BERNARDO GARRIGÓS SIRVENT, CRONISTA OFICIAL DE XIXONA
La ciudad de Xixona entre 1875 y 1930 sufrió un amplio proceso de transformación que afectó a todos los ámbitos de la vida social y cultural.
Así la base socioeconómica se transformó radicalmente, pasándose de una agricultura de secano basada en el cultivo del almendro, el olivo, los cereales y la uva a una moderna industria fundamentada en la producción y comercialización de los turrones de Jijona y Alicante. Este importante cambio tuvo sus repercusiones en todos los ámbitos de la vida cotidiana.
Uno de los más importante afectó al urbanismo, ya que las autoridades municipales aprobaron en 1883 la construcción de una nueva plaza, situada hacia el E del casco urbano, con lo que se rompía el diseño urbano heredado de la época medieval y moderna.
También a espaldas de esta nueva calle en la zona donde discurría la carretera Alicante-Játiva se creó la calle de la Industria a finales del siglo XIX. Signo inequívoco de que los tiempos estaban cambiando.
En 1907 se creó a la entrada de la población, en la zona del puente de Alicante, una primera zona de expansión, en la que se instalarían algunas fábricas turroneras.
Sin embargo la gran expansión urbana no se produciría hasta 1924 cuando la Sociedad de Socorros Mutuos El Trabajo ejerza de improvisado agente inmobiliario y urbanice la zona comprendida entre la Plaza y el convento de los Franciscanos por el N y la Plaza y el puente de Alcoy por el SE.
Estos cambios económicos afectaron profundamente a las relaciones sociales apareciendo a principios del siglo XX las primeras agrupaciones de trabajadores y de empresarios. Los trabajadores crearon diferentes asociaciones de socorros mutuos para defender sus intereses, entre ellas el Socorro y el Trabajo, esta última fundada en 1908.La Sociedad El Socorro se disolverá recogiendo su testigo la Sociedad La Amistad que estará en funcionamiento desde 1914 y hasta la Guerra Civil.
Los empresarios por su parte intentarán unirse para defender sus productos respecto a las injerencias de productores de otras poblaciones y se obsesionarán por crear un sello que identifique sus turrones y los diferencie de otros.
Así en 1903 se creará el Gremio de Turroneros que patentará una imagen gráfica para todos sus productos. Esta asociación tendrá sus altibajos y no será hasta 1939 cuando se cree el Consejo Regulador del Turrón, como asociación fuerte capaz de defender los intereses de los empresarios jijonencos en el concierto provincial y nacional.
La industrialización del sector del turrón basada inicialmente en la introducción del vapor como fuerza motriz a principios del siglo XX y posteriormente de la electricidad, ya en la década de 1920 irá acompañada de un proceso de mejora de los servicios públicos de la localidad. Mejora que provocarán la entrada de Xixona en el siglo XX.
En 1890 se cierra el viejo cementerio municipal situado a la salida hacia Alcoy detrás del antiguo convento de San Francisco y se crea a unos dos kilómetros al E de Xixona en la partida de Cañavate.
En 1893 se instaló el servicio de agua potable con la construcción de un gran depósito en la explanada del castillo, la instalación de diferentes fuentes públicas y abrevaderos por todo el casco urbano y la colocación de una fuente monumental en la principal calle de Xixona, la Plaza.
Una de los grandes problemas que tenía planteados la ciudad a finales siglo XIX era las deficiencias presentadas en el matadero municipal situado junto a la plaza de toros y al exconvento de Santa Ana. Era necesaria la construcción de un nuevo edificio. En 1900 en un solar sito a la salida de la población hacia Alcoy junto al exconvento de San Francisco se construyó un nuevo matadero, que prestó servicio a toda la población hasta mediados del siglo XX.
La industrialización de la producción del turrón fue posible gracias a la adopción de nuevas fuentes de energía como el vapor y la electricidad. En 1900 Xixona dispuso ya de una fábrica capaz de producir energía para suministrar al alumbrado público, a los particulares y a las empresas.Esta dotación de servicios públicos (agua potable, alumbrado público, matadero municipal, nuevo cementerio) estuvo acompañada por la creación de infraestructuras educativas, asistenciales y culturales.
En 1917 se construyó el asilo hospital Vicente Cabrera. Esta institución desde su fundación y hasta la actualidad ha sido dirigida por la Congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados quienes han dado su amor y dedicación a los más ancianos de la población.
En 1932 se inauguró un imponente edificio destinado a enseñar a los escolares de la localidad. Así nació el primer colegio de la población, el colegio Eloy Coloma. Esta situado al final de la avenida de la constitución en la zona N. Los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado tuvieron su edificio propio en 1926 cuando la Guardia Civil inauguró su casa cuartel situada junto al convento de San Francisco.
La cultura y el ocio también sufrieron una importante transformación y no fueron ajenas a la llegada de nuevos influjos procedentes de otras tierras. A mediados del siglo XIX el teatro y la música centraban los intereses culturales de la población. Si bien el interés por el arte de Talía fue decreciendo por la falta de un espacio adecuado a principios del siglo XX, la música recibió un nuevo impulso con la creación en 1897 de la Sociedad Filarmónica La Armonía, cuya actividad sigue centrando los intereses de los jijonencos en la actualidad.
A estas actividades se sumarán el interés por el periodismo con la aparición del primer periódico local La Voz de Jijona en 1878 y a principios del siglo XX el interés por el séptimo arte, así en 1917 se creará el Cine de Baix y unos años después abrirá sus puertas el Cine de Dalt.
El ocio a finales del siglo XIX estaba capitalizado por el juego de pelota. A mediados del siglo XVIII se había construido un frontón cerca dela Iglesiade Santa María o Iglesia Vieja. A mediados del siglo XIX se construye un nuevo frontón en la salida de la población hacia Alcoy cerca del convento de San Francisco.
Hacia 1890 se construye una plaza de toros junto al convento de San Ana, que ejercerá de coso taurino hasta principios del siglo XX. En 1930 aparecerá con fuerza la afición del fútbol con la creación del Jijona CF y la construcción de un pequeño campo de juegos adosado al cementerio municipal.Estos serán a grandes líneas los cambios que padeció la ciudad de Xixona a caballo entre el siglo XIX y XX.