Arxiu diari: 9 d'abril de 2020

EL HOSPITAL MILITAR DE MONTEOLIVETE EN LA EPIDEMIA DE 1885

MIGUEL APARICI NAVARRO, CRONISTA OFICIAL DE CORTES DE PALLÁS

El valenciano José Aparici Puig y Antonio Bernal, dos distinguidos médicos de la Sanidad Militar que estuvieron encargados de la asistencia de coléricos en el Hospital Militar de Monteolivete de Valencia, dirigieron a su director de Sanidad Militar el Teniente General Manuel Salamanca Negrete -que había sido Capitán General de Valencia- una memoria escrita sobre la epidemia del cólera morbo asiático de 1885.

Con extensos conocimientos del tema que describían, empezaban con una historia del cólera y de las causas de esta enfermedad; aportando datos destacados de las epidemias habidas hasta la fecha por Europa desde que salió, por primera vez, de su cuna en el Ganges. Marcando sus causas y relacionándolas con las recientes teorías del famoso Koch y de otros distinguidos profesores.

En una segunda parte, presentaron el origen y el curso de la presente epidemia, desde que se presentó en Marsella, Tolón, Nápoles y Alicante, en 1884, hasta sus primeros casos en Beniopa, Játiva, Alcira y todos los pueblos de la ribera y del norte de la capital. Hasta que el día 13 de abril se inició en Valencia y el día 10 de junio hubo el primer caso en la fuerza militar de Paterna; debido a la afectada próxima población de Burjasot. Infectando al resto de la guarnición, hasta sus últimos casos ocurridos en la primera quincena de agosto.

Explicando aquí la marcha que siguió la epidemia en todo España, que ellos consideraron que tenía como causa principal “la dirección de las aguas”, como medio más fácil y seguro de propagarse en extensas comarcas. Aunque también reconocían la gran importancia de otros focos, como las ropas, en el contagio y propagación.

En una tercera parte, se ocupan del hospital de Monteolivete; reseñando detalladamente tanto el edificio como el material y los medios con que contaba. Momento en el que rinden tributo de agradecimiento al instalador y ordenador de todo, el jefe de Sanidad Militar (a la sazón ya retirado) Eduardo Cañizares; que contó con el apoyo del General Azcárraga, Capitán General en el momento, que en julio de 1885 visitaba a los enfermos y ordenaba la retirada del servicio de la guardia para que no se contaminasen.

Describen los medios de desinfección que fueron empleados en el edificio, así como las medidas con los objetos y las ropas. Postulando la importante de la higiene y del uso de desinfectantes “enérgicos”; a lo que atribuyen que, pese a los servicios prestados por el personal, no quedo invadido ninguno.

Exponían, luego, el cuadro sintomatológico clínico; por periodos. E insistían, en la constancia en la medicación y en los cuidados sin descanso al enfermo. Siendo los militares, dados de alta, enviados al lazareto de Paterna y, más tarde, de licencia a sus casas.

Luego, presentan en el informe los principales medicamentos que ensayaron: la helenina y el citrato de hierro, en inyecciones hipodérmicas.

Y, a continuación, insertaron en el texto “cinco estadísticas y seis trazados”. Las primeras, con los resultados obtenidos. Los segundos, registrando los ingresados, los recuperados y los fallecidos; por días.

Indicándose el corto número de infectados en la guarnición militar, ya que sólo fueron 166 (número muy limitado en relación con las desastrosas cifras en la población civil), de los que fallecieron 51. Ingresando 23 en un primer estadio, 18 en período agónico y el resto “en diversas formas de padecimiento”. Número de enfermos graves al ingreso que pudo deberse al cuarto de aislamiento que había en todos los cuarteles, donde de inmediato se separaba de sus compañeros a todo aquél al que le aquejara cualquier síntoma sospechoso.

Finalmente, expusieron las medidas que habían tomado las autoridades militares a favor de los soldados, lo que sin duda fue la causa del corto número de invadidos en la guarnición, en comparación con el mayor número de civiles.

Recordemos que nuestro paisano, el doctor José Aparici, había pasado por los destinos del Regimiento San Fernando (1891), el Hospital Militar de Burgos (1897), había estado en Cuba (1898) y, luego, en el Hospital Militar de Burgos. Siendo, finalmente, nombrado director del Hospital Militar de Alcalá de Henares; donde falleció, al contaminarse por un corte cuando operaba a un soldado.

Fuente: https://www.abc.es

ESTOS SON LOS FINALISTAS DEL V CONCURSO DE ALELUYAS A SANTA MARÍA MAGDALENA 2020

FINALISTAS

¡ALELUYAS, ALELUYAS!

A LA PATRONA DE NOVELDA

A SANTA MARÍA MAGDALENA

A SANTA MARÍA MAGDALENA EXCELSA PATRONA DE NOVELDA

BENDITA TÚ, MARÍA MAGDALENA

COMO CUENTAS PEQUEÑAS DE UN ROSARIO

CORDIAL DESPROPORCIÓN

DAMA DE COLORES, GAMA DE PURO AMOR

DESDE MI CORAZÓN PEREGRINO

DITIRAMBOS A MARÍA MAGDALENA

EN EL SENO DE TU AMOR

LA NOCHE ILUMINADA

LA TESTIGO

MARÍA MAGDALENA

MÁS QUE UNA RAZÓN

MI ORACIÓN

MIRÓFORA DIVINA

PIROPO A SANTA MARÍA MAGDALENA

QUILLA DE LIRIOS

ROMANCE DEL VEINTIDÓS DE JULIO

De entre ellas será elegida la obra ganadora por el siguiente Jurado:

