JOSÉ SALVADOR MURGUI, CRONISTA OFICIAL DE CASINOS
En el año 1974 se fundó en Casinos la Cofradía de la Lámpara de nuestra Señora de la Cueva Santa, que en el año 1999 celebró su XXV Aniversario. Esta cofradía nació en Casinos, para abastecer de aceite la lámpara que entonces existía en el santuario para alumbrar el sagrario y la imagen en la cueva, pues entonces se encendían las famosas “velas mariposas” (minetes) que ardían en un cuenco de vidrio donde se ponía agua y aceite para que la lamparilla permaneciera encendida.
El primer año la fiesta se celebró el domingo día 30 de junio, y el día 29 sábado era festivo, pues se celebraba la fiesta de San Pedro y San Pablo. El pueblo estaba ilusionado con hacer una fiesta de Casinos en el Santuario de la Virgen y para ello se organizó una romería que como ahora salió a primera hora de la mañana desde la Parroquia, acompañando la imagen por la Plaza Rosario, Calle Santísima Trinidad, Ayuntamiento y Calle Inmaculada, y con el camión de José Murgui Gabarda y Amparo Esteban Soriano, transportaron durante muchos años, las andas y la imagen de yeso de la Virgen de la Cueva Santa del pueblo de Casinos que trabajaron en el taller herrería, de los hermanos José Mª y Pascual Cebriá, en la calle Mayor; ya que Pascual fue el fundador de la Cofradía, pero la imagen, faroles y todos los adornos metálicos salieron de ese desaparecido taller que con fragua de fuego y a golpe de martillo, consiguieron presentar la imagen con sus rayos, su campana y sus forjados faroles, para celebrar el evento.
Las Obreras de la Cruz, bordaron un guión de tela para que encabezara la romería. El Cura párroco de Casinos, era Don Ramón Ruiz, y en la hoja parroquial del año XIII Nº 25 en los avisos anunciaba: “En cuanto a la fiesta que Casinos dedicará el domingo próximo a la Virgen de la Cueva Santa, tengan en cuenta lo siguiente: en primer lugar que el horario de Misas aquí en Casinos será por la mañana a las 7,30 y por la tarde a la misma hora; a las 8,30 de la mañana se bendecirá en la plaza la Imagen que ha de presidir la romería, y se dará a conocer el horario y algunos avisos; a continuación se saldrá en procesión hasta las afueras del pueblo y allí se subirá a los autobuses y coches particulares para iniciar el viaje a la Cueva Santa. En el Santuario la Misa se celebrará alrededor de la una.”
Aquellos años, se fletaban seis autobuses, y más de cien coches particulares asistían a esta fiesta, porque era una fiesta y una tradición que Casinos celebraba desde siempre, ya que era costumbre en el mes de septiembre ir en carros y después en tractores a pasar unos días en la Cova Santa. Por fin Casinos consigue tener el último domingo de junio, una fiesta propia, una fiesta para el pueblo y la verdad es que el pueblo se volcó de tal manera que el primer año fue imposible conciliar los horarios, ya que se hizo romería y después de la Misa procesión.
La misa la cantó el coro de las Obreras de la Cruz, y hubo que trasportar la víspera de la fiesta un armónium con un Citroën dos caballos de Pascual Cebriá, para que la Hermana Josefina Salas Panadero, que en paz descase, pudiera hacer sonar las notas para que cantaran las disciplinadas voces blancas que componían aquel coro de niñas.
El Alcalde de Casinos, Juan Narbona puso en conocimiento tanto del Excelentísimo Gobernador Civil de la Provincia, como de las Autoridades de Altura en la provincia de Castellón, los horarios de los actos, y la invitación al Sr. Alcalde Presidente del Ayuntamiento de Altura para que él y los miembros de la Corporación Municipal, acompañaran a las Autoridades y pueblo de Casinos, en los actos que se celebraron en el Santuario.
Fue una nueva experiencia para Casinos, que cada año fue en aumento, tengamos en cuenta que este año se cumplen cuarenta y seis años de la fundación de la Cofradía; recuerdo que las personas se apuntaban para ir en autobús en la Plaza Mayor en la casa de Vicente Soriano, era una auténtica confusión organizar los autobuses ya que muchas personas buscaban ir en el mismo autobús; los primeros años iba la banda de música de Casinos, pero esa costumbre también cayó en el olvido hasta que se recuperó hace unos años con la presencia de la Banda Juvenil de la U.M.C.
