FRANCISCO SALA ANIORTE, CRONISTA OFICIAL DE LA CIUDAD DE
TORREVIEJA
La playa del
Salaret
Todos conocen la Playa de Los Locos, pero quizás algunos de
ustedes no sepan el origen de este nombre, denominada en un principio ‘Playa
del Salaret’. Con este apelativo aparece en ‘Plano de la Ensenada y cargador de
Torre Vieja’, trazado en el año 1806 por los delineantes Francisco Catalá y
Gaspar Massa; se le nombra como ‘Ensenada del Salaret’ en una carta náutica
anónima trazada en 1813. Posteriormente, en 1835, el teniente de navío
Francisco de Paula Amieba traza un nuevo plano que abarca desde el cabo Cervera
hasta cabo Roig, apareciendo nuevamente el topónimo Punta del Salaret,
señalando el saliente existente al final del arenal, igual que en el mapa de la
provincia de Alicante del diccionario de Pascual Madoz, trazado en 1859, en el
de Juan de Arrambide, de 1861, y en otros posteriores.
El doctor Ruiz
Cánovas
A comienzos del siglo XX una familia procedente de Madrid,
de origen murciano, decide instalar un establecimiento psiquiátrico en este
lugar, frente a aquella apartada playa: el ‘Sanatorio del Carmen’. Origen del
topónimo actual de este lugar.
Don Mariano Ruiz Cánovas, era murciano y había sido ayudante
durante dieciocho años de los doctores Simarro, Esquerdo y Vera. En 1899 había
fundado en Madrid la ‘Casa de Salud Nuestra Señora del Carmen’, para el
tratamiento de las enfermedades nerviosas y mentales, de un modo moderno y
científico, métodos que lo diferenciaban de los manicomios antiguos.
El Sanatorio de
Ntra. Sra. del Carmen
En 1908, tenemos noticias en la prensa de la época de los
veraneos del notable doctor Ruiz en Torrevieja, acompañado de su distinguida
familia y de algunos de sus enfermos internos y que venían con él desde Madrid,
pero no fue hasta el año 1910, cuando fundó una sucursal de su sanatorio en
Torrevieja, frente a la Playa del Salaret, cuando pasó a conocerse como Playa
de Los Locos.
El 16 de julio de 1910 tuvo lugar el acto solemne de la
inauguración de este magnífico ‘Sanatorio del Carmen’, al que asistió numerosa
y distinguida concurrencia torrevejense y personas de relevancia que se
hallaban pasando el verano en esta villa marinera, siendo todos ellos
obsequiados con gran esplendidez.
En julio de 1914, ocurrió un grave suceso en las proximidades
del ‘manicomio’ del señor Ruiz Cánovas. Cayó al mar ahogándose uno de los
dementes internados en el centro. Un joven, que se dio cuenta del suceso y
acudió para intentar salvarle al darse cuenta del hecho, tuvo que ser rescatado
por un guardia civil del puesto de la playa. Por este hecho humanitario se le
otorgó al referido guardia una recompensa por su meritoria acción. Otro año,
uno de los enfermos mentales internados en el establecimiento se escapó, siendo
hallado ahorcado en la rama de una higuera cercana a la finca. Fueron
dramáticos hechos excepcionales, siendo lo cotidiano que los enfermos menos
afectados vinieran con cierta frecuencia a pasear por la población y disfrutar
de sus atracciones veraniegas.
Fiestas en honor a
la Ntra. Sra. la Virgen del Carmen
En 1919, llegado el día 16 de julio, con motivo de la
festividad de Nuestra Señora del Carmen, siguiendo la costumbre de su director,
don Mariano Ruiz tenía establecida, se celebró una gran fiesta en el sanatorio.
Comenzó por una misa solemne cantada por bellas señoritas y acompañadas al
armónium por la meritísima artista torrevejense María Gil Vallejos. El señor
cura párroco don Benito López Gil pronunció una sentida plática con admirable
expresión y sentimiento que le caracterizaban. Alrededor de dos amplias mesas y
bien presentadas mesas tomaron asiento numerosos invitados para los que los
distinguidos dueños de la casa tuvieron infinitas atenciones. Terminado el
banquete la juventud se dedicó al baile y al canto, celebrándose un ‘garden party’,
durando la agradable fiesta hasta las últimas horas de la tarde.
El 25 de julio de 1923, el diario ‘El Liberal’ de Murcia se
hace eco de las celebraciones en honor de la Virgen del Carmen en templo
parroquial de la Inmaculada Concepción, en Torrevieja, describiendo como,
después de su novenario, el día 16, festividad de la Virgen del Carmen, se
celebró una función en la iglesia, siendo la misa cantada a gran orquesta,
dirigida por don José Viudes Sévila, director de la Banda de Música Municipal;
el sermón estuvo a cargo del joven literato y muy culto presbítero, don
Evaristo Falcó y Esteve, que consiguió atraer la atención de los fieles desde
el primer momento, exhortándoles a no abandonar jamás el ‘Santo Escapulario’.
Los cultos brillaron aún más con la intervención de la camarera, la virtuosa y
distinguida señora doña Carolina Casciaro de Picó.
También, ese año, como todos, el rector del ‘Sanatorio de
Ntra Sra. del Carmen’, don Mariano Ruiz Cánovas con su distinguida familia,
organizaron con entusiasmo la fiesta a la patrona del citado establecimiento,
en el que se veneraba la Virgen del Carmen en una lujosa capilla. La fiesta se
celebró con mucha animación. El jardín estaba iluminado a la “veneciana”,
disparándose cohetes ‘voladores’ en gran número, y los asistentes fueron
obsequiados con dulces, habanos y licores, terminando con una gran buñolada a
la madrileña. Todos los actos fueron amenizados por una orquesta. Entre los
concurrentes estuvieron, entre otras, las distinguidas señoritas Esperanza
García Alegre, Maruja Mínguez, Julita Castell, Angelita Solano, Conchita
Torres, Pilar y Virginia Ballester, Anita Martínez, Consuelo Gallud, Luisita y
Manolita Llanos, Conchita Moreno, Josefina Moscardó, María Monge, Carmencita
Ballester, Josefa, Gloria, Asunción y Antonia Martínez, y Conchita Celdrán.
En 1926, hay referencias de otra de las fiestas celebradas
en el ‘Sanatorio del Carmen’, el día 16, festividad de la Virgen del mismo
nombre. Por la mañana se ofició una gran misa cantada. De don Benito López,
párroco de Torrevieja, recibiendo la primera comunión el niño Mariano Ruiz
Eguía, nieto del doctor propietario del establecimiento, e hijo de don Mariano
Ruiz Rey, doctor en Medicina, que con este fin se desplazaron desde Madrid dos
días antes. A las dos de la tarde se reunieron en un banquete al que asistieron
numerosos invitados de la localidad y de la colonia veraniega, siendo servido
con gran esplendidez. En todo el día no se cesó de disparar tracas, truenos y
cohetes ‘voladores’, reinando una gran animación en todos estos esparcimientos.
A las fiestas de la Virgen del Carmen celebradas en el sanatorio todos los 16
de julio hay que añadir las despedidas de temporada, a finales de agosto,
reuniéndose en el establecimiento de los señores Ruiz Cánovas algunas de sus relaciones
en amistosa “soiré”.
A principios de la década de los años sesenta del pasado
siglo, durante el mandato del alcalde Juan Mateo García, se tuvo a bien
denominar a la vía que cruza toda la playa de Los Locos como Avenida del Doctor
D. Mariano Ruiz Cánovas, en recuerdo de este distinguido médico.
Fuente: https://torreviejaresiliente.es