JOSEP CATALUNYA ALBERT, CRONISTA OFICIAL DE ALGAR DE PALANCIA
Siendo Rafael Gasset Chinchilla (Madrid, 1866_Madrid, 1927) ministro de Agricultura, Industria, Comercio y Obras Públicas, durante la regencia de María Cristina de Habsburgo, se elaboró el denominado precisamente Plan Gasset, el cual contemplaba la construcción de 205 obras hidráulicas en toda España, figurando las correspondientes a la División de Trabajos Hidráulicos del Júcar y Segura, con el correspondiente número de orden en el Decreto de 1902, obras entre las que cita la Presa de Azuébar, que se proyectaba construir en el término de Algar, en el cauce de la denominada Rambla de Azuébar.
El proyecto de la mal llamada “Presa de Azuébar” se notificó al Ayuntamiento de Algar (hay que tener en cuenta que este era el nombre del municipio, ya que fue a partir de 1916 cuando se empezó a denominar Algar de Palancia, por Real Decreto de 27 de junio de 1916, firmado por el rey de España, Alfonso XIII, y por el presidente del Consejo de Ministros, Alvaro de Figueroa, Conde de Romanones).
Tanto el Ayuntamiento de Algar como los vecinos se opusieron a la construcción de este pantano. Es ilustrativo en este punto el contenido del Acta del Pleno de la Corporación Municipal, de 14 de septiembre de 1903, que nos permitimos reproducir a continuación:
“ En la Sala de sesiones de la Casa Consistorial del pueblo de Algar, a catorce de Septiembre de mil novecientos tres, reunidos en sesión extraordinaria los señores del Ayuntamiento y vocales asociados anotados al margen, en Junta Municipal, con los demás vecinos que quisieron acudir mediante segunda convocatoria por bando público. Abierta la sesión por el señor Alcalde (Miguel Bojó Mora) que la preside, manifestó a los concurrentes que, según constaba en la primera y segunda convocatoria, el objeto que motiva esta reunión es dar cuenta a los presentes, para que se entere el vecindario, de un extenso oficio del Sr. Gobernador civil de esta provincia, en el que manifiesta el propósito del Gobierno español de construir el Pantano, mal llamado de Azuébar, porque todos saben está proyectado en la partida de Jayar de este término; y se solicita a los interesados para que faciliten esa construcción ofreciendo la mayor ayuda posible de auxilios. Enterados los señores concurrentes por lectura de dicho oficio, por unanimidad acuerdan:
Hacer constar que el proyectado Pantano se ha de construir en este término municipal y en el de Soneja, partida de Jayar, y no en el término de Azuébar.
Que no pueden ni deben ofrecer ningún auxilio que facilite esta construcción, antes al contrario, se oponen resueltamente a que dicho pantano se construya en este término municipal por las razones siguientes:
Primera.- Porque el estancamiento de sus aguas a tan corta distancia de este poblado (un kilómetro) causará graves perjuicios a la salud pública de su vecindario.
Segunda.- Porque el caudal de toma de aguas del río Palancia para conducirlas al Pantano está proyectado a la izquierda del río, de manera que este las vierta en el canal del Pantano mucho antes de que lleguen al Azud de Algar, en donde toma sus aguas la actual acequia Mayor (de Sagunt) que está situada a la derecha del río, mermando así en todo tiempo y suprimiendo en los estiajes el agua necesaria para el consumo de estos vecinos, privándoles de su derecho anterior y preferente al riego.
Tercera.- Porque, en el caso posible de rotura del dique de contención de las aguas del Pantano, la corriente impetuosa de su gran caudal de agua indudablemente arrastraría la huerta y aún las personas y viviendas.
Cuarta.- Porque estos vecinos no quieren voluntariamente privarse de la propiedad de la mejor partida del término de Algar y parte del de Soneja que les pertenece, ni de dos servidumbres de tránsito que son: la senda o camino vecinal de Algar a Azuébar y el paso de carros por el piso del barranco o rambla de Azuébar, para acarrear las cosechas de la partida de Jayar, que ha de ser inundada por las aguas del Pantano, y porque resultará muy cara la expropiación forzosa de esa fértil propiedad y dificilísima por la mala disposición del terreno la construcción de aquellas servidumbres.
En atención y consecuencia de las razones alegadas y para evitar a este vecindario los perjuicios enumerados, los concurrentes piden que quede nulo y sin efecto el proyecto del Pantano del barranco de Azuébar en este término de Algar. “
La verdad es que, bien por esta oposición de los vecinos de Algar, bien porque la División de Trabajos Hidráulicos del Júcar y Segura se desentendió de la ejecución de esta obra, al surgir grandes dificultades constructivas por la carencia de medios tecnológicos, evidenciándose también la complejidad geológica de los vasos (permeabilidad, cimentación, etc.), las obras, tras varios años de reconocimiento, se abandonaron.
No obstante, para intentar resolver el problema derivado de la falta de agua para el riego de los pueblos ribereños del río Palancia, de manera especial Sagunt y los municipios del Camp de Morvedre, la Confederación Hidrográfica del Júcar acometió, años más tarde, la construcción del Pantano del Regajo (años 1951 al 1959), en el término de Jérica (Alto Palancia-Castellón), y la Presa de Algar, en el término de Algar, en la confluencia del río Palancia y la Rambla de Azuébar, cuyas obras finalizaron en el año 2000, no constando que los vecinos de Algar se opusieran a la construcción de esta última.