Arxiu diari: 19 de gener de 2021

LA NEVADA DE LAS NAVIDADES DE 1926 (I): ALICANTE Y ALCOY

BERNARDO GARRIGÓS SIRVENT, CRONISTA OFICIAL DE XIXONA.

Las Navidades de 1926 fueron inolvidables para muchos alicantinos, alcoyanos y jijonencos. La nieve cubrió gran parte de la provincia y se convirtió en la protagonista.

Esta nevada fue especial porque la nieve alcanzó territorios poco o nada acostumbrados a su presencia como el litoral mediterráneo de Andalucía (Almería), Murcia y algunas tierras del sur de la provincia de Alicante; provocó la paralización de la vida económica al cortar algunas carreteras y aislar muchas poblaciones como Xixona y Alcoy y dificultó la vida urbana al cortarse los servicios de comunicaciones como: tranvías, trenes, retrasarse el correo, cortarse el suministro eléctrico, telefónico y telegráfico.

El día 23 de diciembre de 1926 un frente polar se colocó sobre el Mediterráneo Occidental y la península Ibérica. Este frente afectó especialmente al suroeste peninsular entre los días 24 al 27 de diciembre. En los días 26 y 27 las precipitaciones de aguanieve y las bajas temperaturas nocturnas fueron generales. En Alicante capital las temperaturas mínimas de los días 25, 26 y 27 de diciembre fueron -0,4º, 0,2º y 0º C respectivamente.

A partir del día 28 de diciembre la situación atmosférica mejoró ligeramente.

La nevada en Alicante

El día de Nochebuena el viernes 24 de diciembre el temporal hizo acto de presencia en Alicante con un descenso ostensible de los termómetros que alcanzaron los 3 grados bajo cero, la temperatura más gélida de aquellos días. El temporal vino también acompañado de fuertes rachas de viento que con la bajada de las temperaturas ayudaron a crear una sensación de intenso frío.

El día de Navidad no amaneció mucho mejor, puesto que unos negros nubarrones acechaban la ciudad; pero no fue hasta la una de la mañana del día 26 de diciembre cuando llegó la nieve.

Al amanecer del día 26 de diciembre un amplio manto de nieve cubrió la ciudad de Alicante. Posiblemente la nieve se esperaba puesto que los augurios que presentaba el día anterior el cielo así lo presagiaban, como nos apunta M.A.(en su artículo “El domingo cayeron en las calles de Alicante mil toneladas de nieve”, Diario de Alicante, 28 de diciembre de 1926) “El día anterior había sido un poco hostil. Pasó todo él con el firmamento cerrado. Las nubes claras y agrisadas con amplias cortinas que se superponían unas tras otras, delataban el espectáculo que se estaba preparando”.

La nieve comenzó a caer sobre la una de la madrugada, aunque a partir de las tres ya lo hizo de forma copiosa. La nevada vino acompañada con un descenso de las temperaturas lo que provocó que cuajara. Según nos narra este mismo periodista: “La altura que adquirió la nevada, en las calles, fue de seis centímetros. En otras calles llegó a diez”. Para este periodista la imagen podría ser hasta bucólica: “el castillo de Santa Bárbara presentaba un aspecto encantador. Toda la cumbre y la pinada cubiertas de nieve. Resultaba un espectáculo de suprema belleza. Calculase que la nieve caída en Alicante pasa de mil toneladas”.

Inicialmente la nieve atrajo a los alicantinos, puesto que hacía más de 15 años que no nevaba y no lo hacía de forma tan abundante.  Afortunadamente la lluvia y el viento, que hicieron acto de presencia a lo largo del día 26, deshicieron la nieve.

Estos agentes meteorológicos provocaron graves trastornos en la vida de los alicantinos. Por ejemplo, en la plaza de Abastos, se hundieron las lonas de numerosas paradas pequeñas. Una de las que más sufrieron fueron: “Las de los turroneros, por el peso de la nieve, cayeron las lonas y la mercancía sufrió daños” (M.A., “El domingo cayeron en las calles de Alicante mil toneladas de nieve”, Diario de Alicante, 28 de diciembre de 1926). Otro de los afectados fue la feria instalada en la avenida Pérez Galdós puesto que el viento derribó un tobogán y hundió el tinglado del circo ambulante California.

No hubo servicio de tranvías debido a una rotura en el cableado eléctrico que dejó también prácticamente a oscuras la ciudad. Aunque, según narran los periódicos, esta incidencia fue rápidamente solventada  a primeras horas de la tarde.

Alicante quedó incomunicado telefónica y telegráficamente. Además el correo no pudo llegar a la ciudad puesto que el tren quedó detenido por la nieve en Caudete.

Estas incomodidades se prolongaron algunos días más. El servicio de correos consiguió restablecerse parcialmente el día 28 de diciembre, aunque no fue posible hacerlo en las líneas La Encina-Valencia, Gandía-Alcoy y Xátiva-Alcoy, en la mañana de dicho día llegó el primer coche desde Xixona. La ciudad de  Alcoy estaba aislada y no se podía llegar, ni en tren, ni en coche.

El día 28 de diciembre los periódicos indicaban que la comunicación telegráfica directa entre Alicante y Madrid, Murcia o Valencia no se hallaba restablecida. Sin embargo, las perspectivas eran buenas puesto que se esperaba comunicar con Valencia pronto, con Madrid se tardaría un poco más y con Murcia no se sabía cuándo se restablecería por la importancia de las pérdidas.

Telefónicamente no se podía comunicar con Alcoy, a pesar de que una brigada se había desplazado a la Carrasqueta y con un teléfono de campaña había podido comunicarse con la central en Alicante. Las primeras estimaciones eran bastante negativas: “pues desde Jijona hasta el punto de la Carrasqueta en que se halla ahora, ha encontrado 53 cortes en la línea”.

