
FRANCISCO PÉREZ PUCHE, CRONISTA OFICIAL DE VALENCIA
Entre las obras que el Ayuntamiento ha determinado como más necesarias, y que por lo tanto pueden continuar, hay una de especial interés: las excavaciones arqueológicas del monasterio de San Vicent de la Roqueta. No lo dice expresamente la nota de prensa municipal, pero tengo la impresión de que los trabajos realizados hastala fecha, especialmente las catas del claustro, no se benefician nada del abandono, sobre todo en esta primavera tan lluviosa.
El último día de enero. los periodistas tuvimos la ocasión de visitar las excavaciones en compañía de la concejala Sandra Gómez, y de Vicent Sarriá, el exconcejal del departamento, ahora diputado al Congreso. Se informó del plan de trabajo, que consiste en realizar 21 catas, de las que a estashoras deben estar pendiente poco menos de la mitad. En el curso de la visita vimos los resultados, que son alentadores aunque en modo alguno — se informó– existe el objetivo de localizar, como los más fantasiosos pretenden, la hipotética tumba de San Vicente Mártir. No obstante, el lugar donde en 1985 apareció un sarcófago del Siglo IV no había sido explorado en enero y seguramente debe estar sin trabajar todavía ahora, cuando las obras se reemprendan.
Para los arqueólogos municipales tiene mucho interés, y sentido, comprender bien el funcionamiento de aquel espacio a lo largo del tiempo. Los conventos que allí han funcionado, de monjas en una época, de frailes en otra, pueden aportar muchos datos a la historia de la ciudad. Las catas y trabajos en el recinto están ofreciendo huellas –desde esqueletos completos a piezas cerámicas– abundantes, incluso las del asentamiento militar que hubo allí durante la guerra civil.
¿Puede salir alguna pieza excepcional, un hallazgo espectacular para la historia de la ciudad? Puede salir, pero los profesionales van por otros caminos, menos llamativos pero más científicos. Para empezar, en los pisos disponibles del monasterio, ahora podrán volver a trabajar los especialistas que fotografían, anotan, catalogan y exponen no menos de cien mil piezas cerámicas de todos los tamaños que allí han ido apareciendo. Desde el siglo XV hasta al XX allí está la historia entera de la ciudad a través de todas las modalidades de ollas, platos, vasijas y tazas.
Todo eso sin contar con los dilemas pendientes. La salvación de un sistema de calefacción de gloria o hipocausto romano, una perfecta calefacción radiante construida en el siglo XV, es una de las decisiones que había que tomar, aún a riesgo de no explorar lo que pueda haber debajo. Seguramente es el único sistema que se podría mostrar completo en la ciudad a los hipotéticos visitantes del conjunto; de modo que los arqueólogos estaban considerando el valor didáctico de la pieza, sobre todo para los estudiantes.
El MSC Eloane, hacia Gdansk
Me pregunta un amigo por el MSC Eloane, el enorme portacontenedores que vimos partir de las inmediaciones de Singapur al principio del confinamiento español. Y puedo informar que hoy lo vamos a encontrar rodeando Jutlandia, para entrar en el Mar Báltico y llegar al puerto polaco de Gdansk el sábado de madrugada. Escribimos sobre él cuando llegó a Algeciras y luego lo dejamos navegar hasta Bremenhaven, al norte de Alemania, donde ha pasado un par de días, algo excepcional, de intensa descarga. Ahora, a buena máquina, el enorme buque va a rodear toda la península de Dinamarca, pasará los estrechos, será visto bajo el enorme puente que une Copenhague y Malmo camino de la mejor entrada que tiene la Europa del Este. El comercio, la vida misma, no puede detenerse.
Fuente: https://fppuche.wordpress.com/