FRANCISCO PÉREZ PUCHE, CRONISTA OFICIAL DE VALENCIA
Lo veo y no lo creo: los helechos, con todas estas lluvias, están altos y lozanos, de un verde intenso imposible de reproducir. Ayer recibí fotos, internet es pura magia para estas cosas. Y llegué a emocionarme como si me hubieran pasado las fotos de un recién nacido: impensable, hace dos meses, que un simple helecho pudiera transmitir esa sensación esperanzadora de lo que renace, de lo que se recupera por sí solo y apunta hacia un porvenir esperanzador.
Porque resulta que ese helecho está en un sitio difícil, en un rincón de la entrada donde escasea la luz. Allí han fracasado montones de proyectos, desde un ciprés a no pocas simientes de flores… José, un marroquí atento que me vende plantas en el vivero, me lo dijo más de una vez:
— Es un sitio difícil, señor… La luz es muy importante, y el sol. Les pasa como a las personas: una planta necesita alimento, pero también el beneficio de la luz del sol.
Fue él quien me dijo que probara con los helechos, menos exigentes con el sol y el calor. En realidad, el helecho busca las umbrías y la humedad. Así es que probé, trasplanté un par de ovillos de raíces con muy pocos brotes y me decidí a esperar. Y aunque tienen el riego asegurado, han sido estas lluvias las que han dado la fuerza precisa para el salto, el impulso de la recuperación.
Todo es cuestión de paciencia y esperanza, me digo con cierto aire de moraleja. Todo es cuestión de aguardar el milagro de la naturaleza. Y es ahora cuando caigo en que hoy, 19 de abril, es cuando celebramos en casa un cumpleaños importante; la fiesta del aniversario de la persona más querida.
¿Recuerdas? Aquél médico, sin mascarilla, te la entregó en una cesta, como un presente. Estaba llorando, acababa de nacer, era una promesa, una esperanza, un reto y un proyecto. El médico llevaba en la boca un puro enorme encendido; y te enfadaste con él, en un rasgo instintivo de responsabilidad paterna.
— !Qué imprudencia, doctor!
— Pronto empiezas a padecer…
La foto de los helechos será mi regalo. No tengo otra cosa a mano. Confinados y a distancia, no podremos celebrarlo como todos los años. Tiempo habrá…
Fuente: https://fppuche.wordpress.com/