, Joan Fuster y Martínez Guerricabeitia, por citar algunos. Más recientemente, en marzo de 2021, y con gran repercusión mediática, se conoció la donación por el empresario alemán afincado en España, Hans Rudolf Gerstenmaier, de 41 piezas de arte flamenco destinadas al Museo de Bellas Artes de Valencia.

Ahora bien, la donación de la colección PERE MARIA ORTS I BOSCH presentó algunas particularidades que merecen ser recordadas. La primera es que la colección fue concebida para ser donada, de manera que las adquisiciones no se hicieron según los gustos del propietario, probablemente lo más habitual, sino que se llevaron a cabo con la única finalidad de cubrir las carencias de nuestro patrimonio artístico recogido en el Museo de Bellas Artes de Valencia, por lo que, como señaló el donante el día en que se firmó la entrega en el Saló Daurat de la Generalitat, siempre consideró que tenia las obras en depósito y desde esta perspectiva las cuidó y las conservó hasta que consideró que había llegado el momento de transferirlas a los valencianos. Otra particularidad, no menos relevante, es que la donación se hizo sin contraprestación alguna, lo que no ocurre en todos los casos, ni mucho menos. Cuando se le preguntaba al filántropo por la motivación de esta pasión coleccionista a la que dedicó gran parte de sus esfuerzos –el resto los destinó a la investigación histórica y a la cultura– y de su patrimonio, aludía al impacto que le provocó la destrucción que trajo consigo el enfrentamiento que siguió al alzamiento de los militares contra el gobierno de la República en 1936.

El resultado de aquel afán reparador son las más de 200 pinturas de la colección que abarcan un periodo de seis siglos, entre las que destacan obras de Joan de Joanes, Macip, Murillo, Sorolla, Rusiñol o Zuloaga, de artistas italianos como Orazio de Ferrari y Luca Giordano o de flamencos como Michel Coxcie y Marcellus Coffermans, entre otros; y, sobre todo, el retrablo del condestable de Borbón atribuido a Tiziano. La colección la completan varias esculturas medievales y modernas, tapices de los siglos XVII y XVIII, muebles (papeleras, consolas y escritorios), orfebrería (cálices de distintas épocas, candeleros), cerámica (de Manises, Talavera, Alcora, Ribesalbes o Moustiers), y porcelanas de Compañía de Indias, China y Japón, así como una vajilla de Limoges y una cristalería de Murano, ambas de la primera mitad del siglo XIX. Además de varios miles de libros, entre ellos algunos incunables, destinados a la Biblioteca Valenciana. En su día, la prensa valoró la donación en 36 millones de euros, aunque los especialistas coincidieron en señalar la imposibilidad de establecer una tasación económica de este particular conjunto artístico.

El gesto de generosidad de PERE MARIA ORTS I BOSCH con esta donación queda fuera de toda duda. Ya en 1996 dio una muestra de su altruismo al destinar la mayor parte de la dotación económica del Premi d’Honor de les Lletres Valencianes que había recibido al pago de un cuadro de Palomino depositado por los propietarios en el Museo que iba a ser retirado. También lo saben bien los ciudadanos de Benidorm, a la que estaba vinculado por parte patena y de la que fue declarado Cronista Oficial e Hijo Adoptivo en 1985, además de ser merecedor de la distinción cultural “Ciutat de Benidorm” en 2008.

Convocar un año dedicado a una figura de la cultura es adquirir un compromiso. Primero con sus allegados, pero también con todo el conjunto de la ciudadanía. El acuerdo del Año PERE MARÍA ORTS I BOSCH prevé extender la connemoración hasta julio del próximo año. De momento ha transcurrido ya casi medio año sin que se conozcan ni los detalles ni el alcance de la conmemoración. Lo que, como poco, no deja de resultar extraño y anómalo. Afortunadamente aún queda tiempo. En todo caso, más que grandes conmemoraciones aisladas en el tiempo, que parecen concebir la cultura más como marca y como mercancía electoral que como servicio, y atendiendo al carácter discreto y poco dado a algazaras de la figura glosada, lo que habría que hacer es mantener su testimonio de generosidad en el tiempo, recordándolo entre los cohetáneos y difundiéndolo entre los más jóvenes. El gesto de generosidad de PERE MARIA ORTS merecería estar, por ejemplo, en los libros de texto de la formación básica obligatoria. O como acepción de las voces “generós” o “generositat” del Diccionari Normatiu Valencià.

Fuente: https://www.lavanguardia.com