Colaboró en la fundación del Museo Municipal de Alzira, ciudad en la que residió durante más de 50 años.
AURELIANO LAIRÓN
Ayer falleció en Alzira, su ciudad de adopción y donde residió durante más de cincuenta años, el maestro e historiador Jesús Emilio Hernández Sanchis.
Nació en 1928 en la localidad de Albal de la que era cronista oficial y en la que no hace muchos años se rotuló con su nombre una calle. En 2008 donó a Albal su archivo histórico y de investigación, quedando a disposición del pueblo en el Archivo Histórico Municipal del Ayuntamiento Viejo. Y dos años más tarde fue nombrado hijo predilecto.
Fue un apasionado de la historia y de las tradiciones y costumbres de su pueblo. Como gran conocedor de la historia de Albal, Jesús Emilio Hernández ha publicado varios libros sobre toponimia, costumbres y crónicas del municipio, como ‘Toponimia del terme municipal d’Albal’; ‘Repobladores de Albal en tiempo de Jaime I’; ‘Un topónimo del Llibre del Repartiment: Alboayal’ o ‘Los refranes de Albal’.
En 1965 se trasladó a la capital de la Ribera donde ejerció la docencia, primero en la Agrupación Mixta de la Muntanyeta y, con posterioridad, en el CP Blasco Ibañez.
En Alzira fundó un grupo de Misión Rescate que recuperó el cuadro de Sant Antoni Abat, de la escuela de Jerónimo Jacinto de Espinosa que, tras una acertada restauración, se muestra en el Real Santuario de Nuestra Señora del Lluch, y motivó entre sus alumnos la investigación y la recuperación de objetos y materiales etnológicos y etnográficos. Colaboró junto con Antonio Martínez y Norbert Blasco en la fundación del Museo Municipal de Alzira.
Como estudioso participó en numerosos cursos, encuentros y seminarios y realizó destacadas aportaciones en diferentes congresos y en las asambleas de historia de la Ribera. Dio a la luz numerosos trabajos, básicamente sobre toponimias, repoblación, cultura y sociedad y publicó, ente otras, en las revistas Al-Gezira y Suylana.
Desde la corporación municipal de Albal se ha lamentado la pérdida de «uno de los más importantes estudiosos y conocedores de la historia de Albal», que trabajó durante décadas en «recopilar y difundir las señas de identidad del municipio, quedando su archivo y su obra como principal referente de estudio del pueblo de Albal».
Su valía intelectual y humana le granjearon la amistad de numerosos alcireños que hoy lloramos su pérdida.
Descanse en paz el amigo y compañero cronista que hoy miércoles recibirá cristiana sepultura tras la misa que tendrá lugar a las 11:00 horas en la Parroquia de Nuestra Señora del Lluch.
Fuente: http://www.lasprovincias.es