BERNARDO GARRIGÓS SIRVENT, CRONISTA OFICIAL DE XIXONA
Del 2 de octubre al 2 de noviembre se puede contemplar en el
templo parroquial de Xixona una exposición conmemorativa del 50 aniversario del
incendio de la parroquia. Fue cerca de la medianoche del 4 de octubre de 1971
al regresar de una urgencia, Marcelo Mira, médico y Julián Cabezos, practicante
descubrieron en el suelo los cristales de una de las ventanas de la iglesia
parroquial y como salía de ella un intenso humo negro. Rápidamente se
dividieron el trabajo para avisar a las autoridades civiles de la localidad, a
la Policía Local, a la Guardia Civil y a los bomberos de los parques de Alcoy y
Alicante que rápidamente acudieron a sofocar el incendio. En estas tareas jugó
un gran papel Inmaculada Juan, esposa del practicante, que todavía recuerda con
temor aquellos sucesos que marcaron el devenir del templo parroquial. Un
cortocircuito provocó la destrucción del Altar Mayor de estilo barroco
construido en madera en 1948 y el ennegrecimiento del resto de altares y prácticamente
de todo el templo. Los bomberos con la ayuda de un buen número de vecinos
consiguieron sofocar el fuego sobre las tres de la mañana. Al día siguiente a
la luz del sol se hizo patente la magnitud de la
tragedia.https://bgarrigos07.wordpress.com/2019/10/04/el-4-doctubre-de-1971/
Eugenio Amorós, con la intención de rememorar este
aniversario pidió a BERNARDO GARRIGÓS
SIRVENT, CRONISTA DE XIXONA que diseñara una exposición. La muestra debía
disponerse en el templo y en concreto en el altar de la virgen del Rosario. Se
puede visitar cuando el templo parroquial esté abierto.
Para la muestra se disponían de dos grandes paneles, que se
colocaron en los laterales de la capilla adosados a los muros para permitir el
paso hacia el resto del templo y delante del altar a sus lados se colocaron dos
fotografías de 1 x 1m con el estado del Altar Mayor antes del incendio y tras
él.
Temáticamente se pretendía explicar los hechos ocurridos el
4 de octubre de 1971 y el proceso de reconstrucción del templo y en especial de
su Altar Mayor, proceso que duró desde el 5 de octubre de 1971 hasta el 15 de
agosto de 1979. Es por ello en cada panel de la muestra se ha expuesto una
temática: en uno de ello se explica el incendio y en el otro la restauración
del templo parroquial. En cada panel se ha dispuesto un texto introductorio y
explicativo y un conjunto de fotografías y reproducciones de documentos (
contratos, noticias de periódico, artículos del programa de fiestas) para que
el visitante pueda acudir a las fuentes primarias.
En el panel sobre el incendio a la derecha contemplamos una
reproducción de una de las páginas del interior del periódico alicantino La
Verdad publicado el 6 de octubre en la que se explican lo sucedido con el
elocuente título “El fuego destruyó por completo el Retablo Mayor de la
Parroquia de Jijona” y da más detalles en una entradilla destacada en negrita:
“El fuego, que debió iniciarse hacia las nueve como consecuencia de un
cortocircuito, se extinguió a las 3,30 de la madrugada“. Entre las autoridades
que visitaron el templo se hallaban: Arturo Sirvent, alcalde de Xixona y José
Iváñez Baldó, arquitecto municipal y presidente del Colegio de Arquitectos de
Alicante, que transmitieron su pesar a Francisco Munuera, cura de Xixona. En la
esquina inferior derecha de este reportaje vemos a estos protagonistas. En
medio de esta catástrofe se vislumbró un rayo de esperanza plasmado en la
primera evaluación de daños del arquitecto municipal, como se destaca en una
entradilla con grandes letras en mayúscula y en negrita: “No creo que peligre
la estructura, si acaso, la parte del testero“. Y evidentemente tenía razón
puesto que la estructura resistió y los daños afectaron a la destrucción del
Altar Mayor. En este artículo ya se marcaron los primeros pasos para la
restauración y el adecentamiento el templo que estaba completamente ennegrecido
como así se resalta en otra entradilla con grandes letras: “Aún no se pueden
calcular los daños, hay que picar y hacer un nuevo revestimiento interior“.
