EL CONSELL VALENCIÀ DE CULTURA ABOGA POR UNA LEY PARA DEJAR CLARO QUÉ PUEDE SER UN BIC INMATERIAL

El Consell Valencià de Cultura (CVC) aboga por la revisión o creación de una nueva ley de patrimonio valenciano que establezca los criterios para la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) inmaterial, al considerar que es un terreno “pantanoso” en el que no están claros los requisitos.

Como órgano consultivo, el CVC defiende este punto de vista en el informe presentado este lunes en el pleno de la entidad. Su objetivo es que el concepto de BIC inmaterial se revise y adapte a la convención de la Unesco mediante un reglamento.

“No todo puede ser un bien inmaterial, hay representaciones muy temporales o débiles”, ha apuntado el secretario ejecutivo del CVC, JESÚS HUGUET (CRONISTA OFICIAL DE LA POBLA LLARGA I PORTELL DE MORELLA), en declaraciones a los medios, advirtiendo que “hay fiestas, canciones o celebraciones que están en un terreno resbaladizo como mínimo” y que podrían quedarse como Bien de Relevancia Local (BRL).

En el análisis, los expertos señalan los problemas de evaluar el patrimonio inmaterial en su máximo nivel de salvaguarda (BIC inmaterial), ante la “fuerte carga subjetiva” de esta valoración y la inexistencia de una reglamentación con criterios suficientemente claros.

Algunos de los límites que plantean son el reconocimiento de la sociedad, la transmisión de generación en generación, la pervivencia, el sentimiento de identidad y pertenencia, su carácter tradicional, contemporáneo y “vivo al mismo tiempo” o el fomento de la cohesión social.

En todo caso, el CVC reconoce que es algo “muy complejo de dilucidar” y propone como primer paso la creación de una lista de referencia de los BIC inmateriales de la Comunitat, aunque la Unesco deja abierta la consideración de los bienes a otros ámbitos.

Entre sus recomendaciones está una definición en positivo y “más contundente” de BIC inmaterial en la ‘Ley 4/1998 de patrimonio cultural valenciano’, junto a un estudio exhaustivo de las características comunes para servir de guía. Todo ello “sin evitar la singularidad y el análisis pormenorizado” de cada caso e incluso suprimiendo “algún BIC fronterizo entre lo material e inmaterial”.

En definitiva, el CVC plantea la revisión legislativa del patrimonio cultural valenciano y, si fuera necesario, una nueva ley y un reglamento que amplíe el alcance, reconocimiento, ordenación y salvaguarda de los bienes inmateriales. “PATRIMONIO VIVO” CON 31 BIC

“Es un patrimonio vivo; la elección de los vivos con la responsabilidad de los que ya no están y los que vendrán. No hablamos de piedras ni de fósiles, son personas con toda su carga de creatividad humana”, reivindica la institución en el informe, llamando a tomar “conciencia” y respetar el reconocimiento intercultural a nivel autonómico, nacional e internacional

De momento, la Comunitat cuenta con 31 BIC inmateriales: el Misteri d’Elx (el primero desde 1931), el Betlem de Tiristi de Alcoi (2002), el Tribunal de les Aïgues de la Vega de València (2006), la Solemnitat del Corpus Christi de València (2010), la Festa de la Mare de Déu de la Salut de Algemesí (2010), la Entrada de Toros y Caballos de Segorbe (2011), la Cabalgada de Reis Mags de Alcoi (2011), las Tamborades de Alzira y Alcora (2011), la Santantonada de Forcall (2012) o las Fallas de València (2012), también Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

El resto de los bienes inmateriales valencianos son los toques manuales de campana (2013), la ‘pilota’ valenciana (2014), el ritual del ‘pa beneit’ de la Torre de les Maçanes (2014), las Fogueres de Sant Joan d’Alacant (2014), los Milacres de sant Vicent Ferrer (2015), las peregrinaciones por los Camins del Penyagolosa (2016), el Sexenni de Morella (2016), la procesión cívica del 9 d’Octubre de València (2016), las actividades tradicionales de l’Albufera (2016), Les Normes de Castelló (2016) o la romería de les Canyes de Castelló (2017).

Y los últimos proclamados son las Festes de la Vinguda de la Mare de Déu de Elx (2017), la tradición musical popular valenciana (2018), L’Escaldà o transformación del racimo moscatel (2018), las Danses de Guadassuar (2018), el Cabildo de Sax (2018), la Fira de Tots Sants de Cocentaina (2018), las Ambaixades de Ontinyent (2019), las fiestas de Moros i Cristians de Alcoi (2019), la Mojiganga de Titagües (2019), las Danses de Bocairent (2019) y el Canto de la Pasión de Orihuela (2019).

Fuente: https://www.lavanguardia.com