Arxiu diari: 28 de gener de 2020

47 AÑOS DE MANCOMUNIDAD


Los alcaldes de Elda (Antonio Porta, izquierda) y de Petrer (Pedro Herrero, derecha), junto al gobernador civil de la provincia de Alicante (Mariano Nicolás García, centro) se felicitan mutuamente tras la ratificación de la creación de la Mancomunidad Intermunicipal Elda-Petrel (sic) el sábado 27 de enero de 1973.

GABRIEL SEGURA, CRONISTA OFICIAL DE ELDA

Lejos quedaba en el tiempo la Mancomunidad de pastos y leñas sobre la sierra del Cid establecida por el conde de Elda en 1611, cuando un 27 de enero de 1973, los ayuntamientos de Elda y Petrer firmaban la constitución de la “Mancomunidad Intermunicipal de Elda-Petrel”, germen de lo que hoy es la Mancomunidad Intermunicipal del Vinalopó, integrada por las poblaciones de Elda, Petrer, Monóvar y Sax.

Los trabajos previos habían comenzado en 1971 con reuniones paritarias de políticos y técnicos municipales, impulsadas directamente desde la Diputación Provincial y desarrolladas a lo largo de 1972 tanto en el propio palacio provincial como en los ayuntamientos de Petrer y de Elda. Dos años más tarde, y en un solemne acto celebrado en el Ayuntamiento de Elda se constituyó dicha Mancomunidad, contando para la ocasión con la asistencia del gobernador civil de la provincia, Mariano Nicolás García; alcaldes de Elda, Antonio Porta Vera, y de Petrer, Pedro Herrero Herrero; procurador en Cortes por la provincia y director general de Actividades Turísticas, Pedro Zaragoza Orts; presidente de la Diputación Provincial de Alicante, Manuel Monzó Meseguer; alcalde de Alicante y procurador en Cortes, Ramón Magulliza y otras autoridades provinciales y locales de ambas poblaciones.

Los secretarios municipales de Elda y Petrel, Carlos Arteaga Castaño y Juan Arroyo García, dieron lectura a las disposiciones gubernamentales autorizando la Mancomunidad y los Estatutos de la misma, y seguidamente el gobernador civil procedió a efectuar el sorteo del primer presidente de la Mancomunidad por el periodo reglamentario de dos años, recayendo en el alcalde de Elda.

Según aquellos primeros estatutos aprobados por ambos municipios la colaboración y acción común de Elda y Petrer quedaba centrada en las siguientes líneas de actuación:

    Construcción y conservación del emisario común de alcantarillado; construcción y conservación de la Estación Depuradora de Aguas Residuales y distribución de las mismas.

    Estudio y redacción del Plan General de Ordenación Urbana, de carácter conjunto.

    Transportes públicos.

    Servicio de extinción de incendios.

    Matadero.

    Hospital y Ambulancia.

    Basuras y limpieza viaria.

    Aguas potables.

    Servicio completo de alcantarillado.

    Enseñanza.

    Alumbrado público.

Posteriormente, se incluyó como punto décimo segundo el de Deportes, aún cuando unos puntos, el 1º, 2º, 3º y 4º, fueron considerados como prioritarios.

Cuarenta y siete años después de aquella fecha histórica, la Mancomunidad Intermunicipal del Valle del Vinalopó que podría gestionar servicios comunes a cerca de 110.000 ciudadanos, limita sus funciones a la gestión de la depuradora de aguas residuales, la unidad de prevención de conductas adictivas, el centro ocupacional El Molinet y el albergue de animales. El desinterés político, la excesiva visión localista de unos y otros y la falta de amplitud de miras comarcal llevan a la carencia de una estrategia territorial conjunta que permita crear sinergias beneficiosas para todos los ciudadanos, permitiendo gestionar y obtener ayudas y fondos europeos para prestar más y mejores servicios, además de optimizar los recursos económicos de los respectivos ayuntamientos.

Fuente: https://www.valledeelda.com

SAPOS Y CULEBRAS

ANTONIO GASCÓ, CRONISTA OFICIAL DE CASTELLÓ

El otro día paseando por la calle, con mi buen amigo Miguel Blasco nos tropezados con dos individuos que se estaban increpando de una manera bastante airada, al extremo que se veía, palpablemente, que iban a llegar a las manos. Algunos viandantes más curiosos, se quedaron in situ, a ver como terminaba el altercado. Nosotros seguimos, incómodos por la situación, y unos pasos más adelante un par de mujeres que venían en sentido contrario comentaban: «¡uy esos dos se están echando sapos y culebras por la boca!» Para los lectores curiosos comentaré que los protagonistas de la reyerta no llegaron a agredirse porque algunos de los que por el entorno estaban, les separaron en una acción de hombría de bien y, como el tabernero de la zarzuela La verbena de la Paloma, enviaron a cada uno en dirección opuesta.

El tema de esta columnilla vine de la frase que profirió una de las dos señoras con las que nos cruzamos «¡uy esos dos se están echando sapos y culebras por la boca!». La locución es antigua, de hecho se refiere a la invectiva de proferir imprecaciones, maldiciones o blasfemias. De hecho, en el diccionario de 1787 de Esteban de Terreros, se identifica esta expresión con el hecho de disparatar o enfurecerse. Nada de extraño. Ya en los textos sacros del medievo se identifica a los reptiles y batracios con la figura del maligno y por ello cuando se hacía referencia a algún endemoniado, se utilizaba esta locución. Por supuesto no se trata en la semántica de echar bichos repugnantes por la boca, sino que la acción tiene, como se ve, un profundo significado simbolista.

Fuente: https://www.elperiodicomediterraneo.com

CHARLA SOBRE LA OBRA DE TEODORO ANDREU

El jueves 30 de enero, a las siete y media de la tarde, el MUMA acoge una charla coloquio en torno a las pinturas expuestas en el ‘Homenaje a Teodoro Andreu’, en la que explicarán su obra los autores participantes. Además, intervendrán la restauradora Mónica Ibáñez, que disertará sobre la vida y obra de Andreu, y el director del Archivo, AURELIANO LAIRÓN, sobre su papel en la recuperación de la imagen de la Mare de Déu del Lluch.

Fuente: https://www.lasprovincias.es