Arxiu diari: 1 de juny de 2020

SALVEM LA MEDITADORA

Francisco Perez Puche. Foto de Juan J. Monzó

FRANCISCO PÉREZ PUCHE, CRONISTA OFICIAL DE VALENCIA

Antes de que se la pusieran al Manneken Pis, antes de que la llevara el primer surfista o la niña con coletas de la acera de Wall Street, el genio valenciano colocó una gran protección en el rostro de la Meditadora, la muñeca construida para la falla municipal de 2020. Fue el 11 de marzo, y es fácil ver que docenas de personas sin mascarilla la fotografiaron enseguida, con una sonrisa que no escondía preocupación. ¿Acabaremos así todos?, se preguntaban algunos. Acabaremos así todos, auguraban los pesimistas. Mientras, los críticos ante las manifestaciones del 8 de marzo lanzaban los primeros dardos.

La composición de Martín, Espuig y Scif se convirtió en un símbolo temprano de la pandemia; fue un memorial sobre la desgracia colectiva pero también un alegato en favor de la resistencia. No sabemos sobre qué cosas meditaba aquella mujer, pero tenemos claro que enmascararla fue la forma más valenciana de resistir. Con moraleja añadida; el diseñador, siempre osado en sus creaciones, usó la idea para transmitir virtudes clásicas: «paciencia, calma y esperanza», dijo.

Quemaron el resto de la falla pero decidieron guardarla. Se la llevaron en una góndola nocturna no sé a dónde. Pero miles nos hemos quedado con su fotografía, asociada de todo corazón a unos meses duros y tristes, a un tiempo que va a ser inolvidable por más que lo queramos dejar atrás. En el imaginario español, y no solo en los archivos de periódicos y televisiones, esa figura temprana, que puesta de mascarilla multiplicó por diez mil su fuerza de símbolo, ha quedado asociada a valores de resistencia. Desde entonces, docenas de monumentos callejeros del mundo han recibido una mascarilla simbólica. El Quijote de Alcalá de Henares y el Cervantes de Toledo, el Picasso de Málaga y la musa de los hermanos Argensola en Zaragoza. La mayor parte de esas esculturas de bronce situadas como mobiliario urbano en el mundo, desde Bruce Lee a Freddy Mercury, han sido protegidas con un guiño.

Y es ahora, justamente, cuando todos nos han imitado, cuando el concejal de Ferias y Fiestas, movido por no sé qué inquietud, ha insinuado que esa muñeca escondida habrá que quemarla alguna vez. Protesto, señor Galiana, y lo hago en serio. Digo muy seriamente que sería un gravísimo error perder ese símbolo. La Meditadora, con su mascarilla, debe ser tratada con materiales resistentes y colocada en algún punto de la ciudad como referente de un momento de nuestra historia. Ya tarda la Ciudad de las Ciencias en comprarla. Ya tarda el Ayuntamiento en conservarla para siempre como símbolo de una recuperación y aliciente turístico. Salvem la Meditadora, en serio.

Fuente: https://www.lasprovincias.es

COMUNIONES DE HACE UN SIGLO


Consuelo Planelles Maestre vestida de comunión. Año 1920. | Vicente Samper.

Mª CARMEN RICO NAVARRO, CRONISTA OFICIAL DE PETRER

Tal día como hoy, Domingo de Pentecostés, tendrían que estar celebrándose las primeras comuniones de muchas niñas y niños de Petrer. En esta ocasión queremos volver la vista atrás y ver cómo se recibía este sacramento en los años veinte del pasado siglo.

El Domingo de Pentecostés se celebra el séptimo domingo después de Pascua y es un día muy importante en la liturgia católica ya que se conmemora la venida del Espíritu Santo y el inicio d las actividades de la iglesia. Este mismo día pero del año 1928, hace hoy 92 años, en Petrer, las comuniones se celebraron este mismo domingo y fueron un total de 26 niños y 25 niñas los que recibieron por primera vez el sacramento de la eucaristía. Comulgaron las tres clases de niñas y las dos de niños que asistían a la escuela pública que por aquel entonces se denominaba “la escuela nacional” y, también tomaron la primera comunión algunas niñas que iban a las dos escuelas privadas que había en el pueblo.

La ceremonia religiosa la organizaron el cura párroco de la iglesia de San Bartolomé apóstol y el vicario, en colaboración con las maestras y maestros. La edad de comulgar rondaba los 9 años. La catequesis se impartía en los mismos colegios y eran los propios maestros los encargados de adoctrinar a los niños en la fe católica.

Tal día como hoy, pero de 1928, Petrer se despertó, a las 8 de la mañana, con los alegres acordes de la banda musical “La Unión” con su director Manuel Alemany “el Maleno” al frente, que recorrió las principales calles de la población, y seguidamente se dirigió a las escuelas donde los niños esperaban contentos e impacientes para trasladarse hasta el templo acompañados de sus respectivos maestros y maestras. Tras la misa tendría lugar el convite que, se hacía o no, dependiendo de las posibilidades económicas de las familias. Ese mismo día, a las 6 de la tarde, tuvo lugar la procesión en la que participaron las Hijas de María, congregación religiosa compuesta por las chicas jóvenes de Petrer. En la procesión participaban “los angelitos”, niñas vestidas de ángel cuya presencia daban una nota simpática a este acto religioso.

Igual que había niños que no comulgaban porque los padres no eran creyentes, también había niños que no lo hacían por la situación económica de la familia que, la mayoría de las veces, era muy ajustada. Algunos niños comulgaban gracias a las mujeres que se encargaban de la beneficencia, éstas les confeccionaban a las niñas un vestido corto de color blanco para salir del paso. Todo el mundo que las contemplaba sabía que aquella niña iba de caridad, puesto que su traje era muy diferente en cuanto a confección y calidad que los de otras niñas de familias más acomodadas. También algunas niñas cuyas familias no contaban con recursos económicos comulgaban con un traje de color y se cubrían la cabeza con una mantellina negra porque no tenían suficiente dinero para comulgar de blanco, ya que el traje blanco de comunión era caro puesto que requería de complementos como el velo, la bolsa y otros elementos que lo encarecían.

Que la banda de música recogiera a los niños en las escuelas y los acompañara hasta la iglesia era motivo de alegría, júbilo y emoción no solo para los pequeños, que recibían por primera vez la eucaristía, sino también para todo el pueblo que celebraba este acontecimiento como una jornada festiva.

Hoy en Petrer se tendrían que estar celebrando las comuniones pero, por las circunstancias por todos conocidas, no se pueden realizar. Esperamos que esto pase pronto y en septiembre puedan tomar la primera comunión todos los niños y niñas de Petrer que se han preparado para ello y desean hacerlo.

Fuente: https://www.valledeelda.com