ESTIVELLA RECUERDA A SUS ONCE MANIFESTANTES DE 1911


Placa que se podrá ver en el municipio a partir del domingo. / lp

MANUEL GARCÍA

Fueron once mujeres valientes que abrieron un camino, muy complicado de seguir hace 110 años, el 3 de mayo de 1911. Es por ello por lo que el Ayuntamiento de Estivella quiere recordar su historia. Manifestarse contra algo que se considera injusto parece algo normal, pero ‘las once de Estivella’, como se les conoce, abrieron la puerta pese a las amenazas recibidas y se llevaron una multa de una peseta cada una, una cantidad muy elevada para la época. El domingo se colocará una placa conmemorativa con los nombres de las once mujeres.

Según explican desde el Ayuntamiento, entre aquel ambiente conflictivo de principios del siglo XX, Estivella también vivía preocupada. La realidad política estaba confrontada. Al gobierno de Bautista Mateu Tortonda (1906-109) le sucedieron los de José Tortonda Martínez (1909-1912 y 1914-1915) y Francisco Obrer Bonet (1912-1913). Eran dos maneras diferentes de gobernar. Cada una representaba una forma de entender el pueblo con ideologías distintas. El conflicto surgido en las fiestas de 1909 por la utilización de una banda de música u otra ayudan a entender la bipolarización de la sociedad estivellenca del momento.

Pero, más allá de lo que pasaba en el mundo o en el país, en abril de 1911 se terminó en Estivella con el cobro del impuesto de consumo de 1910. La última parte de esa contribución se había repartido de manera desigual. Los más próximos a la alcaldía la habían pagado. Sin embargo, aún quedaban por hacerlo los que no eran personas partidarias del alcalde. La situación no era fácil. Se imaginaba que el cobro no sería tranquilo, como así fue.

El 28 de abril el cobrador inició la ruta en el horno de Bautista Mateu Beltrán, situado en la plaza Vella (nombre tradicional que siempre ha tenido la actual plaza de España). El vecindario se resistió y se aplazó el acto. El 3 de mayo se repitió la situación pero de una forma diferente. Estuvo presente la Guardia Civil. Las protagonistas, en este caso, fueron un grupo de improvisadas mujeres que impidieron el acto. Ese día marcó la historia. Esa actitud hizo que la alcaldía promoviera una denuncia a las 11 principales que encabezaron la manifestación que recorrió el pueblo. Por primera vez, un colectivo de mujeres se hicieron protagonistas de un expediente municipal. Por primera vez, también, las mujeres fueron las protagonistas de una manifestación en el Camp de Morvedre.

Mercedes Montesinos, Mercedes Villalba, Dolores Correcher, María Tortonda, María Obrer, Rosa Obrer, María Domingo, Francisca Blasco, María Álvarez, Rosa Obrer y Patrocinio Obrer pasaron a formar parte de las páginas de la historia, de la pequeña historia que termina por crear la historia en mayúscula. Por su actitud, fueron multadas por la alcaldía con 11 pesetas.

Aquellas mujeres no fueron escuchadas por el Gobernador cuando pidieron justicia. Quizás debido a que este mantuviera buena relación con el alcalde. Afortunadamente, acabaron siendo escuchadas por el Ministerio. Allí gobernaban personas de partidos diferentes de los que las habían sentenciado. En el gobierno entendieron que la alcaldía se había extralimitado de sus funciones y que el proceso no se ajustaba a ley.

Ese podía haber sido un final feliz, más feliz de lo que lo fue para las sentenciadas. Por primera vez se había escuchado en la comarca la voz de las mujeres. Era la primera vez que se hizo justicia con ellas. Pero los años, los caminos de la política, los acontecimientos trágicos y muchas más causas que se desconocen con exactitud enterraron el expediente y el evento. Ni el hecho de que cronológicamente se produjera en 1911, cuando el mundo celebró por primera vez el Día de la Mujer, valió para escribir en letras grandes la fecha.

La catalogación del Archivo Municipal por parte del CRONISTA OFICIAL D’ESTIVELLA LLUÍS MESA en 1995 hizo que el expediente se iluminara. Con ocasión de la clausura del II Congreso de Estudios del Camp de Morvedre de ese año, el alcalde Robert Renau entendió que era el momento de hacer una publicación y de sacar a la luz el expediente. El interesante expediente pasó al mundo de los libros pero necesitaba volver a la calle.

En el año 2011 se cumplió el centenario de la histórica manifestación. La corporación presidida por María Jesús Ramón programó los actos para la celebración con el consenso de todos los grupos municipales. Se acordó dedicarles una calle y se puso un recordatorio en el punto donde se inició el conflicto.

Ahora, 25 años después de que un primer rayo volviera a iluminar el expediente y 10 años de su centenario, quedaba aún pendiente llenar de luz e intensidad aquel acontecimiento histórico para Estivella y la comarca, y porque no para el territorio valenciano. Era necesario que aquella calle luciera su placa y que el nombre de las manifestantes viera la luz en un lugar público. Así que la actual corporación ha decidido terminar la recuperación de ese acontecimiento histórico con la intención de que aquel rayo que iluminó el expediente de las manifestantes hace 25 años, impregne para siempre a las manifestantes de Estivella, “las primeras mujeres que así actuaron en el Camp de Morvedre. Con ellas iluminadas, reconoceremos mejor nuestro pasado. Entenderemos que el silencio de la mujer debe desaparecer para siempre del relato de nuestro pasado y que finalmente ha de ocupar una parte destacada de nuestro tiempo”.

Fuente: https://www.lasprovincias.es