CÉSAR SALVO, CRONISTA OFICIAL DE VILLAR DEL ARZOBISPO
Al parecer, y según el cura párroco de entonces, D. Raúl García Adán, la Sacristía de la Iglesia Arciprestal de Ntra. Sra. de la Paz tenía fuertes humedades y se pidió permiso al Ayuntamiento para tapar -en el muro externo- las “llagas” (grietas que se producen entre las piedras aparejadas de un muro por el paso del tiempo). Y, lo que se suponía una pequeña obra para subsanar el problema de dicha parte de la Iglesia, se convirtió en una obra general que afectó –sin venir a cuento- a las tres caras externas de la Iglesia, en la zona de la ampliación del templo llevada a cabo entre los siglos XVI al XVIII. Un obra que consistió, primero, en la adquisición de dos viviendas anejas construidas dentro de la muralla de la alcazaba andalusí y, después, en el derribo del muro oeste donde acababa la iglesia gótica de planta basilical para construir un templo más grande ahora en estilo barroco con una ampliación que contó con crucero y cúpula central.
Decir que el Conjunto Histórico Monumental de la Iglesia Arciprestal y el Palacio Prelacial se contempla en el PGOU recientemente aprobado como un Bien de Relevancia Local (BRL), dado su carácter de fortaleza desde el siglo XI y por formar parte de la antigua alcazaba andalusí de Benaduf; además de estar en el centro del Casco Histórico, que también está protegido. Ante esta situación de “atentado” al Patrimonio Histórico Cultural, la Dirección General de Patrimonio dictó una Resolución (mayo 2018) en la cual se instaba a la Parroquia a “devolver al estado original” las estructuras dañadas por la burda intervención al cegar zafiamente las llagas de los muros externos, que se apoyan en los restos de la muralla islámica de la alcazaba andalusí, con lo que dicha intervención invisibilizó a ambas y emborronando los dos morteros diferentes utilizados.
FACHADA OESTE
Recientemente, el Ayuntamiento (a instancias de nuevo de la Dirección General de Patrimonio) ha instado hace unos días, verbal y administrativamente, a la Parroquia, para que -a la mayor brevedad- se subsane la perversa actuación sobre los muros y se actúe con prontitud para revertir el daño causado. Esperemos que se comprometan realmente en la salvaguarda del Patrimonio de El Villar.