MEMORIA HISTÓRICA

Francisco Perez Puche. Foto de Juan J. Monzó

FRANCISCO PÉREZ PUCHE, CRONISTA OFICIAL DE VALENCIA

Pues aquí me tienen, mirando a la pantalla como un búho. Tengo delante la nota de prensa que el jueves dio la Generalitat para recordar que se cumple el 20º aniversario del Museo de las Ciencias… y nada, que no encuentro mencionado el nombre del arquitecto que lo diseñó. ¿Quién será, será? Sí, claro, acuérdate, bobo: fue Santiago Calatrava, un técnico famoso en el mundo entero, un valenciano ilustre. Pero se ve que se les ha olvidado. Las notas de prensa han de ser breves y el objetivo de esta era, sobre todo, contar las celebraciones previstas y recordar, eso sí, que en veinte años el Museo ha tenido doce millones de visitantes, que ya son. Millón y medio, escolares; cientos de miles, millones, turistas extranjeros, alemanes y franceses sobre todo…

Me he leído la nota de prensa ocho veces. Y es perfecta, en tanto que habla de celebrar algo bueno que empezó hace veinte años, concretamente el 13 de noviembre de 2000, pero que no tiene autores. El Museo de las Ciencias Príncipe Felipe está ahí como la Albufera y el mar, como el Peñón de Ifach, que están. Y aunque el año pasado tuvo 891.645 visitantes, resulta que es una gloria para la ciencia y una maravilla para la ciudad pero Valencia la recibió como el que recibe la caricia del sol.

Claro, si te pones a buscar, acabas encontrando. Aquí tengo, sí, la página 6 del periódico, con una gran foto de ese desconocido, Calatrava digo, junto a un presidente de la Generalidad que tuvimos, de apellido Zaplana. Tampoco lo ha mencionado la nota de prensa, que puesta a no recordar, también ha olvidado que el presidente de la empresa Cacsa era José Luis Olivas, que la Asociación de Amas de Casa Tyrius de Tavernes de Valldigna fue el primer grupo que entró en el Museo y que en las primeras tres horas de vida pasaron por la puerta 16.000 visitantes. La nota no da para más y olvida citar a Manolo Toharia, a Paco Camps y a Manolo Tarancón, todos presentes en la inauguración. Por no recordar, no recuerda ni que la alcaldesa Barberá comparó la Ciudad de las Ciencias con la torre Eiffel como referente de una ciudad. Ni que el líder de la oposición socialista, Joan Ignasi Pla, estuvo muy en su sitio al pedir «más inversiones en investigación» y menos «fuegos de artificio».

En fin, eso es lo que tenemos: memoria histórica. Ahora, puestos a la faena, me falta citarme a mí mismo. Porque hablé de «fascinación, autoestima y un poco de vértigo», recordé que herramientas así requerían «alta capacidad de gestión» y dije, presumido de mi, que «Valencia, el corazón lo sabe, ya nunca será igual que ayer».

Fuente: https://www.lasprovincias.es