Arxiu diari: 3 d'abril de 2020

LA PANDÈMIA DEL CORONAVIRUS A OTOS, CRÒNICA D’UN CONFINAMENT

DANIEL ALFONSO MEDRANO, CRONISTA OFICIAL D’OTOS

Hui és Divendres de Dolors i molts són els dolors que estos dies conviuen entre nosaltres. En primer lloc el dels difunts i malalts causats pel COVID-19, però també el del bar Paradís i Ca les Senyoretes que no podran obrir en estos dies de temporada alta com tots els altres bars, restaurants i hotels. I este dolor porta al de totes les persones que han sofrit un ERTO a les seues empreses i no saben quan tornaran a treballar ni en quines condicions. I també dolor pateixen tots els xiquets i majorets que esperaven uns dies de vacances per Pasqua i es quedaran tancadets a casa sense visitar a familiars, amics o realitzar viatges ben interessants.

Però a Otos, a més, hui és la festa de la Mare de Déu de l’ermita i també tindran dolor aquelles persones que no poden participar ni esta ni altres celebracions. I si ens remuntem en el temps, sembla que a esta imatge s’aclamaven els antics otosins per demanar-li ajuda per combatre epidèmies i altres desastres quan la medicina estava poc desenvolupada i els nostres avantpassats només podien recórrer a la fe i l’esperança per lliurar-se del desastre i continuar vivint. Estes són les paraules que va escriure Terencio Seguí l’any 1916 en l’èpíleg del seu llibre:

“Que sirva [este libro] de recompensa para nuestros antepasados, cómo gratitud á las sanas costumbres (…) invocando la protección de la Santísima Virgen de los Dolores, que con tanta devoción veneramos en nuestra pintoresca Ermita, á la que siempre hemos aclamado en las epidemias, calamidades y tribulaciones en los azares de nuestra vida hemos encontrado su poderoso consuelo.”

Fuente: http://publicacionsotos.blogspot.com

VIERNES, 3 DE ABRIL. VIGÉSIMO DÍA. LA TRAVESÍA DE SUEZ

FRANCISCO PÉREZ PUCHE, CRONISTA OFICIAL DE VALENCIA

Tal y como tenía previsto, el buque que estamos siguiendo en estas notas diarias, el MSC Eloane, está atravesando hoy el Canal de Suez. Cuando me conecto, me lo encuentro ya, navegando a ocho nudos, cerca del Pequeño Lago Amargo.

El Canal es una fila de hormigas que navegan despacio. De norte a sur hay una hilera que ha entrado desde el Mediterráneo, en Port Said; de sur a norte van avanzando los que proceden del Mar Rojo. En los lagos salados, y en las zonas del Canal donde hay dos “carriles” de navegación, los técnicos organizarán los necesarios cruces. Es sencillo, es como ordenar el paso de vehículos por una calle estrecha; pero aquí estamos hablando de petroleros con una carga enorme, de buques de crucero para miles de turistas, de barcos contenedores de cuatrocientos metros de largo, como este MSC Eloane, que no cabría, ni de ancho ni de largo, en nuestra calle de la Paz.

El Pequeño Lago Amargo no es tan pequeño, tiene varios kilómetros, aunque es obviamente menor que el Gran Lago Amargo, que está al norte. Al trazar y construir el Canal, en el siglo XIX, Fernando Lesseps se apoyó en estos dos lagos, extremadamente salinos, para facilitar su proyecto. El resultado fue que sus aguas, setenta años después, ya no eran casi salinas porque recibieron aguas de los dos mares comunicados. Los expertos dicen que eso no fue tan malo: la extracción de sal, que se practicaba quizá desde los tiempos de los faraones, casi se perdió; pero las aves, que rehuían unos lagos sin vida, aprendieron pronto a usarlos en sus migraciones norte-sur.

El MSC Eloane navega detrás de un enorme petrolero, sin prisa. Usará casi todo el día de hoy en pasar al Mediterráneo, por Ismailía y Al Qantara el Sharqiyya. Un poco más al norte hay un buque turístico, el crucero Columbus, y el Emma Maersk, otro grande del transporte de contenedores, de casi 400 metros de eslora. El CMA CGM Vela, veterano también del puerto de Valencia, les sigue de cerca; todos van alternados con buques de menos porte que marchan despacio, atentos a la radio y a los sistemas de posición, a los remolcadores que esperan para los tramo difíciles.

En el Gran Lago Amargo, a bordo de un acorazado, se reunieron el presidente Roosevelt y el rey Saud de Arabia, en 1945, cuando la guerra estaba terminando. Los intereses del petróleo del mundo libre se afirmaron sobre un pacto para la historia. Según leemos, el Pequeño Lago Amargo se hizo famoso en la Guerra de los Seis Días, la de aquel general Moshe Dayan que llevaba un parche en un ojo. Catorce barcos se quedaron metidos en la ratonera del lago y allí tuvieron que seguir varios años, hasta que en 1975 se organizó una “operación salida” de buques que ya eran chatarra semi oxidada, cubiertos de una capa de arena de medio metro.

MSC Eloane saldrá al Mediterráneo esta tarde, por Port Said. Y entonces es posible que establezca su rumbo y su destino, seguramente Rotterdam, quizá antes algún puerto español. ¿Qué lleva en sus bodegas? De todo. Todo lo que se fabrica en China y en Singapur, todo lo que procede de las fábricas y talleres de Oriente viaja en unas bodegas casi infinitas; él solo lleva la carga de diez mil caravanas de los tiempos de Marco Polo. desde mascarillas a televisores, desde libros a motores… Todo estará en su destino, hacia el 12 de abril, cuando la Europa frágil empiece a salir de su confinamiento después del atroz paso de la pandemia.

Mientras tanto, aquí, las cosas siguen como sabemos. Confinamiento y desconcierto. Los más sabios, los rectores de las Universidades españolas, los que suponen que tenían que ser prudentes consejeros de la sociedad, no se han puesto de acuerdo con el modelo a aplicar a sus estudiantes. El curso ni se sabe cuándo acabará ni cómo se dará por concluido. Otro fracaso a apuntar en el libro triste de esta tragedia.

Fuente: https://fppuche.wordpress.com