CÉSAR SALVO, CRONISTA DE VILLAR DEL ARZOBISPO
Hace unos días y producto de la casualidad, mi entrañable amigo PACO (FRANCISCO DE PAULA) MOMBLANCH (CRONISTA OFICIAL DE BENILLOVA, PRESIDENTE HONORARIO DE ACORV), quien hace apenas dos meses dejó la Presidencia de la Asociación de Cronistas Oficiales del Reino de Valencia y ha pasado a ser Presidente Honorario, encontró –revisando papeles de su padre- una fotografía en la que estaba su progenitor y nuestro paisano, abrazados y con una placa en la mano, sonrientes y amigables. La instantánea está recogida en la Lonja de Valencia durante la XII Asamblea de Cronistas Oficiales de del Reino de Valencia en 1978, y ha sido amablemente cedida a este Archivo Histórico Municipal, juntamente con otra fotografía (esta vez de prensa) y la nota correspondiente extraída de las Actas (publicadas en Valencia en 1980, por la Academia de Cultura Valenciana-Sección Cronistas Oficiales).
De la lectura de las Actas entresacamos el motivo de la entrega de dicha placa: “Terminadas la elecciones, se procedió al homenaje que cada dos años se ofrece a un Cronista que, por su edad y actividades, se ha hecho merecedor del mismo”. Y cual si fuera un concurso prosigue diciendo que “En esta ocasión el elegido fue el benemérito CRONISTA OFICIAL DE VILLAR DEL ARZOBISPO, DON VICENTE LLATAS BURGOS, corriendo el ofrecimiento del acto, como en ocasiones a cargo del CRONISTA DE VALENCIA, SEÑOR BRU Y VIDAL”. Y prosigue el texto comentando la fotografía anterior: “En nombre de la Asamblea, el Pesidente de la misma y de la Junta de Gobierno, señor MOMBLANCH Y GONZÁLBEZ, hizo entrega de una placa recordatorio del homenaje al señor LLATAS BURGOS”.
En 1978 VICENTE LLATAS BURGOS se encontraba en el cénit de su vida y de su trabajo. Es el año en que dona todo su Archivo a la Biblioteca Municipal. Conocemos su legendaria timidez, así como su miedo escénico a hablar en público, por eso es comprensible que el acto de homenaje de sus colegas cronistas supusiese un importe acontecimiento en su ya longeva existencia. Es por eso que el anónimo cronista de dicha Asamblea nos informa de cómo Llatas Burgos “muy emocionado, dio las gracias al oferente, al Presidente y a todos los compañeros que tan amablemente habían contribuido a proporcionarle una de las mayores satisfacciones de su vida.”
Así que, muchas gracias amigo Paco, por esta pequeña pero –a la vez- gran aportación sobre nuestro querido paisano, que viene a comunicarnos un homenaje del cual no teníamos constancia y cuya prueba física (la placa) se halla en paradero desconocido. Ahora sabemos que sus compañeros de la Crónica también supieron reconocer su valía demostrándole su cariño con este homenaje a dos años de su fallecimiento… Y que él fue feliz.