Arxiu diari: 21 de maig de 2020

PROGRESISMO Y LEJÍA

Francisco Perez Puche. Foto de Juan J. Monzó

FRANCISCO PÉREZ PUCHE, CRONISTA OFICIAL DE VALENCIA

En casa, confinado, me he hecho diestro en el combate contra esas bolitas de pelusa que se forman en los rincones, al abrigo del rodapié. El miedo al virus ayuda a entender por qué se encalaban las barracas, las virtudes del color almagra y también la utilidad de la ceniza de barrilla, madre del bendito jabón. Mientras pasaba la aspiradora me decía, para animarme, que el secreto de la supervivencia humana frente a los bichos de todos los tamaños estuvo en el invento de barrer y alumbrar la cueva: dejar el fusil y volver a tomar la escoba es el futuro de la humanidad.

El color de las ciudades está directamente ligado a las epidemias que ha sufrido. Seguro que cada mortandad producía una capa nueva de cal en las capillas de los conventos y las fachadas de los palacios. Más que las riadas, las epidemias fueron causa del abandono de muchas casas y, a fin de cuentas, piezas decisivas en la transformación de las ciudades. El urbanismo, que tanto emboba ahora con la mal llamada «reforma» de la plaza del Ayuntamiento, se inventó para lo que se inventó: luchar contra la mugre derribando barrios enteros de casas viejas, sucias e insalubres. Reformar la ciudad en serio fue abrir la calle de la Paz y la avenida del Oeste; y derribar el Barrio de Pescadores, lleno de prostitución y miseria. Lo demás es poner macetas.

En el Marítimo se quiso pero no se pudo. A la izquierda le cuesta asimilar esa misión higiénica del urbanismo en la lucha contra la mugre, endémica en una parte no pequeña del distrito. Ahora, cuando el periódico informa de que se ha llegado a un pacto para poder derribar el Bloque Portuarios, se ve que no todo está perdido y que Sandra Gómez ha aprendido a usar, finalmente, las herramientas progresistas del urbanismo: se derriban edificios viejos sin interés alguno y en su lugar se construyen edificios nuevos. La gracia de la izquierda consistirá, si sabe hacerlo, en conseguir que los habitantes de lo derribado no tengan que emigrar… Y que algunos dejen de hacer hogueras en la calle.

La bayeta y la escoba vuelve a pasar sobre los prejuicios de la ciudad, dolida tras la epidemia. El progreso no consiste en volver a la nostálgica tortada de Goerlich sino en hacer uso inteligente de la lejía. Urbanismo e higiene han ido siempre de la mano. Esas casitas abandonadas, tan adorables, encierran ratas que han vuelto tan campantes. Un Ayuntamiento progresista está urgentemente obligado a combatir la plaga de cucarachas, gatos, palomas y roedores. Y a dar un escarmiento especial a nuestros enemigos, los mosquitos.

Fuente: https://www.lasprovincias.es

LOS AGRICULTORES DE PETRER: TODOS A UNA


Edificio del Sindicato Agrícola y Caja Rural de Ahorros y Préstamos de Petrer en la calle Gabriel Payá. La Ley de Cooperación de 1942 provocó el cambio de Sindicato por el de Cooperativa.

Mª CARMEN RICO NAVARRO, CRONISTA OFICIAL DE PETRER

Fue un 21 de mayo de 1908, hace ahora 112 años, cuando un grupo de labradores se reunió en el número 15 de la calle Mayor, bajo la presidencia de Joaquín Verdú Poveda, iniciando con este gesto la manifestación solidaria más importante habida hasta entonces en el pueblo de Petrer.

Estos campesinos propietarios agruparon sus escasos capitales bajo un ideal, la ayuda mutua, y fundaron el Sindicato Agrícola y Caja Rural de Ahorros y Préstamos de Petrel. Éste fue también el origen de Caixapetrer una entidad crediticia convertida hoy en un símbolo tanto en Petrer como en Elda. Los inicios no fueron fáciles; ilusión y economía se daban la espalda. Tampoco acompañaban las imposiciones legales, ni la sequía, ni las plagas. Pero el auxilio común es una estrategia ganadora, y el sindicalismo pronto alcanzó resultados en Petrer. La entidad se consolidó en acciones de crédito y financiación, a la par que confirió a la clase agrícola las herramientas de producción óptimas para obtener un fruto con garantías, reputado en los mercados comarcanos.

La industrialización y el éxodo rural no afligieron a la entidad, que supo adaptarse, ahora, bajo el calificativo de Cooperativa por la Ley de Cooperación de 1942 por la que el conocido por todos como el Sindicato pasaba a ser a partir de este momento Cooperativa. La calidad de los vinos, aceites y frutos secos atesoran el saber hacer de los socios cooperativistas a lo largo de su historia secular.

Durante su primera centuria, el espíritu cooperativo ha sido la mejor herencia que los socios han legado a sus hijos, nietos y biznietos. La protección recíproca y la afirmación de lo local, han sido los pilares del cooperativismo agrario en Petrer, conformando un patrimonio colectivo que todo el pueblo tiene la oportunidad de servir y de valer.

Hoy, más que nunca, la Cooperativa Agrícola enfoca su futuro desde perspectivas que le permiten mantenerse y seguir creciendo, con el apoyo de la agricultura pero también de la agroindustria y del comercio.

Las personas que han pasado por esta entidad, desde siempre, han puesto todo su esfuerzo en levantarla y consolidarla, deseamos que continúen desarrollando su labor y que el cooperativismo se mantenga siempre vivo y presente en nuestro pueblo.

El petrerense Xavier Amat Montesinos, doctor y profesor de Geografía Humana en la Universidad de Alicante, coordinó, en 2008, un magnífico libro sobre el cooperativismo agrario en Petrer en el que recoge la historia de esta emblemática y más que centenaria institución. Todas las personas que dieron vida e hicieron grande esta institución aparecen en este estudio fundamental para conocer los orígenes agrícolas de Petrer y el respeto que todavía hoy tenemos por esta actividad primaria que dio vida y trabajo a todo un pueblo. Su título “Tierra, créditos y agua”, una publicación que habla de lo nuestro y de los nuestros y que está a vuestra disposición en las dos bibliotecas de Petrer.

Fuente: https://www.valledeelda.com