Esta nevada fue conocida en la capital provincial como la gran nevada o la nevá grossa . Señalaba El Luchador cómo “desde el Benacantil se divisa en toda su extensión la copiosa nevada. Desde el Garbinet hasta Aitana, pasando por Puig Campana, el Maigmó y la Carrasqueta, todas las montañas aparecían con mantos de armiño blanco”.

La nevada en Alcoy.

Si bien esta nevada se convirtió en un gran espectáculo para los alicantinos en Alcoy este acontecimiento meteorológico adquirió tintes que hicieron que alcanzara la consideración de punto de referencia histórica para sus habitantes.

La nevada cayó en Alcoy desde el sábado 25 al lunes 27 de diciembre, aunque la mayor intensidad se registró el domingo. El periódico La Gaceta de Levante del día 29 nos comenta sobre este acontecimiento meteorológico: “La baja temperatura que hacia sentir estos días un intensísimo frío, ha confirmado los augurios de una copiosa nevada, que si al principio no se manifestó violenta, ha sido algunas horas imponente y amenazadora. En grandes y compactos copos ha caído la nieve sobre nuestra población y sus alrededores, llegando su nivel, en muchos lugares a sobrepasar de un metro“. Esta noticia vio la luz el día 29 por lo problemas de todo tipo que pasó la ciudad de Alcoy que incluso impidió la salida de los periódicos los días anteriores.

No se conocen registros de las temperaturas alcanzadas en Alcoy, pero Jorge Olcina y Enrique Molto [1999:118] pudo llegar hasta los -7ºC o menos el día 24 de diciembre.

La cantidad de nieve caída en la ciudad de Alcoy debió de ser bastante importante. Muestra de ello es su permanencia en las calles y tejados. Así tres días después de la nevada las calles quedan ligeramente transitables, eso si mediante la creación de unas brechas en las principales vías públicas. Trece días después la nieve sigue presente en el núcleo urbano: “Poco a poco va desapareciendo de nuestras calles la nieve amontonada a consecuencia de haberse limpiado los tejados. Continúa trabajándose en la limpieza de las calles para que se normalice el tránsito de vehículos” (OLCINA,J, 1999 : 118)..

En las zonas rurales y las montañas circundantes de Alcoy, especialmente la umbría, la nieve permaneció durante más tiempo e incluso se dio la circunstancia que sin haber desaparecido del todo se unió a una segunda nevada caída el 19 de enero de 1927. Uno de los datos más espectaculares de la nevada de 1926 es la medida que figura en la placa cerámica de la ermita de la Virgen de los Lirios, en el Santuario de la Font Roja, que se encuentra a 1.100m de altitud, que dice: “Hasta aquí llegó la nieve 27 de diciembre de 1926. 2,10 metros“. En el casco urbano de Alcoy el espesor debió de rondar el metro de altura.

La ciudad de Alcoy se vio profundamente afectada, ya que quedó incomunicada y los servicios públicos de Telégrafos, Teléfono, Electricidad y Ferrocaril sufrieron importantes averías. Otro grave problema provocado por la acumulación de nieve fue la dificultad para recoger la basura. Así el 5 de enero La Gaceta señala que: “Es de todo punto imposible la entrada de los encargados de recoger la basura en determinadas calles; resultando, que los vecinos en la imposibilidad de conservarla en casa, arrojan sobre lo que antes fue blanca nieve inmundicias y basuras que convierten en asqueroso estercolero las calles de la población” (OLCINA,J, 1999:123).

El aislamiento ferroviario con Gandía se prolongó hasta el día 30 de diciembre. En cambio el aislamiento con Játiva fue mayor. El bloqueo por carretera fue mayor debido a la escasez de medios para despejarlas. Así el 12 de enero de 1927 será cuando se normalice la comunicación por carretera con Alicante por Ibi. En cambio, la vía por la Carrasqueta tardó bastante en restablecerse e incluso se dio la circunstancia de que antes de estar totalmente transitable se produjo una segunda nevada el 19 de enero de 1921, que complicó de nuevo la situación.

La comunicación telegráfica con la capital provincial se recuperó tres días después de la nevada.

La industria alcoyana pasaba por una situación delicada. Algunas factorías se vieron afectadas debido a que sus tejados se derrumbaron al no soportar el peso de la nieve: “En la fábrica de don Amadeo Arañó se desprendió parte del edificio, sin consecuencias; en el almacén de trapos de don José Aura se hundió el techo” (La Gaceta de Levante, Diario Independiente de Alcoy, 29 de diciembre de 1926).

Los medios de comunicación no mencionan repercusiones negativas en los campos de cultivo que estaban adaptados a este tipo de fenómenos atmosférico siempre que se produzca en invierno. Hay que indicar que en algunas masías e incluso industrias dispersas por el término municipal se produjeron problemas de abastecimiento al quedarse completamente aisladas.

En relación a las posibles víctimas mortales los investigadores no se ponen de acuerdo, aunque piensa que es probable que se produjeran algunas, sin confirmar, en los alrededores de Alcoy.

La nevada de la Navidad de 1926 fue espectacular y quedó gravada en la memoria colectiva de las ciudades de Alicante, Alcoy y Xixona.

BIBLIOGRAFÍA

GARRIGÓS SIRVENT, Bernardo, “El frío invierno de 1926-27”, El Programa , Xixona, Federació de Sant Bartomeu i Sant Sebastià, 2017, págs. 166-173.

OLCINA CANTOS, Jorge y MOLTÓ MANTENRO, Enrique, “La nevada de 1926. Repercusiones en la montaña alcoyana (Alicante)”, Nimbus nº 3, 1999, págs. 105-137.

Fuente: https://bgarrigos07.wordpress.com