Seguidamente se han insertado dos noticias que explican el
acontecimiento, aunque de escala diferente. Una de ellas es el artículo “Arde
una iglesia” publicado el 6 de octubre de 1971 en el periódico ABC, para que el
visitante observe como esta noticias ocupó páginas en medios de comunicación de
tirada nacional, y el otro es una referencia aparecida en el primer número del
diario local Guai! publicado el 1 de marzo de 1972, en el que se hace un
resumen del año 1971 destacando el incendio del templo parroquial. El panel se
completa con cinco fotografías en las que se observa la destrucción provocada.
Así se ve la capilla del Rosario, (en la que se halla la muestra), la capilla
de la Comunión y la bóveda y los pilares de la nave central.
El segundo panel está dedicado a la reconstrucción del
templo parroquial y en especial al Altar Mayor.
A la mañana siguiente del incendio se evaluaron los daños y
comenzó la reconstrucción.
El 15 de octubre de 1971 se formó la Junta Pro Restauración
de la Iglesia Arciprestal de Xixona integrada por representantes de todas las entidades
sociales y miembros relevantes de la sociedad con el objetivo de recaudar
fondos y asesorar en las tareas de reconstrucción. Concluyó su trabajo el 10 de
octubre de 1979.
Las primeras tareas iban encaminadas al desescombro del
templo, retirada del yeso para hacer un nuevo enlucido en la nave central y
restauración de la Capilla de la Comunión y la sacristía, para lo más
rápidamente posible volver a celebrar los sacramentos litúrgicos en el templo
parroquial, que fueron impartidos en la iglesia del exconvento de franciscanos.
Las obras permitieron que el santísimo fuera traslado del exconvento
franciscano a la remodelada iglesia parroquial a principios de octubre de 1972,
como así se puede leer en el artículo “Inaugurada la Iglesia”, publicado el 8 de
octubre de 1972 en el periódico jijonenco Guai! Un año se tardó para que la
iglesia pudiera estar en una mínimas condiciones para celebrar los actos
litúrgicos.
La Junta Parroquial determinó que fuera el escultor Octavio
Vicent quien realizara el Altar Mayor con materiales resistentes al fuego y que
contuviera una lección teológica (El misterio de la Asunción de la Virgen
María), como así nos describe Francisco Munuera en el artículo “Deu Provirà!”
publicado en El Programa 1972 (esquina inferior izquierda del espectador). Este
artículo se ilustró con una imagen de la talla milagrosa de San Sebastián
ennegrecida por el hollín, fotografía icónica del desastre para los jijonencos.
Fue el jijonenco Jose Hilarión Verdú Candela, quien actuó de mediador entre el
escultor y la Junta Parroquial, al ser alumno en la facultad de Bellas Artes de
Valencia. Hay que destacar la especial vinculación de la familia Vicente con
Xixona, puesto que su padre Carmelo Vicent, fue el artista encargado de
reconstruir el altar mayor tras su destrucción en la Guerra Civil. Trabajo que
realizó en 1948.
La construcción del altar fue un trabajo inmenso que debido
a su dificultad por sus dimensiones y por el propio material (“Contiene 40
figuras y pesa unas cincuenta toneladas”, periódico La Verdad del 23 de agosto
de 1974), por la falta de ayudantes (“Son difíciles de hacer ahora porque no se
encuentra mano de obra especializada” periódico La Verdad del 23 de agosto de
1974) y por problemas de infraestructura para acometer el encargo (“Hemos
tenido que habilitar un estudio especial para realizar el proyecto”, periódico
La Verdad del 23 de agosto de 1974), fue retrasándose en el tiempo, puesto que
inicialmente tenía que estar terminado el 15 de julio de 1974, como podemos
leer en el contrato firmado por Octavio Vicent (En la esquina superior
derecha), pero que fue alargándose en el tiempo, en el periódico La Verdad del
23 de agosto de 1974(en el centro del panel) el propio artista propone el 15 de
agosto de 1975 (“El retablo del altar mayor estará terminado el próximo
agosto”), sin embargo las esculturas del Altar Mayor no ocuparon su lugar hasta
1976.
Finalmente el Altar Mayor fue inaugurado durante las fiestas
de Moros y Cristianos de agosto de 1979, como así leemos en el artículo de
Francisco Munuera en El Programa de 1979.
El coste total de la restauración fue de 8.301.431,77
pesetas, como se muestra detalladamente en la esquina inferior derecha.
El montaje de esta exposición ha sido un tanto complicado
por la necesidad de sintetizar y de acercar al visitante a las fuentes
primarias, pero extraordinariamente gratificante para el cronista de Xixona que
ha ayudado a recordar un acontecimiento del que todavía se habla.
Fuente: https://bgarrigos07.wordpress.com