Otros años nos acompañaron autobuses venidos de Belgída, Otos y Palomar, cuando Don Jesús Corbí ejerció su ministerio pastoral en aquellos pueblos; también nos acompañaban pueblos amigos como Albalat dels Tarongers, y otros que acudían del Camp de Morvedre, era un día muy concurrido; poco a poco con el paso de los años se ha ido consolidando esta fiesta que este año celebraremos de otra forma. Hasta el año pasado se ha mantenido la romería, el almuerzo a la sombra de los pinos, y la Misa cantada dentro de la Cueva Santa. ¡Cuántos recuerdos encierran estas líneas cuántas personas han gozado de esta fiesta, cuánta ilusión atesorada en ese último domingo de junio!
Los históricos “covasanteros” se fueron marchando con el paso de los años, las ventanas de aquella humilde y demanda hospedería se fueron cerrado, las sonrisas tras los visillos de las cortinas enmudecieron, y apenas quedan habitantes de aquel añejo y caduco caserón.
La historia sepulta las personas, la vida es tan fugaz que nos arrebata el tiempo, nos separa, pero aquella semilla que se plantó en 1974, sigue viva en el recuerdo de muchos de nosotros. Ese punto de encuentro en Mont Mayor, esa parada obligada de coches para ir andando y luego recogerlos, esa primera bajada a la Cueva, cuando llega la romería, es algo que siempre permanece vivo en la memoria.
La noche mágica del sábado al domingo último del mes de junio, desde los últimos años, década, del siglo pasado quedaron marcados por la costumbre de hacer el camino andando desde Casinos hasta la Cova Santa, ¡cuántos jóvenes de ambos sexos de nuestro pueblo, han recorrido a la luz de la luna ese camino, para llegar al destino cuando la luz del sol empieza a despuntar! ¡Cuántas emociones, plegarias, silencios, sentimientos han quedado dormidas en ese camino! ¡Cuántos problemas en busca de solución han acompañado la mente humana, andando por esas curvaturas con la esperanza de que pudieran resolverse !
Pues ese es un pequeño resumen de la historia, cada uno puede dar rienda suelta a su imaginación para recordar lo vivido, para en su pensamiento volver a recorrer el camino andado, para pensar, meditar, no olvidar a tantas personas que nos han acompañado que hoy ya no están con nosotros; el mundo gira, da vueltas, las personas estamos de paso, pero las huellas que marcan la tierra, impregnan el valor de los actos. Nadie es indispensable en esta tierra, pero de una forma o de otra todos somos necesarios.
Esa necesidad, provoca estos recuerdos; esta necesidad marca en este año 2020 la ausencia de vivir con normalidad lo que pensábamos que era nuestro; esa necesidad de que todos nos necesitamos, nos habla de esperanza, nos habla de mirar al futuro, no habla de que el 2021 está cerca, próximo, lo vemos ya en el próximo semestre, lo esperamos. De verdad que sea una espera seria, una espera profunda en la que aprendamos la lección de lo vulnerables que somos y lo que podemos ser, porque nuestra propiedad es tan limitada que sin darnos cuenta nos vemos en la necesidad de quedarnos en casa.
Atrás quedó lo que Casinos regaló a la Cueva Santa: la puerta de entrada, barandillas, cuartos de aseo, el arreglo de la fuente la lámpara permaneció incandescente durante muchos años.
Feliz último domingo de junio, no nos olvidamos de “la devoción fervorosa, ¡Sed nuestra madre piadosa, Virgen de la Cueva Santa!, que el año 2021, tengamos salud y paz para encontrarnos en la romería, en la explanada, en el almuerzo en los pinos, o en la Misa dentro de la cueva, que la fiesta ponga en marcha el motor de nuestra vida, para celebrar de aquí unos años el cincuenta aniversario de ésta fiesta nuestra, de los del ayer, de los del hoy y de los del mañana, porque durante seis siglos prodigiosos, la humedad no la quebranta.