TIEMPO DE IDEOTAS

Francisco Perez Puche. Foto de Juan J. Monzó

FRANCISCO PÉREZ PUCHE, CRONISTA OFICIAL DE VALENCIA

Intento ser comprensivo: si yo trabajara confinado como creativo de una agencia de publicidad, si fuera asesor político y estuviera ya cansado de sacarme cera de las orejas, si el jefe me urgiera en la misión imposible de inyectar empatía a los propietarios del Valencia CF ¿qué demonios haría? En tiempos como estos, ser creativo es agotador, llamar la atención es muy difícil… y tener ideas nuevas puede llevar a lo que uno de mis maestros llamaba «las ideotas», las más peligrosas de las ideas.

– ¿Y qué tal si pusiéramos diez pianos en la plaza de Virgen?

– Magnífico: llama a Clemente y que traiga muchos pianos…

El Palau de la Música está todavía en fase de adjudicación del concurso de la empresa que tiene que redactar el anteproyecto de reforma. Pero en vez de crear un museo con los cinco o seis metros cúbicos de materiales, fotos, recuerdos y partituras de Pepe y Amparo Iturbi que esconde, anuncia en medio de la plaza de la Virgen un concurso que tiene que celebrarse de prestado en la Beneficencia.

Es otoño, el tiempo en que maduran «las ideotas», las más grandes ideas. Los asesores confinados, aburridos como almejas, elucubran soluciones creativas tan alambicadas como la de la plaza del Doctor Collado: si le cambiamos el nombre por el del Coronavirus, la gente que pase se quedará pensando enseguida que es preciso dedicar más inversiones a la ciencia. No que hace falta esa nueva Ley de Mecenazgo a la que la izquierda se niega, sino lo más burdo y directo: que el dinero público lo arregla todo.

Mientras tanto, en la noche del lunes, una buena brigada de policías y bomberos sobrantes se afanó en enmascarar al Cid y al rey don Jaime, al padre Turia y sus acequias, al marqués de Campo en su monumento y a San José en su puente. Es una forma de concienciar sobre el uso de mascarillas, dice un concejal bien asesorado que no se deja preguntar por qué no prueban a disolver con contundencia los botellones nocturnos.

El periódico del miércoles ya cayó en el asunto: el creativo de turno ha ideado una campaña de amistad del Valencia con su afición, y además de regalar «ninots» a los equipos visitantes ha creado una camiseta con el lema «SEMPRE FALLES», una genialidad del lenguaje que le tiene que haber hecho muchísima gracia al señor Murthy y al señor Lim… si es que alguien ha tenido el valor de traducírsela. A no tardar mucho, el propietario de Singapur recibirá una sudadera con el rótulo de: «A ma mare».

Urgente: se necesita lona de circo para cubrir el nuevo Mestalla.

Fuente: https://www.lasprovincias.es