Mado Abad, regidora de Cultura y Patrimonio del Excelentísimo Ayuntamiento de Novelda; Ana Gómez , Presidenta de la Congregación de Santa María Magdalena de Novelda; Lorenzo Pastor , vicepresidente de la Junta Mayor de Hermandades y Cofradías de la Semana Santa de Novelda; Lola Boyer, presidenta del Patronato de Santa María Magdalena de Novelda; Helios Beltrá , Presidente de la Comunidad de Penitentes de Santa María Magdalena de Novelda; María Teresa Beltrá, descendiente de la familia Beltrá “El Roget”; Lorena Tranche, poetisa; Mercedes Navarro, directora de la revista oficial de fiestas “Betania 2020”; José Luis Navarro, Cofrade de Honor de la Semana Santa de Novelda 2020; PAU HERRERO, CRONISTA DE LA CIUDAD DE NOVELDA; Alfredo Beltrá, sacerdote noveldense, párroco de la iglesia Nuestra Señora de la Asunción de Sax, consiliario de la comunidad de penitentes Santa María Magdalena y pregonero de la Semana Santa de Novelda 2020 y José Antonio Martínez, ganador del IV Concurso de Aleluyas a Santa María Magdalena 2019. La poesía ganadora será premiada con 100 euros y trofeo. Los autores/as premiados con accésit recibirán un diploma y lote de libros del Excmo. Ayuntamiento de Novelda.

Fuente: https://www.noveldadigital.es

JUEVES, 9 DE ABRIL. VIGÉSIMO SEXTO DÍA. EL MSC ELOANE DESCARGA EN ALGECIRAS

FRANCISCO PÉREZ PUCHE, CRONISTA OFICIAL DE VALENCIA

“Moored”. Amarrado. El MSC Eloane llegó poco después de la medianoche al puerto de Algeciras. Y a pesar de los problemas que días atrás hubo entre los estibadores y la autoridad portuaria, no se perdió ni un minuto. A las doce y media estaba firmemente amarrado al gran muelle de contenedores y poco después empezaron las tareas de desestiba: docenas de grandes cajones fueron descargados, con la precisión de un reloj, sobre una fila de camiones que esperaban en los muelles.

Andalucía, España entera, está pasando una cuarentena insólita que ha dejado a miles de personas en el desconsuelo de no poder expresar sus sentimientos religiosos a través de las procesiones de Semana Santa. Nunca se había visto una cosa así, dicen desde las lágrimas. Las flores no han servido, la cera no está ardiendo, y solo las oraciones se pueden aprovechar en silencio, como cada año, ofrecidas esta vez a los que han muerto en la lucha contra la enfermedad. El turismo se ha hundido en todas las regiones; seis, ocho millones de españoles, quizá más, han alterado sus planes de descanso durante esta semana; y los más locos, los que se han movido de casa en busca del mar o la montaña se encuentran con barreras de cemento  en “su pueblo” y amables guardias de servicio que les ponen una multa por la imprudencia de salir de casa.

El capitán del MSC Eloane consulta su hoja de ruta y comprueba que no tiene mucho tiempo que perder. Hay muchos papeles que firmar y consultar. La operación de descarga de un buque de carga moderno está controlada por un programa de ordenador, visible en una pantalla que se consulta en el puente de mando. El diagrama del barco muestra la posición y destino de todos y cada uno de los diez, doce mil contenedores que van a bordo. El vientre de la enorme ballena de carga está dividido en espacios y zonas; y cada contenedor declara en la pantalla si debe tener frío o temperatura normal, si baja en Algeciras o se destina a otro puerto posterior… Desde mascarillas a relojes, desde productos químicos a alimentos, desde lujosos bolsos de señora a televisores de última generación… El MSC Eloane lleva en las tripas lo que hoy se reclama con urgencia y lo que dentro de un mes será objeto de delicado regalo.

Todo salió, el 23 de marzo, del puerto de Tanjung Pelepas, en Malasia, una zona de trabajo nueva, desarrollada este siglo, con catorce áreas de carga que suman cinco kilómetros de muelles. Millones de contenedores cada año, muchos más que los que trasiega el puerto de Valencia. Mercancías de toda clase para todos los destinos del mundo globalizado. Que en este caso han llegado a Algeciras en solo 19 días, navegando por las aguas de un planeta que está sometido a cuarentena.

El capitán del barco debe ser un italiano, como los cinco o seis oficiales. Es la costumbre. También suele haber jefes de máquinas noruegos e ingleses, que son los mejores. El resto de la tripulación, hasta 25 personas, nunca se necesitan más, seguramente son malayos, indonesios y chinos. Gente dura, esforzada, que gana buen dinero, apenas ve a la familia y procura retirarse pronto. Todos, los del puente y los de las sentinas, deben estar pasando días muy duros, con noticias adversas sobre su país, su barrio y su gente. El jefe de cocina debe andar atareado para reponer algunas faltas de fruta y verdura. El mayordomo quizá ha hecho un pedido de limones antes de recoger el correo. El capitán ha firmado más papeles que un primer ministro y está atento al informe del ingeniero jefe de sistemas de un barco que está entre los diez o doce más grandes del mundo.

Gente dura y despierta. Gente muy especial para un trabajo muy especial. Solo uno o dos puede que sean autorizados a bajar a tierra ahora: desde el puente, si tienen un rato, verán que los operadores de tierra, los camioneros y los responsables de las grúas de Algeciras, llevan todos mascarillas.

Uno, en la cabina de su enorme estructura, a sesenta metros de altura sobre el muelle, se ha puesto una estampita del Nazareno de su pueblo. Ante él, la bahía de Algeciras es un hervidero de barcos; al fondo, imponente, está la mole vieja de Gibraltar. Hay que trabajar…

Fuente: https://fppuche.wordpress.com/