DEL “BOALAR” AL PILÓN (1725)

J. PAYÁ NICOLAU, CRONISTA OFICIAL DE LA VILAJOIOSA

En virtud de “convocación” hecha por el portero de la Sala Capitular del Ayuntamiento de Villajoyosa, Miguel García, el día 3 de enero de 1725 se reunieron el alcalde ordinario y sus regidores: Jayme Martinez y Jayme Linares. Estaba sobre la mesa la tarea de resolver el arrendamiento y abasto de la carne, y Joseph Urrios propuso estudiar el convenio que habían formalizado Jayme Aragones (sic) y Francisco Mayor “de dar, y abastecer de carne d carnero a esta Villa, esto es el dchº. Aragones por tiempo d un año que dara prinsipio dia primero d quaresma deste corriente año consecutivo que Fenesera dia ultimo d carnistolendas del año veinte y siete, aquatro sueldos la libra d carne y con obligación de pagar de bistrecha (bistreta o adelantando dinero) cada un año a dchª. Villa dusientas, y siete libras, y media Mª, Valª. (moneda de Valencia) segun lo estipulado en la escritura de Arrendamtº. [del suministro] de las carnes deste quatrienio”.

A esta exposición seguía el ofrecimiento de los arrendatarios, consistente en que “como la Villa guste de remitirles y perdonarles la bistrecha (…) daran carne de carnero a dchª. Villa y sus vesinos, y a quien conbenga â dos sueldos, y ocho dineros la libra (…) con tal que se les aya d observar, y guardar â cada uno respective en su año los capitulos qualidades, y sircunstansias que se les ofrecio en la escritura (…) de dchº. Quadrienio”. (Por bestreta, explicamos mejor, se entendía un adelanto en moneda que el Ayuntamiento hacía al arrendatario, dos en aquel caso, para que éstos tuvieran dinero con que mercar las reses a sacrificarlas. Ese dinero se iría devolviendo a la tesorería municipal a lo largo del año, pagando de intereses un 5%, al parecer). Marta Díez Sánchez trata muy claramente el tema en su interesante libro “La hacienda municipal de Alicante en la segunda mitad del siglo XVII”, que editaron varias entidades en 1999, una de ellas la Generalitat Valenciana.

El Ayuntamiento vio con buenos ojos la propuesta de aquel precio de la carne “por quanto amás d ser benefisio comun para la salud pbcª. (pública) porque de darse la carne barata qual quier Pobre podra comprar, y mantenerse mejor, como porque la Villa por estar la carne tan cara paga mucho d imposisiones, y de refacciones (comidas) de los oficiales [y] soldados que pasan de transito”. El alcalde pidió el asesoramiento de varios prohombres vileros. De ellos no estuvieron de acuerdo Gaspar Linares, Geronimo Zaragosa y Andres Mayor frente a Vizente Galiana, Joseph Peres, Bartholome Lloret (sic), Gines tosal (apodo aclaratorio), Isidro Lorca y otros como Andres Mayor, Ilario Ivañez y Adrian Lloret. Esta mayoría permitiría a los arrendatarios disponer del bovalar y el pilón gratis por un año. (“Arrendar el piló”, según el Alcover-Moll, es “Arrendar la carnisseria o el dret de vendre carn”. En cuanto a bovalar, es lo mismo que boalaje, dula o boalar, que es lugar donde pasta el ganado mientras no es sacrificado).

El referido abasto se incrementaría con la aportación de los dos toros que el Cabildo traería para las fiestas de Santa Marta y de la Asunción, a lo cual −decimos de paso− se unirían los sermones “pª. la celebridad de dchªs. fiestas (…) y alguna Invencion de fuego y otras demostraciones (…) en atencion alos continuados Beneficios que esta dchª. Villa experimenta por medio dsu Patrona”…

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